El Gobierno nacional convalidó una fuerte devaluación del peso por encima del 20% que disparó la cotización del dólar en los distintos mercados cambiarios, al tiempo que se desplomaron los bonos y las acciones tuvieron un comportamiento dispar.
La decisión golpeó de pleno en la estructura de costos de la economía y en consecuencia las empresas comenzaron a suspender entregas pactadas o anunciar modificaciones en las condiciones de venta, mientras los comercios iniciaron la remarcación para ajustarse al nuevo tipo de cambio.
El ahora candidato a presidente por la Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, rechazó que la devaluación y la disparada de la divisa sean la consecuencia de su sorpresiva performance electoral que lo convirtió en el más votado en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso).
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) respaldó las medidas anunciadas y confirmó que la próxima semana aprobará el programa reformulado con la Argentina y efectuará el desembolso comprometido.
En las primeras horas de la mañana el Banco Central comunicó un aumento del tipo de cambio mayorista a $ 350 (desde los $ 288 previos) y un aumento del dólar oficial a $ 364,40 (desde los $ 300 que había cerrado el viernes).
Al mismo tiempo, elevó la tasa de Política Monetaria interés 21 puntos a 118%, que representa una Tasa Efectiva Anual (TEA) de 218%. Como consecuencia directa la tasa para Plazos Fijos hasta $ 30 millones a 30 días se fijó en 9,7%. Para el resto de los depósitos la tasa mínima garantizada es de 111% con un interés efectivo mensual de 9,12%.
Con la devaluación directa de 20% en promedio la autoridad monetaria produjo un cambio sustantivo en su política cambiaria, dejando atrás el esquema devaluaciones diarias (crawling peg).
La estrategia del Banco Central consiste en adelantar la devaluación prevista para los próximos dos meses e intentar llegar a la elección presidencial de octubre sin volver a modificar el tipo de cambio. No obstante, este objetivo quedará supeditado a lo que suceda con el resto de las variables económicas.
Este nuevo escenario cambiario mantiene la multiplicidad de tipos de cambio existentes y al momento no habría modificaciones.
El blue, en una jornada con un rally alcista
Con este escenario el “blue” también arrancó la jornada con un rally alcista y llegó a cotizarse por encima de los $ 700, para finalmente quedar en $ 690 en la City porteña. En Córdoba, cerró en $ 692. Sin embargo, cabe apuntar que durante casi todo el día, pero especialmente en las primeras horas era prácticamente nula la presencia de “arbolitos” y el funcionamiento de los agentes cambiarios informales estuvo casi paralizada.
Con la suba del dólar oficial, el dólar “Ahorro” pasó a costar $ 638,05, al igual que el dólar “Tarjeta” para compras hasta U$S 300. El dólar “Qatar” (para los que superen ese límite) avanzó a $ 729,20.
Las operaciones en la Bolsa de Comercio dejaron un incremento del dólar MEP de 14,8% a $ 628,28, mientras que el Contado con Liquidación subió 8,5% a $ 654,80.
En este nuevo escenario el Banco Central pudo comprar cerca de U$S 220 millones.
El dólar agro tuvo un aporte marginal de U$S 390 mil producto de las modificaciones en curso. Fuentes oficiales, indicaron que este nuevo tipo de cambio pasará de $ 340 a $ 365,60.
Por su parte, los bonos soberanos se desplomaron hasta un 12%, y las acciones en Wall Street también sufrieron pérdidas. El MERVAL local subió 2,7%.
Consultado por La Voz el economista Aldo Abram señaló que “lo que está buscando (el BCRA) es claramente desincentivar la demanda de dólares oficiales, lo cual va a tener su costo en las góndolas. Todos los bienes y servicios que se pueden exportar o importar van a subir en estos días, porque se compran con dólares oficiales”.
“Donde va a haber un encarecimiento superior todavía es en aquellos que hace poco fueron alcanzados con el impuesto país. Así que va a haber una suba de precios en las próximas semanas”, subrayó Abram.
Cabe recordar que al anunciarse el acuerdo con el FMI el gobierno impuso una serie de impuestos sobre la cotización del dólar mayorista para determinado tipo de bienes, que resultó una devaluación encubierta.
Para la exportación e importación los cálculos se realizan sobre el precio del dólar mayorista que quedó en $ 350. En este caso el aumento fue de 21,5%.
A poco que las medidas comenzaron a conocerse, se observaron los primeros impactos. Los comercios abrían sus puertas, pero sin intenciones de vender y calculando los costos de reposición posibles para arrancar con las remarcaciones.
Asimismo, empresas de distintos rubros frenaron las entregas sin nuevo plazo y que se estaban evaluando nuevas listas de precios.
Los primeros análisis privados estiman que una devaluación de esta magnitud y habida cuenta la inercia que trae de meses anteriores llevará a que la inflación se ubique en torno a los dos dígitos en los próximos meses.