El Gobierno nacional admitió este miércoles que limita los aumentos salariales acordados en paritarias por el sector privado para evitar un salto inflacionario.
Esta situación venía siendo denunciada por los gremios desde hace varios meses y fue una de las consignas por las que se convocó al paro nacional del 10 de abril.
Finalmente, el reconocimiento de la postura oficial estuvo a cargo del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien además la justificó.
“Todo es un ancla para la inflación. Establecer la relación del salario con los índices de inflación es un ancla”, señaló el funcionario en declaraciones periodísticas.
Francos explicó que “si uno permite que el salario se vaya más allá de lo que se ha establecido como pauta o como tope, obviamente los precios aumentan y los que reclaman hoy por aumento del salario vuelven a pedirlo más adelante porque otra vez suben los precios”.
De todas formas, el jefe de los ministros defendió esta decisión bajo el argumento de que “los salarios le vienen ganando a la inflación”.
Sin embargo, los análisis de las consultoras privadas que evalúan el comportamiento de los salarios en base a datos del Indec, sostienen que los sueldos privados registrados están apenas 0,6% por encima de noviembre de 2023, mientras que las remuneraciones del sector público están un 14% por debajo.
Para sostener su discurso, el gobierno se refugia en el promedio general de los últimos tres meses, indicador traccionado por sectores en pleno progreso como energía y minería. Al mismo tiempo, fuerza una comparación en dólares, favorecida por la caída de la cotización de la divisa y no por un alza de los salarios.
Esta estrategia del Gobierno de no homologar paritarias con ajustes por encima de la inflación viene siendo implementada desde el año pasado.
Si bien en sus discursos el ministro de Economía, Luis Caputo, sostiene que el gobierno quiere “buenos salarios en dólares” por otro lado, intenta limitar las subas. El tope no escrito, pero sí pretendido es una actualización máxima de 1% mensual, o sea muy por debajo de la inflación proyectada.
En este marco se disparó una disputa con los empleados de Comercio que comanda Luis Cavalieri. La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) había acordado una suba de 5,4% para el trimestre abril-junio distribuido en tres tramos mensuales: 1,9% en abril, 1,8% en mayo y 1,7% en junio.
Según trascendió, Caputo objetó el convenio e instruyó al Secretario de Trabajo, Julio Cordero, a que lo revise. Cordero convocó a Cavalieri a una reunión el martes a la que el líder sindical no asistió y ratificó el acuerdo firmado con las cámaras empresarias, aunque no sea homologado.
Por su parte, la Bancaria tiene vigente un acuerdo hasta mayo que contempla un ajuste total de 8,6% para el período marzo-mayo y con el dato de inflación de abril se abrirá un nuevo escenario.
En el caso de los Camioneros representados por Hugo Moyano, también está en curso el convenio firmado en marzo, que estableció un ajuste acumulativo de 5,1% para el período marzo-mayo con revisión en junio. Dado el proceso inflacionario, el gremio envió una nota a las cámaras empresarias advirtiendo por el deterioro de los salarios y pidió que se revisen las actualizaciones.
Para los trabajadores de la construcción nucleados en la Uocra que dirige Gerardo Martínez, aún rigen las escalas salariales fijadas hasta el 31 de marzo y se aguarda que se retomen las negociaciones para su actualización.
Los gastronómicos liderados por Luis Barrionuevo tienen vigente un convenio con aumentos del 0,8% para abril y 0,5% para mayo.
Por su parte, los gremios estatales se encuentran divididos en sus estrategias. UPCN aceptó una oferta salarial con tres incrementos de 1,3% para marzo-mayo y un bono remunerativo.
Pero en el caso de ATE esta propuesta fue rechazada y está diagramando una jornada de protesta en todo el país para el 22 de mayo. Su titular, Rodolfo Aguiar, aseguró que la paritaria del gremio se convirtió “en un fraude”.
La UOM también desarrolla un plan de lucha tras rechazar una propuesta patronal con alzas de 2% para abril y 1% para mayo y junio. El gremio había anunciado un paro para este miércoles 7 que fue levantado ante el dictado de la conciliación obligatoria por parte de la Secretaría de Trabajo.
Asimismo, la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), que lidera Julio Piumato, anunció un paro nacional este viernes 9 de mayo como consecuencia de la falta de respuestas al reclamo salarial. Denuncian que en el año han perdido un tercio de sus salarios. La propuesta de actualización es de 2% a partir de marzo.
El paro de transporte que afectó a todo el país este último martes, también tuvo como origen una recomposición salarial insatisfecha que además desató una interna dentro del gremio. La Unión Tranviaria Automotor (UTA) no cierra paritarias desde octubre del año pasado en medio de las continuas negociaciones entre empresa y el gobierno por la relación tarifa/sueldos/subsidios.