El Gobierno de Martín Llaryora expresó su preocupación por el reciente Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 273/2025 del Ejecutivo nacional, que elimina el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU) y facilita el ingreso de maquinaria industrial de segunda mano al país.
Si bien desde el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica se reconoce la necesidad de mejorar la competitividad y simplificar procesos, se advierte que estas decisiones deben tomarse con criterios de equilibrio que resguarden la industria nacional y el empleo.
“Cuidar el trabajo y la innovación de nuestra industria no significa cerrarse al mundo”, afirmó el ministro Pedro Dellarossa, quien llamó a construir políticas con una visión federal y de largo plazo.
A su vez, remarcó que la postura cordobesa no es ideológica ni contraria al comercio internacional, sino que busca “proteger” lo que se ha “construido con esfuerzo, planificación y cooperación”.
Según el Gobierno de Córdoba, la provincia ha consolidado una identidad productiva basada en el trabajo conjunto entre el sector público y privado, con énfasis en la innovación, la transformación tecnológica y la generación de valor agregado.
En ese marco, el ministerio provincial a cargo de Dellarrosa advierte que la flexibilización de importaciones podría debilitar el entramado industrial y poner en riesgo empleos en sectores dinámicos.
Como respuesta, se plantean propuestas concretas para evitar desequilibrios:
- Crear un Régimen de Comprobación de Destino Final, para asegurar que los bienes usados importados no se revendan internamente.
- Implementar sistemas de trazabilidad y certificación técnica que eviten el ingreso de tecnologías obsoletas o contaminantes.
- Revisar los incentivos fiscales y arancelarios, para no perjudicar a la producción local.
- Promover una agenda industrial federal que contemple sostenibilidad y competitividad equilibrada.
El Gobierno de Córdoba, como parte activa de la Región Centro, destacó además que mantiene su “compromiso con una política industrial que promueva el desarrollo, sin dejar de proteger el entramado productivo nacional y las capacidades de cada territorio”.
“No se trata de cerrar puertas, sino de abrir caminos que incluyan a todos”, concluyó Dellarossa.