El debate en la Legislatura provincial por la legalización y regulación del juego online en Córdoba arrancó ayer por la tarde con dos certezas: habría fortísimos cruces entre oficialismo y oposición, pero el proyecto sería convertido en ley.
No hubo sorpresas en el resultado de la votación. El azar no entró por la puerta principal del parlamento cordobés.
Lo que nadie puede pronosticar son las consecuencias sociales y políticas de esta polémica nueva norma.
Lo más sorprendente fue que, a diferencia de las restantes 15 provincias donde las apuestas online están legalizadas, por ley o simples decretos, en Córdoba quienes presentaron el proyecto fueron cinco legisladores opositores.
El gobernador Juan Schiaretti y el PJ provincial, que aportó el 90% de los votos para la aprobación, creen haber pagado un escuálido costo político.
Un día antes de la aprobación, el presidente provisorio de la Legislatura, Oscar González, rompió el llamativo silencio del oficialismo sobre el tema. En el programa Voz y Voto, que produce La Voz y se emite por Canal 10, González defendió el proyecto firmado por los opositores.
Las críticas de todos los sectores fueron tan fuertes que los autores del proyecto habrían enviado una amenaza al Centro Cívico: si no había un pronunciamiento público del PJ, retirarían la iniciativa.
Que nadie tenga dudas: al proyecto lo firmaron cuatro legisladores del PRO (Silvia Paleo, Alberto Ambrosio, Raúl Recalde y Darío Capitani) y el radical Orlando Arduh, pero desde un primer momento tuvo el acompañamiento silencioso del Gobierno provincial.
El propio González se sinceró en el mismo programa de este medio: “Si no tuviera nuestro apoyo, no se aprobaría”.
Argumentos e impacto
Quienes impulsaron la ley argumentan que servirá para “regular” el juego clandestino que existe en Córdoba. Es cierto. Pero lo que no dicen los defensores de la nueva norma es que las 10 empresas que explotarán la actividad se encargarán de hacerle saber a cada cordobés que existe este tipo de apuestas.
El juego clandestino no dejará de existir. Y además se incrementarán de manera exponencial las apuestas legales a larga distancia.
Sobre el aporte que el juego online hará al área social, hay una regla que se cumple en todos los lugares donde existen las apuestas legales: lo que ingresa por el canon de explotación nunca alcanza para cubrir los estragos sociales que produce.
La ley también tendrá consecuencias políticas, difíciles de medir.
En realidad, ya tuvo un efecto concreto: la fuerte interna que desató en Juntos por el Cambio, principal alianza opositora en la provincia.
Luis Juez hizo una dura advertencia, también en el programa Voz y Voto. “Para estar con esta gente (quienes firmaron el proyecto), mejor estoy solo”, dijo el dirigente, que aspira a ser candidato a gobernador por la oposición.
La recaudación del juego online, que se suma a las tragamonedas que el entonces gobernador peronista José Manuel de la Sota habilitó en el año 2000, amenaza con tener injerencia en la política local.
Donde existe el juego, los propietarios de las empresas licenciatarias son tan conocidos como los propios dirigentes partidarios.
Los empresarios del juego son muy activos e influyentes en la rosca de cada espacio político. Es lo que ocurre en provincia de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires o Santa Fe, para dar los ejemplos de los distritos electorales más relevantes, además de Córdoba.
El revuelo y el debate político que generó esta ley ya le entregó un libreto a un potencial candidato opositor: Luis Juez. El referente del Frente Cívico promete anular la norma si es que llega al poder.
Por otro lado, los futuros explotadores del flamante juego a distancia es probable que se conviertan en los principales influyentes aportantes de la próxima campaña provincial.
Es el juego de la política.
