En plena renovación del Gobierno con la asunción de Manuel Adorni y Diego Santilli como jefe de Gabinete y ministro del Interior, la Casa Rosada enfrenta una misión urgente en el Congreso: frustrar el dictamen del Presupuesto 2026 que la oposición piensa firmar en comisión este martes, en la fecha aprobada en el recinto antes de que La Libertad Avanza arrasara en las urnas.
La puja por el dictamen tiene final abierto. Del lado de la oposición, Unión por la Patria y Encuentro Federal trabajan a destajo para firmar un dictamen que funcione como garantía de que este año habrá ley de Presupuesto. En la vereda de enfrente, La Libertad Avanza y el PRO quieren votar el proyecto en sesiones extraordinarias con el nuevo Congreso, que será más violeta.
“La voluntad del Gobierno es que no haya dictamen”, blanquearon fuentes del oficialismo al cabo de una reunión en el despacho de Martín Menem, presidente de la Cámara baja, donde acudieron el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, el titular de la comisión, Bertie Benegas Lynch, y representantes del PRO, la UCR, los “radicales con peluca” y provinciales de Misiones, San Juan y Santa Cruz.
El problema es que una de las condiciones que fijaron en la oposición para bajar el dictamen es que se formalice la convocatoria a sesiones extraordinarias con el Presupuesto adentro. Y el Gobierno, según pudo saber La Voz, no tiene previsto publicar el decreto antes de la reunión de comisión convocada para este martes al mediodía.
“El Gobierno siempre lleva todo hasta el final. Para nosotros no alcanza con una conferencia o un anuncio”, se quejó un importante diputado opositor que trabajó todo el fin de semana en un dictamen alternativo y le hizo saber a los libertarios que, si no hay decreto publicado, irán por el dictamen.
Pese al aviso, el único plan del Gobierno es, hasta el momento, reforzar a través de funcionarios un compromiso de palabra de que habrá extraordinarias. De hecho, Santilli habló del tema tras reunirse con Javier Milei en su debut como ministro del Interior, que lo tendrá como interlocutor entre la Casa Rosada, los gobernadores y los legisladores.
“Estuvimos trabajando una hora en la agenda de extraordinarias y ordinarias, con temas prioritarios para el presidente, que tienen que ver con el Presupuesto, con una modernización laboral, una reforma fiscal y el Código Penal. Esa es la agenda para extraordinarias”, dijo Santilli a Radio Mitre.
En Diputados, todos hacen números. La Comisión de Presupuesto tiene 49 integrantes, por lo que para que haya dictamen debe haber 25 firmas. La oposición tiene 27 (20 de Unión por la Patria, tres del radicalismo de Democracia para Siempre, dos de Encuentro Federal, uno de la Coalición Cívica y uno del Frente de Izquierda), pero no todos están dispuestos a ir a fondo y apurar el Presupuesto.
Entre las firmas con las que la oposición no cuenta está la del cordobés Ignacio García Aresca, quien tras perder su banca en la elección se mantiene en silencio y al margen del debate. La Coalición Cívica tampoco se suma a la embestida: su representante en la comisión, Paula Oliveto, participó de la reunión con Guberman y Rolandi.
La llave parece estar en manos de dos bloques: Unión por la Patria, que está sumido en su interna tras la derrota electoral, debe garantizar sus 20 firmas; y Democracia para Siempre, que no envió emisarios a la cumbre con funcionarios, también debería aportar sus tres rúbricas. De lo contrario, no habría dictamen y el Gobierno ganaría tiempo para la votación del Presupuesto.
Igualmente, el oficialismo no está desprevenido y trabaja contrarreloj para presentar un dictamen lo más acordado posible si la oposición junta las firmas. Con ese fin fue que Guberman y Rolandi receptaron este martes “aportes y sugerencias” de los diputados aliados.
Los subsidios al transporte público, la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires, los cambios en los descuentos en las tarifas de gas en “zonas frías” y los avales de la Nación para obras públicas en las provincias estuvieron sobre la mesa de negociaciones, aunque no hubo respuestas concretas. “Hay poco margen para cosas de fondo”, indicaron los participantes.
Otra cuestión básica tiene que ver con el impacto de la reforma tributaria que enviará Milei: al modificarse impuestos, la recaudación será distinta a la que prevé el Presupuesto, lo que alterará la base de ingresos con la que contará el Gobierno. Por eso es que la “ley de leyes” corre peligro de “quedar vieja”.
En la cumbre en las oficinas de Menem estuvieron, además de Guberman, Rolandi y Benegas Lynch, los diputados Daiana Fernández Molero (PRO), Pamela Verasay (UCR), Martín Arjol (Liga del Interior) y los provinciales José Luis Garrido, Carlos Fernández y Nancy Picón, representantes de los gobernadores de Santa Cruz, Misiones y San Juan, respectivamente.




























