Un mes atrás parecía imposible. Ahora, luego de algunos tropiezos del presidente Javier Milei que le hicieron perder en Córdoba siete puntos de imagen positiva, los principales funcionarios políticos del gobernador Martín Llaryora ven más probable que Juan Schiaretti acepte encabezar la lista del cordobesismo para las elecciones legislativas de octubre.
Sus íntimos aseguran que el exgobernador mantiene su decisión de no ser candidato. Otros peronistas opinan que Schiaretti esperará hasta último momento para tomar una decisión. Alimentaría la chance de ser candidato el hecho de que el Presidente no esté tan fuerte en Córdoba como un mes atrás.
En este contexto, algunos llaryoristas se entusiasman con una fórmula que conjugue dos apellidos fuertes y emblemáticos en Córdoba: Schiaretti-De la Sota.
En este caso, el exgobernador podría ser acompañado por la diputada nacional Natalia de la Sota.
De todos modos, el entusiasmo llaryorista debe pasar algunos obstáculos. El primero, que Schiaretti revea su decisión y decida competir. El segundo, que el exgobernador y la diputada nacional limen sus diferencias: no se hablan desde mayo de 2023, cuando Schiaretti le comunicó que la compañera de fórmula de Llaryora iba a ser la radical Myrian Prunotto.
La diputada nacional recorrió durante un año el interior provincial con el objetivo de ser la candidata a vice de Llaryora. Finalmente, fue una extrapartidaria.
Desde entonces, Natalia de la Sota no volvió a hablar con Schiaretti. Para los llaryoristas, este distanciamiento se puede resolver. “En política todo es posible”, reflexionó un integrante de la mesa chica llaryorista.
La imagen de Schiaretti que devuelven las encuestas
Mientras Juan Schiaretti trabaja en presentar para las elecciones de octubre su propio sello electoral –Hacemos–, las encuestas empiezan a advertir que los meses en el llano, lejos de la agenda pública de discusión, hacen mella en la figura del exgobernador.
Un relevamiento que circuló en los últimos días entre los peronistas cordobeses (atribuida a Management & Fit) advierte que el espacio político “peronismo de Schiaretti” tiene una alta imagen negativa y un diferencial de -29,7%, un rechazo similar al del PRO y al de Unión por la Patria.
Quizá es aún más preocupante para el exmandatario provincial la encuesta de AtlasIntel para Bloomberg, que da a Schiaretti una imagen negativa de 40 puntos, con un diferencial de rechazo de 14 puntos y con un desconocimiento de su figura todavía alto: el 34% de los argentinos no conoce al “Gringo”.
La “buena” para Schiaretti en esa encuesta (vale recordar que la consultora AtlasIntel acertó el resultado del balotaje) es que él es el dirigente nacional que menos imagen de rechazo tiene, seguido por Victoria Villarruel, que suma una negativa de 47 puntos.
Esos datos son similares a los de Delfos, que en su informe nacional de febrero, que también circuló fuerte entre los peronistas cordobeses, da a Schiaretti una imagen negativa del 43% y una regular de 25%.
Finalmente, una encuesta local hecha por Gastón Toro otorga a Schiaretti una imagen positiva de 40 puntos y una alta imagen regular: 43%.

Con esta ensalada de números, en el Centro Cívico aseguran que intentarán convencer a Schiaretti de la “necesidad” de que se atreva a liderar la lista de diputados, algo que el exgobernador no aceptaría, según hacen trascender ante cada consulta en su entorno.
Cada maestrito con sus numeritos
La etapa preelectoral es fértil para la proliferación de encuestas de todo tipo. Quienes procuran algunos de los lugares en disputa intentan saber cómo están parados y qué percepción tienen los consultados sobre ellos y sus potenciales adversarios.
Días atrás, el entorno de Rodrigo de Loredo compartió un reciente trabajo de la consultora Opiniones y Tendencias –que habitualmente mide para el radical– donde se traza un panorama medido en las primeras semanas de marzo. “Este estudio incorpora la evaluación de los cordobeses tras el ‘impuestazo’ de Llaryora”, remarcan cerca del presidente del bloque de la UCR en Diputados.
Según este sondeo, la aprobación de los consultados a la gestión de Llaryora ronda el 35%, con apenas un 5,4% de valoración “muy buena” y un 29,1% de “buena”. La negativa ante la misma consulta escala a 36,7% (“mala”) y a 24,6% (“muy mala”).
El mismo trabajo, realizado de manera online y con el sistema Cawi, tiene a De Loredo como el mejor posicionado en imagen entre los dirigentes de la provincia. Sumando las ponderaciones muy buenas y buenas, el radical llega al 48%, mientras que Luis Juez tiene 43%, Llaryora, 35% y Daniel Passerini, 29%.
Estos números contrastan con los que maneja el Panal. En los sondeos que encarga y difunde la Provincia, Llaryora está muy por encima de estos valores. Y en la puja opositora, Juez supera por algunos puntos a De Loredo.