La Libertad Avanza y el PRO salieron a respaldar desde lo político el acuerdo que el Gobierno nacional alcanzó con el FMI, y que implica una devaluación cuyo porcentaje inicial se sabrá este lunes, cuando abran el mercado del dólar.
“Lo que puede pasar está perfectamente establecido. El dólar oscilará entre 1.000 y 1.400 pesos durante este mes, y luego las bandas se ajustarán 1 por ciento mensual. No debería haber incertidumbre”, dijo este sábado Guillermo Francos, el jefe de Gabinete.
Y, poniendo toda la carne en el asador, vaticinó: : “El dólar se moverá dentro de bandas, pero el mercado ya venía funcionando así con los dólares financieros. No es una devaluación, es formalizar algo que ya venía sucediendo”.
Así, marcó la narrativa oficialista, que chocó de frente con la ofensiva opositora liderada por Cristina Kirchner y su estilo chicanero “che Milei”.
“¡Al final, lo mismo de siempre! El Fondo te obligó y te mandaste una devaluación de casi el 30%”, escribió la expresidenta, quien enfrenta su propia tormenta interna por la rebelión de Axel Kicillof y los gobernadores peronistas.
Cristina también cuestionó el momento elegido por el Gobierno para anunciar la medida económica: “Te mandaste una ‘deva’ el mismo día que se te disparó la inflación al 3,7%... ¿3,7%? ¡Andá! Vos sabés que en la calle se siente otra cosa. Todo esto con el dólar pisado y el ajuste más grande del que se tenga memoria sobre jubilados, salarios y provincias”, remarcó.
“¿Me querés decir de qué te sirvió la motosierra, hermano? Porque está claro que tu plan -si es que tenías uno- falló”, dijo la expresidenta quien recordó aquella advertencia: “El problema no eran los pesos… el problema eran los dólares que no tenés y que le tuviste que pedir prestado al Fondo”.
Francos salió a cruzarla: “Puede que un día esté más cerca de 1.400, y luego baje. Lo importante es que hay suficientes dólares en relación a los pesos circulantes, por lo que no hay riesgo de corridas cambiarias”, sostuvo.
Además, acusó a Fernández de “fomentar la caída del Gobierno”. Además, consideró que “está enardecida contra el Gobierno de Javier Milei” y sostuvo que “la pifió de nuevo”.
“Este tema lo venimos hablando hace ocho meses con el Fondo. Es parte de un plan trabajado con disciplina y consenso”, insistió Francos, pese a que hay un consenso entre distintos economistas que éste no era el “plan A” de Milei.
Otras voces de la batalla
Salió a respaldarlo Mauricio Macri, quien enfrenta una fuga de dirigentes del PRO hacia La Libertad Avanza. En ese contexto, se sumó exultante a la narrativa libertaria: “El cambio recién comienza. La salida del cepo es el paso 1, ninguno de los países de América Latina lo tiene. Es algo maravilloso para la Argentina porque empieza una nueva etapa, pero es la base y hay que seguir adelante para desarrollarnos, mejorar los métodos y la institucionalidad”, dijo el expresidente.
Con esta celebración por el acuerdo con el Fondo, la batalla entre el PRO y LLA quedaron en stand by, más allá de la disputa descarnada que habrá entre libertarios y amarillos en la ciudad de Buenos Aires el próximo 18 de mayo, en la elección parlamentaria.
“Es un gran día para la Argentina, es un paso adelante hacia la normalidad. Estoy muy contento, todos estábamos desesperados por sacárnoslo de encima. El cepo es un freno para el crecimiento y habrá una disrupción inicial, pero es un paso adelante”, completó Macri, que se encargó de elogiar tanto al ministro Caputo como al presidente del Banco Central, Santiago Bausili: “Son dos personas muy valiosas. Así que habrá que seguir acompañando”, ordenó Macri a su tropa.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien desafía abiertamente el liderazgo de Macri en el mundo PRO, hizo valer su pertenencia al Gobierno y contó que puertas adentro del poder la decisión de levantar el cepo se celebró “como el penal de Montiel en la final del Mundial”.
“Se tomó con mucha alegría. En el momento en que (Luis) Caputo anunció que se levantaba el cepo estábamos todos unidos, mirándolo, con el Presidente y hubo un aplauso cerrado. Fue una explosión de alegría muy importante”, contó Bullrich desde la intimidad de la Casa Rosada, una forma de recordarle a los amarillos que es ella quien está cerca del Presidente, no Macri. La pelea de fondo es el armado del espacio no peronista que viene.
Sin embargo, Bullrich también dijo que la prioridad del Gobierno en la elección porteña es “ganarle al kirchnerismo”, una forma de apaciguar los ánimos en el electorado compartido del PRO y LLA.
El acuerdo entre el FMI y el Gobierno también sosegó la disputa del peronismo bonaerense, fracturado entre cristinistas y quienes responden al gobernador Áxel Kicillof: el rechazo es un punto en común en la interna que amaga con ser despiadada.
“El Presidente balbucea penosamente la confesión de su fracaso”, arrancó el gobernador de Buenos Aires su crítica:. Y agregó: “Mientras se agrava la inflación y continúa cayendo el consumo, Milei celebra más deuda, ajuste y sumisión al FMI”.
“Tras destruir jubilaciones y salarios, paralizar la obra pública y la producción, secuestrando los recursos de las provincias, el Presidente (estafador de fama mundial) intenta vender como éxitos lo que en realidad son pésimas noticias para el pueblo. Más deuda, desigualdad, ajuste y represión... la farsa y la tragedia se repiten, pero el futuro no es de Milei, el futuro es del pueblo”, escribió Kicillof.