El Gobierno nacional recogió este miércoles respaldo financiero internacional al colocar un bono por U$S 1.000 millones, operación que significó el regreso del país el mercado de capitales externo luego de siete años.
Según la información oficial, se recibieron 146 posturas por un total de U$S 1.694 millones por el Bono del Tesoro (Bonte), de los cuales se aceptaron los U$S 1.000 previamente anunciados. La tasa nominal anual convalidada fue de 29,5% (en pesos).
La oferta de este título -que se suscribió en dólares pero se pagará en pesos- estuvo reservado para inversores del exterior y formó parte de una licitación más amplia.
Entre vencimientos que ocurrieron en los últimos días y los que operan el viernes 30, la Secretaría de Finanzas debía recolectar $ 8,55 billones, monto que consiguió reunir. Para cumplir ese objetivo ofreció un menú de títulos en moneda doméstica y el nuevo Bonte.

Según se explicó, el Tesoro no emite pesos por este ingreso de dólares. El Tesoro recibe dólares por la suscripción del bono en pesos y coloca esos dólares en la cuenta en el Banco Central. Esos dólares se usarán para pagar los vencimientos en moneda extranjera.
“Por este motivo no hubo emisión de pesos del Tesoro por la suscripción de este bono, porque es un bono en pesos y, en este sentido, por eso es que no hubo tampoco aumento de deuda. Se va a usar para pagar vencimientos de capital”, señalaron desde Finanzas.
De esta forma, el gobierno logra sumar dólares a las reservas sin tener que comprarlos en el mercado local, lo cual impactaría en la cotización de la divisa.
Por otro lado, con esta operación el Gobierno encontró una variante a una colocación en el mercado internacional, que aún se mantiene inaccesible porque el Riesgo País se mantiene por encima de los 665 puntos, que equivale a tener que aceptar una tasa en dólares superior al 11%.
Reservas en discusión
El gobierno venía trabajando en esta posibilidad desde hace varias semanas y en apariencia pisó sobre tierra firme. Lanzó la propuesta con la casi certeza de éxito, dado que un fracaso hubiese hecho tambalear la confianza en el plan económico.
Según reportes de agencias internacionales, al menos dos bancos extranjeros reportaron que recibieron llamadas del gobierno para participar en la licitación. La pregunta que se develará con el correr del tiempo es cuáles son “las garantías” que pudo haber dado la secretaría de Finanzas para que los inversores desembolsen sus dólares.
Los U$S 1.000 millones se sumarán a las reservas del Banco Central, que no pudieron incrementarse desde que el 11 de abril se anunció el acuerdo con el FMI y la salida del cepo.

El gobierno se había comprometido con el organismo a acumular unos U$S 3.000 millones hasta mediados de junio.
Sin embargo, el Banco Central no pudo comprar divisas en todo este tiempo, e incluso perdió. El pico de tenencias de esta nueva etapa se alcanzó el 28 de abril, cuando tras el ingreso de créditos de otros organismos (BID y Banco Mundial) previstos en el programa treparon hasta los U$S 39.291 millones. Al cierre de este miércoles quedaron en U$S 38.442, lo que implica una pérdida de U$S 849 millones. Esto se explica en gran parte por el pago de U$S 600 millones que se le hizo al FMI a principios de mes y otras cancelaciones de deuda.
Pero la razón central es que el gobierno mantuvo su posición de no comprar dólares en el centro de la banda cambiaria y solo hacerlo cuando llegue al piso.
En las últimas horas, el equipo económico se esforzó en comunicar que la meta de reservas con el FMI no es condicionante y que su incumplimiento no pone en peligro el programa.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, sostuvo que el programa con el organismo tiene una “integralidad muchísimo mayor que la acumulación de reservas”.
“¿Ustedes piensan que se cae un programa que tiene 6% de crecimiento de actividad económica, con la inflación bajando, con superávit financiero y con el Banco Central no emitiendo? No entendemos la proporción de lo que estamos hablando”, enfatizó.
En rigor, durante programas anteriores la meta de acumulación de reservas siempre fue una de las condicionalidades más flexibles, cuyo incumplimiento se salva con el otorgamiento de un “waiver” (perdón) por parte del Directorio del FMI.
Pero al margen de lo que este escrito en el convenio, la decisión del gobierno de forzar la baja del dólar al piso de la banda continúa generando críticas, incluso de parte de profesionales que adhieren al rumbo del gobierno porque consideran inadecuado un fortalecimiento ficticio del peso.
Licitación
La licitación se completó de la siguiente manera.
LECAP a:
30/06/25 $ 2,676 billones a 2,58% TEM / 35,75% TIREA
31/07/25 $1,307 billones a 2,57% TEM / 35,65% TIREA
29/08/25 $ 2,005 billones a 2,52% TEM / 34,83% TIREA
28/11/25 $ 0,333 billones a 2,44% TEM / 33,61% TIREA
29/05/26 $ 0,554 billones a 2,35% TEM / 32,15% TIREA
BONCAP a:
30/01/26 $ 0,372 billones a 2,44% TEM / 33,59% TIREA
BONCER CERO CUPÓN a:
30/10/26 $ 0,165 billones a +9,74% TIREA