¿Qué resultado obtendría el PRO si va solo en Córdoba en las elecciones del año que viene? ¿Qué pasaría si La Libertad Avanza decidiese participar en estado puro, sin otras fuerzas políticas de aliadas? ¿Qué harían ante ese posible escenario los integranrtes de lo que hasta 2023 fue Juntos por el Cambio, como el radicalismo y el juecismo?
Estas preguntas son apenas algunas de muchas que flotan en el aire en la política cordobesa en momentos en que todos los partidos políticos empiezan a precalentar motores para la disputa electoral de medio término del año próximo.
El relanzamiento político y público del expresidente Mauricio Macri y del PRO, aliados clave del gobierno de Javier Milei, generó movimientos en las bases del partido “amarillo”, pero también dentro de las fuerzas que integraron Juntos por el Cambio.
Macri lucha para que su figura y la de su partido no terminen subsumidos por La Libertad Avanza, la fuerza que lidera Milei y su hermana Karina, estratega en jefa de los armados del oficialismo para las legislativas de 2025.
En Córdoba, donde el libertario le hizo una de las diferencias más grandes a Sergio Massa en el balotaje y donde el apoyo al Presidente aún sigue por encima de la media nacional, la expectativa se centra en la decisión que tomará la Casa Rosada sobre el modo en que afrontará las próximas elecciones.
La orden que recibió hace unos meses el diputado libertario Gabriel Bornoroni de parte de Karina Milei y de “Lule” Menem no cambió en absoluto: estructurar un proyecto “puro” con el mayor grado de independencia posible del resto de las fuerzas provinciales. Con la autonomía que representa tener el reconocimiento de la Justicia Electoral en el bolsillo, Bornoroni trabaja en la línea trazaza desde Buenos Aires.
Los principales dirigentes del PRO local están al tanto de ese precepto infundido para Córdoba, y hay inquietud por cómo impactaría en el caso de confirmarse el año próximo. “Si el gobierno sigue fuerte como hasta ahora y Karina decide jugar sola, vamos a tener un gran problema”, reconoce una voz partidaria e influyente.
El recuerdo fresco del pésimo desempeño electoral del PRO en las elecciones municipales de Río Cuarto es un antecedente incómodo y una advertencia de lo que podría pasarle a ese partido si compite en soledad el año que viene.
“¿Por qué el oficialismo cedería lugares en las listas si puede ganar sin depender de nadie, y poniendo a leales que le van a responder sin tener que negociar nada en el Congreso”, se pregunta otro “amarillo” cordobés que imagina un escenario muy difícil para su partido para lo que viene. Y acota: “No la veo a Karina haciendo un Juntos por la Libertad. La idea de ella hoy es ir solos”.
Cerca de Patricia Bullrich, quien postula desde hace meses una fusión directa del partido que presidió con los libertarios, creen que sería un “grave error exponer” al PRO a tener que enfrentarse con La Libertad Avanza. “Eso es lo que Macri no ve. Cree que el partido puede resurgir, pero la gente ya eligió un cambio más fuerte y nítido que encarna Milei”, acotan.
En la dirigencia macrista cordobesa hay una mirada distinta. La concejala Soher el Sukaria y las intendentas Sara Majorel, de Marcos Juárez, y Adela Arning, de Mendiolaza, fueron la representación provincial en el acto de Macri en Caba. “Tenemos la experiencia en la gestión que los libertarios no tienen. Eso tiene un valor”, plantean desde ese espacio. Y agregan: “Hay dos posibilidades: competir en las Paso o hacer una alianza, pero para eso ellos tienen que querer”.
Reglas en debate e interna local
La escena de incertidumbre se complejiza aún más si se suman las indefiniciones que surgen por proyectos de reforma política que ya fueron presentados en el Congreso. Un panorama es con Paso y otro sin. El Gobierno quiere eliminarlas bajo el pretexto de que son costosas, pero lo cierto es que también pretende darlas de baja porque las primarias son un ordenador importante para la oposición. La intención del oficialismo, sin embargo, choca por el momento con el sentir de una mayoría legislativa que prefiere que las Paso sigan activas.
El PRO cordobés tiene, además, una interna provincial que le impide avanzar de manera más ordenada. Oscar Agost Carreño, el presidente del partido, es cuestionado por la mayoría de la dirigencia por haberse alejado del bloque “amarillo” en Diputados y, en cambio, ser parte de Hacemos Coalición Federal, la bancada que lidera Miguel Ángel Picheto y donde están los legisladores que respoden a Martín Llaryora y a Juan Schiaretti.
Agost Carreño estuvo en la primera fila del acto de relanzamiento del PRO en Capital Federal. “Los macristas azuzan con la intervención a Agost Carreño, pero lo cierto es que la orden nunca bajó hasta ahora”, acotan conocedores de la interna.
