Como en un loop, un sector del radicalismo vuelve a ser cooptado por otra fuerza política: esta vez, La Libertad Avanza sumó a su estrategia a cinco radicales, entre quienes está el cordobés Luis Picat, una de las apuestas de Rodrigo de Loredo para renovar a la Unión Cívica Radical.
Vale recordar qué decía De Loredo de Picat hace menos de un año, en la previa de la elección que llevó al exintendente de Jesús María a la Cámara de Diputados: “Exitoso en lo privado, más aún en lo público. Luis nos recuerda como nadie que la política es un servicio público”.
Este miércoles, Picat dio vuelta su voto y avaló el veto que rechaza la ley de movilidad jubilatoria que él mismo había impulsado en junio; un cambio que dejó en offside a su jefe político y jefe de bloque.
De Loredo se agarró la cabeza en el recinto cuando uno de los diputados de su bloque –el tucumano Mariano Cantero– intentaba justificar su cambio de bando en pocas semanas. Como pudo, el jefe de bloque radical intentó sostener la movilidad jubilatoria.
Aunque Picat no habló en el recinto, sí se expresó por redes sociales, y hasta acusó a sus correligionarios de ser funcionales al kirchnerismo, una chicana guionada que también usaron los bloques de La Libertad Avanza y del PRO: “No se debate el haber jubilatorio. Se pone en discusión la gobernabilidad. Si la UCR y los sectores dialoguistas adquieren el hábito de construir mayorías con el kirchnerismo para imponerle políticas públicas al Poder Ejecutivo Nacional, corre peligro el equilibrio fiscal”, escribió Picat en sus redes sociales.
Marcos Ferrer, el presidente electo del radicalismo cordobés, salió a respaldar a De Loredo: “Es una propuesta racional y prudente, que sólo afecta el 0,4% del PBI”, dijo respecto del aumento del 8% a los jubilados y la nueva fórmula de cálculo.
“Desde el radicalismo de Córdoba acompañamos a Rodrigo de Loredo”, explicitó Ferrer. Sin embargo, no aclaró si luego que él se siente en el tercer piso de la Casa Radical habrá algún trámite sancionatorio para Picat, afiliado en el circuito Jesús María.
La Convención Nacional de la UCR, que comanda Gastón Manes, y el Comité Nacional del partido, a cargo de Martín Lousteau, reclamaron la actuación del Tribunal Nacional de Ética para que analice el comportamiento legislativo de Picat y los otro cuatro diputados radicales que votaron junto a La Libertad Avanza y en contra de lo dispuesto por el partido.
Pero el radicalismo de Córdoba no tiene antecedentes en sancionar a dirigentes que se cruzan de bando: Antonio Rins fue candidato a vicegobernador de Luis Juez en 2007 y lideró un grupo llamado “Radicales J”; en 2019, Mario Negri fue candidato a gobernador de Córdoba Cambia y enfrentó a Ramón Mestre, que iba con la Lista 3; y en 2023 Myrian Prunotto se transformó en vicegobernadora de Córdoba de la mano de Martín Llaryora.
Rebelión en el bloque
Al finalizar las sesión, De Loredo había anticipado que no habría sanciones ni reproches públicos para los diputados que jugaron este partido con la camiseta de La Libertad Avanza. Incluso, no descartaba nuevos pases cuando se debata el Presupuesto del año que viene y los gobernadores vuelvan a meter mano en el Congreso.
Pero tras la fuga de los radicales, los otros dos sectores internos del bloque radical reclamaron un “replanteo y reordenamiento”.
Impulsados por Facundo Manes y Carla Carrizo –que responde a Lousteau–, 11 de 33 integrantes del bloque radical reclamaron que “quienes eligieron transitar otro camino lo transiten, y reafirmando los valores de la identidad radical”.
“No nos resignamos a que la opción sea regresar al pasado o adoptarnos a un presente que se construye con una práctica autoritaria. Tenemos el deber de construir una alternativa para el futuro”, dice el comunicado que se interpretó como un “golpe blando” a la conducción de De Loredo.
Otras voces radicales
La diputada nacional Soledad Carrizo, cercana al llamado Grupo Malbec, que comanda el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, mantuvo su voto de junio y rechazó el veto presidencial. Aunque se había especulado que podría ser parte del grupo que jugó junto a Milei, la propia diputada había anticipado a La Voz que no votaría con La Libertad Avanza.
“El fin no justifica los medios, y mantener el déficit fiscal en cero es solo una parte del camino para superar la crisis en nuestro país. He contribuido ofreciendo alternativas y promoviendo consensos para sostener la ley de movilidad jubilatoria, pero los enfoques extremos, que reducen todo a blanco o negro, siempre terminan perjudicando a los argentinos. En esta ocasión, los jubilados han sido los afectados”, dijo la dirigente del norte cordobés.
Su par Gabriela Brower de Koning, también de la estructura de De Loredo, al momento de justifica el rechazo al veto de Milei, dijo “Hoy tenemos que elegir entre: un decreto lleno de errores legales o una ley construida con consenso y evidencia. Elegimos entre abandonar a nuestros mayores o defender su dignidad; entre priorizar a quienes más lo necesitan o seguir postergándolos. Elegimos entre la insensibilidad y la justicia distributiva”.
El PJ cruzó a De Loredo
Pero el jefe radical recibió fuego cruzado del oficialismo cordobés. Una semana atrás, La Legislatura provincial había sancionado por unanimidad un proyecto de declaración a través del cual instó a los diputados nacionales por Córdoba a rechazar el veto del presidente de la Nación, Javier Milei, a la ley de movilidad previsional.
El jefe de bloque de Hacemos Unidos, Miguel Siciliano, cargó contra los radicales: “¿Quiénes son los radicales? ¿Los que en Córdoba hablan a favor de los/as jubilados con discursos y más discursos, o los que votan a favor del veto de la ley que ellos mismos escribieron y que el presidente vetó?”.
Y remarcó: “Acá reclaman cosas imposibles de cumplir, mientras que en Buenos Aires votan el veto a la ley. Acá, en Córdoba, jamás nos ayudaron a reclamar a la Nación lo que nos deben y es de nuestros jubilados con la Caja. Acá sólo tiran piedras y hacen videítos insultando, mintiendo y agraviando a nuestro Gobierno”.
