La Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) retomó sus actividades hoy jueves, luego del pago total de los salarios atrasados correspondientes al mes de abril. Las manifestaciones de los empleados y el clima tenso que se generó mayormente durante los tres días de cierre parecen haberse aplacado, pero en la política la discusión sigue.
Para Laura Rodríguez Machado, diputada del PRO, la existencia del cepo cambiario hacía que Fadea no pudiera competir en el exterior, lo que la convertía en “inviable”, ya que no podría brindar servicios al exterior y “no es aceptable tener al Estado como único cliente”.
La diputada reconoció que “recién hace un mes cambió la situación del país”, haciendo referencia a la salida del cepo, lo que va a significar un gran cambio en la posibilidad de hacer negocios con el exterior.
“Para realizar la reparación y fabricación de aviones se debe garantizar el ingreso del pago de manera libre. En el caso de Fadea, con el cepo, si cerraba algún negocio con una empresa extranjera, cuando intentaba ingresar los dólares, iban a ser cotizados por el valor del dólar oficial. Eso estaba completamente desfasado con el costo del trabajo”, describió.
En relación con el trabajo del presidente de la fábrica, Julio Manco, Rodríguez Machado dijo que no se le “puede pedir milagros”, ya que trabajó durante todo este tiempo “bajo el modelo cambiario restrictivo, donde hacer negocios con el exterior era inviable”.
Frente a la posibilidad de que el manejo fuera cedido a la provincia de Córdoba, la diputada no mostró oposición: “Si la fábrica es cedida, Llaryora correrá con la suerte de no tener restricciones cambiarias”.
Crisis profunda
Para Gabriel Bornoroni, presidente del bloque de La Libertad Avanza en Diputados, “la fábrica atraviesa una etapa de crisis producto de muchos años de gestiones dotadas de ineficiencias”.
Como Rodríguez Machado, Bornoroni sostiene que es “un modelo de funcionamiento insostenible, con alta dependencia de contratos estatales, desorden operativo y graves limitaciones financieras”.
Y en una clara defensa a Manco, el diputado oficialista destacó los cambios en este último tiempo.
“La dirección actual está intentando reorganizar y reactivar la empresa a partir de medidas estructurales orientadas a garantizar su funcionamiento, proteger los puestos de trabajo y preservar su rol estratégico para el país”, enumeró, y agregó que se está trabajando para “revertir el rumbo” con una reorganización operativa y optimización de costos.
Y habló de la posibilidad de atraer “nuevos negocios y clientes fuera del Estado nacional”.
Según Bornoroni, Fadea “es un actor clave” para el desarrollo industrial argentino y, en la actualidad, se está gestionando para generar condiciones de estabilidad, acuerdos sostenibles y una mirada estratégica de largo plazo que permita proyectarla como lo que puede y debe ser “una empresa eficiente, competitiva y sustentable, con proyección regional e internacional”.
Kirchnerismo
Gabriela Estévez, junto a Pablo Carro, presentaron un proyecto de resolución en el Congreso. Allí expresaron su “profunda preocupación por la situación” que atraviesa la fábrica.
“Esto no es solo un conflicto salarial. Es una señal de desguace. De abandono de la industria nacional. De retroceso en soberanía y ciencia”, denunciaron.
En el proyecto de resolución se le pide al Poder Ejecutivo que informe a la Cámara de Diputados sobre la situación de Fadea.
“La situación de FAdeA se torna cada vez más compleja. A la falta de acuerdos laborales se le suma el achicamiento de la planta laboral (...). Esta crisis no solo afecta el sustento de cientos de familias, sino que también pone en riesgo proyectos estratégicos para la industria aeronáutica y la defensa nacional (...)”.
El pedido de información de los dos diputados finaliza explicando que “es imperativo garantizar la continuidad operativa de Fadea, proteger los derechos de los trabajadores y salvaguardar el futuro de una empresa estratégica para el desarrollo industrial y la defensa” del país.
Pedido de Agost
El diputado nacional Oscar Agost Carreño, del bloque Encuentro Federal, presentó un proyecto para que el Poder Ejecutivo Nacional brinde información urgente y detallada sobre la situación de la fábrica.
“Es una empresa estratégica para la defensa nacional y el desarrollo tecnológico del país, y no puede operar en condiciones de incertidumbre”, sostuvo el diputado.
Concluyó con un mensaje para sus colegas: “El Congreso debe ejercer su rol de control y exigir transparencia en la gestión de una empresa pública de esta magnitud”.
Ley Bases
Si bien Natalia de la Sota no emitió ninguna opinión sobre el conflicto, desde su entorno recordaron que fue la única legisladora del bloque Hacemos Coalición Federal que votó en contra del proyecto de Ley Bases, en el que se proponía la privatización de Fadea.
En aquel momento, justificó su posición en que el proyecto de ley “agudiza desigualdades”.