El Gobierno nacional, a través del Decreto 338/2025, oficlaizó este martes una profunda reforma al régimen de aviación civil que modifica numerosos artículos del Código Aeronáutico (Ley N° 17.285).
La medida, publicada en el Boletín Oficial, busca otorgar mayores libertades al sector aéreo, modernizar normativas que en algunos casos tienen más de 55 años de antigüedad y desburocratizar el sistema.
Esta actualización se alinea con la política de Cielos Abiertos impulsada por el presidente Javier Milei.
Cambios en el código aeronúatico: qué busca el Gobierno
El objetivo principal de esta reforma es desregular el mercado aerocomercial argentino para facilitar el ingreso de nuevas líneas aéreas, operadores y servicios, promoviendo una mayor modernización y consolidando la apertura del mercado.
Según el Ejecutivo, esto busca consolidar un mercado más competitivo que beneficie a empresas y pasajeros, ampliando la conectividad y las opciones de vuelo.
Nuevo código aeronáutico: los cambios más relevantes
Entre los cambios más relevantes habilitados por la nueva normativa, se destacan varios puntos clave que eliminan requisitos históricos y simplifican operaciones:
- Eliminación del requisito de nacionalidad argentina en directorios. Ya no es obligatorio que dos tercios del directorio de las sociedades que operan en el sector aeronáutico sean argentinos. Esto habilita la entrada directa de inversionistas internacionales sin intermediarios, transparentando la constitución de sociedades de capital extranjero que antes requerían ser representadas por terceros. El único requisito que se mantiene es el domicilio legal en Argentina.
- Autorización para operar con aeronaves y tripulaciones extranjeras. Se formaliza la utilización de aeronaves con matrícula extranjera en el país. Un cambio radical es la eliminación de la obligación de contar con tripulación y asistencia argentina en esos vuelos, lo que antes era exigido por la Ley 17.285. Según el ministro Federico Sturzenegger, esto permitirá utilizar tripulaciones extranjeras en vuelos domésticos, como ya sucede en los internacionales, lo que bajará significativamente los costos de los segmentos locales. Franco Mogetta, ex Secretario de Transporte, agregó que esto permite a las empresas operar directamente con su avión sin procesos intermedios.
- Mayor libertad contractual para matriculación de aeronaves. Las aeronaves podrán ser matriculadas mediante contratos celebrados tanto en Argentina como en el extranjero, con plena autonomía entre las partes. El contrato debe inscribirse en el Registro Nacional de Aeronaves y cumplir con los requisitos del Código. Esto facilita que una empresa argentina alquile una aeronave con matrícula extranjera sin necesidad de modificar su configuración operativa.
- Desregulación de itinerarios y tarifas. Las programaciones de vuelos (itinerarios) ya no deben ser aprobadas por el Ejecutivo Nacional. Ahora, los operadores aeroportuarios coordinarán directamente con las aerolíneas la programación de vuelos. También se eliminan las referencias tarifarias. Sturzenegger explicó que las rutas quedarán habilitadas al obtener la autorización como operador, sin requerir autorización posterior, dando gran flexibilidad al mercado.
- Reducción de estructuras duplicadas en aeródromos. Solo habrá jefe de aeródromo público donde la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) lo considere necesario. Se eliminan funciones redundantes siguiendo modelos como el de Brasil. Esto se espera que dé competitividad a los aeropuertos más pequeños del país.
- Desburocratización de la documentación. Se simplifica la presentación documental, adecuándola al Código Civil y Comercial de la Nación. Ya no se exigirá la presentación de libros de actas en instancias duplicadas, atendiendo a un reclamo histórico del sector privado. También se introduce la figura del domicilio electrónico para agilizar trámites.
- Eliminación del derecho de preferencia del Estado. Se derogan los artículos 106 y 111 del Código Aeronáutico, lo que quita el derecho de preferencia que tenía el Estado para adquirir activos (aeronaves, talleres, repuestos) de empresas que cesaban sus operaciones.
Desregulación
La Secretaría de Transporte, junto con el Ministerio de Economía y el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, impulsó estas modificaciones con el objetivo de modernizar un régimen que llevaba más de cinco décadas sin cambios profundos.
El Gobierno argumentó en los considerandos del decreto que “se deben ampliar los derechos derivados de la libertad de comercio” y que persistían “requisitos limitantes y de control previo incompatibles con la libertad de explotación de operadores aéreos”.
Según el ministro Sturzenegger, esta reforma completa los cambios iniciados con el DNU 70/23 y la transformación ya ha permitido alcanzar un volumen récord de pasajeros, más frecuencias, nuevas conexiones y mayor diversidad de aerolíneas. La urgencia del decreto se justificó en la necesidad de armonizar la normativa con nuevas formas de contratación, facilitar inversiones y responder a exigencias de auditoría de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).