En un contexto de buena relación entre el gobernador Martín Llaryora y el gobierno nacional, luego de los duros cruces que se dieron en febrero por la caída de la “ley bases”, se avecina una discusión que puede volver a tensar ese vínculo. Se trata de la reforma que el presidente Javier Milei quiere realizar al Impuesto a las Ganancias, ahora renombrado como impuesto a los ingresos.
Llaryora -en sintonía con otros gobernadores, sobre todos los patagónicos- se niega a que el piso del impuesto vuelva a ubicarse en 1,5 millones de pesos, como pretenden en la Casa Rosada. Con ese valor (apenas unos 1.500 dólares), más de un millón de trabajadores con altos ingresos volverán a pagar este gravamen.
El mandatario cordobés y sus colegas del sur del país, donde los trabajadores tienen salarios más altos, pretenden que el piso del impuesto se ubique “cerca” de los dos millones de pesos.
“Esperemos que el oficialismo se muestre abierto, porque no estamos dispuestos a votar una nueva ley que obligue a pagar Ganancias a más de un millón de trabajadores. Esto podría profundizar la recesión. Apoyaremos si el piso se ubica cerca de los dos millones de pesos”, aseguró uno de los diputados del PJ cordobés, que ya recibió instrucciones del mandatario provincial respecto de esta sensible cuestión.
Llaryora y varios de sus colegas, con los cuales comparte un grupo de WhatsApp, no creen que la sangre llegue al río. No obstante, el presidente Milei ya ha dado muestras de su ánimo cambiante cuando le discuten una medida.
En el tratamiento en comisión, los diputados peronistas cordobeses propondrán que si la Nación necesita más recursos, los saque de otro lado, pero no de los bolsillos de los trabajadores que tienen mejores salarios.
El baile de los expedientes trabados
Proveedores del gobierno provincial ven demoradas sus contrataciones desde el cambio de administración. ¿La razón? Hay centenares de expedientes paralizados en el Tribunal de Cuentas, donde la oposición tiene ahora mayoría.
Mientras las autoridades del organismo de control sostienen que sólo se busca garantizar que antes de la liberación de fondos públicos se cumplan los requisitos que ordena la ley, desde el Gobierno aseguran que existe intencionalidad política de obstruir el pago a proveedores esenciales y paralizar el avance de obras públicas. Y agregan que por objeciones formales menores -”claramente intencionales”, se afirma- se demora el pago de planes sociales y hasta la compra de elementos de seguridad. Añaden que la suspensión de obras repercutió en pérdida de puestos de trabajo.
Autoridades de la Cámara de la Construcción llevaron días atrás sus planteos al presidente del Tribunal de Cuentas, el juecista Beltrán Corvalán, quien luego posteó una foto del encuentro en la red social X. Afirmó que pudo explicar a los empresarios los pasos para que los trámites se ajusten a la transparencia de la gestión estatal.
Lo cierto es que en este minué que bailan el oficialismo y la oposición, las empresas siguen esperando y cada día que pasa ven diluir sus ingresos en un contexto de inflación acelerada.
Schiaretti, con bajo perfil, reactivará su fundación
El exgobernador Juan Schiaretti mantiene su bajo perfil, pero eso no significa que esté inactivo. Según comentan desde su entorno, tiene un diálogo “permanente” con el gobernador Martín Llaryora y habla por teléfono con distintos referentes nacionales para seguir de cerca lo que sucede en el convulsionado escenario político nacional.
El exgobernador va a trabajar algunos días y se reúne con dirigentes en la sede de Diseñando Ciudad, en barrio Cofico de la Capital provincial, un lugar que inauguró la senadora Alejandra Vigo para la campaña para la intendencia capitalina en 2019, que llevó a Llaryora al Palacio 6 de Julio.
Schiaretti no tiene pensado mostrarse en público en lo inmediato, pero sí comenzará a reforzar su trabajo en la Fundación Córdoba Mejora, que seguramente cambiará de sello.
El cambio de nombre tendrá que ver con que el exgobernador comenzará a mostrarse como un dirigente con perfil nacional. Pero eso sería recién en el segundo semestre del año.
Por ahora, Schiaretti considera que el gobernador Llaryora es quien debe tener el protagonismo del oficialismo provincial, en la cambiante relación con la Casa Rosada. “‘El Gringo’ repetirá la estrategia que tenían con ‘el Gallego’ De la Sota: quien deja el poder no debe interferir con quien asume, salvo que el gobernador se lo pida”, contó un schiarettista puro.
Dos cordobeses en la conducción nacional del massismo
El viernes pasado, en el mismo momento en que se desarrollaba el congreso nacional del peronismo en el club Ferro Carril Oeste, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a pocos kilómetro de allí, en Parque Norte, el excandidato presidencial Sergio Massa encabezaba una cumbre del Frente Renovador.
En ese evento, el massismo estrenó una nueva conducción nacional, con dos cordobeses en la mesa chica: la exlegisladora provincial delasotista Tania Kyshakevych y el intendente de Cruz Alta, Agustín González.
Los dos cordobeses estuvieron en primera fila al lado del exministro de Economía de la Nación. La nueva mesa de conducción del Frente Renovador es encabezada por el santafesino Diego Giuliano, exministro de Transporte de la Nación.
A su vez, la Fundación Encuentro será encabeza por Guillermo Michel, extitular de la Aduana y hombre de extrema confianza de Massa.
Precisamente a través de la fundación, que en la ciudad de Córdoba ya tiene sede en bulevar Las Heras, Massa tiene pensado comenzar a moverse por todo el país, pero recién después de junio.
La fundación cordobesa tiene como coordinador al peronista Javier Taborda. Massa está buscando un presidente, que será un técnico. Había pensado en Ángel Mario Elettore, a quien llevó a la Casa de la Moneda cuando era ministro de Economía, pero el economista delasotista hoy está volcado a la actividad privada y al asesoramiento de gobiernos.
Massa tiene un bajo perfil público, pero dicen que habla con gobernadores e intendentes, entre ellos Martín Llaryora y Daniel Passerini. En privado, el excandidato presidencial es crítico de la gestión de Javier Milei, pero no se pronunciará por ahora. También está alejado de la realidad del PJ nacional, aunque mantiene un excelente vínculo con Cristina Fernández y con Máximo Kirchner.
Kyshakevych y González recibieron la orden directa de Massa de “formalizar” el Frente Renovador en Córdoba, con la perspectiva de tener sobre la mesa el sello para las discusiones que asoman en el peronismo nacional de cara a las elecciones de medio término. “Sergio pidió consolidar el partido en Córdoba, formalizarlo sin pelarse con nadie, sin plantear internas innecesarias; sabiendo que el único enemigo es Milei, que estafó a la gente, que prometió no subir impuestos y ahora va por la suba de Ganancias y las tarifas mientras licúa las jubilaciones”, dijo González a los suyos tras la reunión con Massa. En otras palabras, no habrá una disputa con el peronismo de Llaryora, aunque sí un llamado de atención por el desacople de sectores del PJ.
