A la espera de cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno nacional monitorea el desarrollo de la crisis financiera sin tener programado en el corto plazo medidas para atenuar el impacto en la economía local.
Cerca del presidente Javier Milei consideran la actual coyuntura como “normal” dentro de la dinámica de los mercados financieros y minimizan el aumento en la cotización de las diferentes variantes del dólar.
“No hay ninguna corrida”, enfatizan en los despachos contiguos a Milei, aunque miran de reojo el impacto que pudiera tener la suba de la divisa sobre los precios.
El jefe de Estado sigue la evolución del cimbronazo global desde la Quinta de Olivos sin pronunciarse directamente. Tampoco lo hizo ningún integrante del equipo económico, que han decidido también cancelar su habitual aparición en redes sociales.
Milei sólo retuiteó un posteo en el que un seguidor destacó: “Decí que gracias al javo todo este quilombo mundial nos agarró con SUPERAVIT fiscal”. Hasta el momento, fue la única expresión del primer mandatario.
En la apertura de las negociaciones el dólar “blue” sube a $ 1.340, mientras que el MEP opera en $ 1.360 y el Contado con Liquidación en $ 1,352.
En tanto, las cotizaciones a futuro registran subas del orden de 1%.
Los ADRs de empresas argentinas que cotizan en Nueva York sufren otra jornada de fuertes bajas. En este lunes las más golpeadas son IRSA (-6,6%), Ternium (-6%) Corporación América (-6%), Galicia (-4,8%), Edenor (-4,1%), entre otras.
Por su parte, las acciones del panel MERVAL muestra una baja de 1,3% siendo las más castigadas: Metrogas (-5,2%), TGN -4,7%), IRSA (-4,2%), Loma Negra (-4,2%) y Macro (-3,4%).
Los bonos de la deuda pública están mostrando retrocesos de hasta 5%, como el caso del AL41. De esta forma, el Riesgo País se ubica en 960 puntos y no se descarta que pueda superar los 1.000 puntos.
Esta es la situación que más preocupa al gobierno de Milei. “Si esto sigue varios días será más difícil refinanciar la deuda”, admitieron en la Casa Rosada.
La incertidumbre también se extiende a las negociaciones con el FMI porque este nuevo escenario abre un nuevo panorama. Es que uno de los principales objetivos del programa a firmarse es lograr una reducción de la tasa de riesgo para que Argentina pueda volver a los mercados voluntarios de deuda para “rollear” los vencimientos que se concentran en los próximos meses. Esta escalada del indicador que elabora el JP Morgan posterga por algún tiempo esta opción.
El silencio obligado del gobierno hasta tanto no se cierre el acuerdo con el FMI intensifica la ansiedad de los operadores acerca del nuevo esquema cambiario.
China devaluó el yuan 0,4% y las monedas de la región también se depreciaron lo cual reafirma las dudas sobre la continuidad del crawling peg al 1%.
La devaluación del yuan también es un impacto para las reservas, ya que disminuye el valor de los U$S 18.000 millones del swap que la Argentina computa como tenencias del Banco Central.