La actividad de la Municipalidad de Córdoba sigue resentida por las asambleas y el quite de colaboración de los empleados. Aunque muchas prestaciones administrativas se resuelven de forma digital, las que dependen de la atención presencial –en especial, las de Salud y Educación– tienen fuerte afectación. Esa es la principal consecuencia del conflicto salarial que enfrenta a la administración de Martín Llaryora y al gremio de los municipales (Suoem).
El viernes, los 9.759 empleados y los 518 funcionarios municipales cobraron sus sueldos. La liquidación no incluyó aumentos, porque las partes se encuentran muy lejos de un acuerdo paritario.
El Suoem pretende una suba remunerativa del 30 por ciento con el salario de mayo –en compensación de la inflación acumulada en el semestre pasado– y tres aumentos del 11,4 por ciento en julio, septiembre y noviembre, con cláusula de revisión en octubre. El pedido supera el 64 por ciento anual.
La oferta salarial de la administración Llaryora está muy lejos de esa cifra. Tal como ocurrió en los últimos dos años, el Ejecutivo ofreció inicialmente la compensación de la inflación pasada. La negociación se interrumpió tras el intento gremial de cortar la Vuelta Ciclística del domingo pasado. Esta semana no hubo ningún avance y, en cambio, el Suoem anunció una profundización de las medidas de fuerza que ya venía aplicando.
Para la semana próxima, se anunciaron asambleas de dos horas por turno, quite de colaboración y protestas callejeras. El jueves próximo, en tanto, habrá una nueva asamblea general.
La administración Llaryora ratifica su negativa a pagar el incremento que pretende el gremio. El equipo negociador, encabezado por la secretaria General, Verónica Bruera; el secretario de Economía, Guillermo Acosta, y el de Gobierno, Miguel Siciliano, supone que la negociación continuará la semana próxima y todo indica que habrá una mejora de la oferta. Las negociaciones de los otros gremios y las expectativas de inflación del propio Banco Central son argumentos a favor del Suoem.
No obstante, rige en el municipio la orden de no comprometer aumentos salariales que afecten la partida de obras públicas.
El otro punto en cuestión es la magnitud de los sueldos municipales. Pese a haber sufrido una reducción en 2020, el salario bruto promedio de los empleados fue en abril de 206.844 pesos y el de los funcionarios, de 273.336 pesos.