El Gobierno nacional, a través de la Cancillería, manifestó su profunda inquietud por un ataque aéreo israelí que impactó la única iglesia católica en la Franja, dejando víctimas y heridas, entre ellas el padre Gabriel Romanelli, ciudadano argentino y párroco del templo.
Este jueves, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, conducido por Gerardo Werthein, emitió un comunicado oficial expresando su “seria preocupación” por el bombardeo israelí que alcanzó la iglesia católica de la Sagrada Familia en Gaza. Este ataque resultó en dos muertes, seis heridos y lesiones leves en una pierna para el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, de 55 años, quien está a cargo de la parroquia y fue internado.
El Gobierno transmitió su inquietud a las autoridades del Estado de Israel y solicitó que se garantice la asistencia médica adecuada al padre Romanelli y a los miembros de la comunidad afectada.
Además, el Gobierno argentino renovó su llamado a favor de un pronto restablecimiento de la paz y la seguridad en la región. En este sentido, reafirmó “el compromiso con la protección de los lugares de culto, el personal religioso y el respeto a la libertad de religión”. El pronunciamiento oficial subrayó que “el resguardo de los civiles y de las instalaciones religiosas y humanitarias constituye un principio esencial del derecho internacional humanitario, que debe ser plenamente observado por todas las partes involucradas”.
El bombardeo y sus consecuencias
El incidente se produjo este jueves cuando un bombardeo aéreo del Ejército israelí impactó contra el complejo parroquial de la Sagrada Familia, ubicado en el barrio de al-Zaitoun. Esta es la única iglesia de la religión católica en la Franja de Gaza. Dentro de este complejo funcionan también una escuela, un orfanato y un convento de las Misioneras de la Caridad, fundadas por Madre Teresa de Calcuta. Estas instalaciones sirven como centro de refugio para cientos de palestinos desplazados por la guerra.
El ataque causó la muerte de dos civiles y dejó varias personas heridas. El padre Gabriel Romanelli, conocido por su cercanía con el papa Francisco y con quien mantenía contacto diario, tuvo una última charla telefónica con el pontífice horas antes de su internación.
Repudio internacional
El bombardeo generó un fuerte repudio internacional. Desde Israel, se señaló que el impacto fue producto de un “error de tiro”, y no un blanco intencional.
A pesar de esta explicación, líderes religiosos como el cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, y figuras políticas como la primera ministra italiana Giorgia Meloni, condenaron con dureza el hecho.
