Durante los 40 años de la democracia moderna, el peronismo ha sido la principal fuerza política en todo el territorio nacional. En todas sus variantes, sociedades y alianzas, siempre tuvo en su poder más del 50% de las provincias. Con más o menos presencia, manejó la mayoría de los distritos electorales por sobre el resto de los partidos y coaliciones.
Pero ese escenario está cambiando y, por primera vez desde 1983, el PJ quedará en inferioridad de condiciones respecto de la oposición.
Agrupada en Juntos por el Cambio y sus variantes, el radicalismo, el PRO y la Coalición Cívica ya conquistaron el poder en siete provincias, y podrían llegar a 10 el año que viene. Un número inédito para la principal oposición al PJ a lo largo de la historia argentina.
El peronismo, que en la democracia moderna nunca había bajado de tener al menos 12 provincias bajo su signo político, enfrentará lo que viene –de lograr los mejores resultados posibles en las próximas elecciones que faltan– con menos de 10 distritos bajo su mando.
Con una aclaración pertinente: no está Córdoba en esa lista, embarcada desde hace ya varios años en un proyecto propio (el del “partido cordobés”) que incluye al peronismo como accionista mayoritario, pero que conforma una alianza amplia y que, además, lleva años enfrentado al PJ de Cristina Kirchner y de Sergio Massa.
Años
En la totalidad del tiempo transcurrido desde el regreso de la democracia, y contando todas las provincias, el PJ tuvo el poder en 605 años. El cálculo –algo arbitrario– no sirve más que para dimensionar la magnitud del despliegue territorial que ha tenido el PJ.
Sus mejores años fueron entre 2011 y 2012, en el apogeo de Cristina, cuando llegó a tener 19 provincias bajo su control, mientras que los peores se produjeron después de la dictadura, entre 1983 y 1987, período en el que gobernó “sólo” 12 provincias y cuando Raúl Alfonsín prometía cambiar la historia.
En segundo lugar aparece la UCR, en sus diferentes variantes y sociedades (con el Frepaso, y con el PROy la Coalición Cívica), que suma 182 años con poder en las provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Tuvo varias malas etapas. Por ejemplo, entre 1987 y 1991, con apenas dos provincias, producto de la hecatombe del alfonsinismo; mismo número del período entre 2012 y 2015, con el kirchnerismo aún muy fuerte.
Las terceras son las fuerzas provinciales, que también tienen su impronta (por ejemplo, el Movimiento Popular Neuquino mantuvo la gobernación hasta este año). Han sumado 155 años de poder.
Sin dejar de mencionar las intervenciones federales, que sufrieron Corrientes, Santiago del Estero y Catamarca.
El nuevo mapa
El triunfo del senador radical Alfredo Cornejo, el pasado domingo, le dio a Juntos por el Cambio no sólo su séptima victoria provincial en el año, sino que también le permite potenciar el envión de cara a las elecciones presidenciales y además convalidó la reconfiguración del mapa de poder que determinará la convivencia política en los próximos años.
Por eso, el domingo por la noche, junto a Cornejo estuvo Patricia Bullrich, candidata a presidenta por la coalición, que busca empaparse de victorias locales para llegar potenciada al 22 de octubre. La dirigenta entiende que eso puede beneficiarla.
Mendoza llegó una semana después del batacazo del radical Leandro Zdero en la provincia de Chaco, donde se impuso con más del 46% de los votos sobre Jorge Capitanich, que buscaba su reelección en una provincia donde el peronismo gobierna desde hace 16 años.
El próximo 22 de octubre, cuando se realicen las generales nacionales, también se elegirá gobernador en Entre Ríos, en Buenos Aires, en Catamarca y al jefe de Gobierno en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
De esos distritos, Caba parece victoria asegurada y la provincia de Buenos Aires promete final abierto.
Y además, la expectativa de Juntos por el Cambio es también quedarse con Entre Ríos, donde el exponente del PRO Rogelio Frigerio se impuso en la interna y consiguió que la coalición fuera la más votada en las Paso.
Con la reciente victoria en Mendoza, Juntos por el Cambio se convirtió en el espacio con mayor poder territorial al sumar siete gobernaciones: la de Cornejo, junto con la de Zdero en Chaco; la de Maximiliano Pullaro en Santa Fe; la de Ignacio Torres en Chubut; la de Marcelo Orrego en San Juan; la de Carlos Sadir en Jujuy, y la de Claudio Poggi en San Luis.
En tanto, el oficialismo nacional, representado por la coalición Unión por la Patria, ganó en cinco provincias. En La Pampa con Sergio Ziliotto; en La Rioja con Ricardo Quintela; en Tucumán con Osvaldo Jaldo; en Formosa con Gildo Insfrán y en Tierra del Fuego con Gustavo Melella.
Además, UP contará con gobernadores aliados en Salta, donde se impuso Gustavo Sáenz, de relación estrecha con Sergio Massa; y en Misiones, donde ganó Hugo Passalacqua con el Frente Renovador de la Concordia.
El mapa se completa con la presencia de las fuerzas provinciales, como es el caso de Santa Cruz, donde el sindicalista petrolero Claudio Vidal desplazó a Alicia Kirchner; de Río Negro, donde Alberto Weretilneck emprenderá un tercer mandato, y de Neuquén; donde Rolando Figueroa, el dirigente promovido por Mauricio Macri, desplazó al MPN tras 60 años de hegemonía.
Y está Córdoba, como se mencionó, con Martín Llaryora, que, si bien es peronista, está enfrentado a la gestión de Alberto Fernández.
Lo que viene
La contienda en los distritos restantes determinaría una nueva distribución de poder inédita desde el retorno de la democracia. Si Juntos por el Cambio, como se prevé, gana Caba con Jorge Macri y además consigue el triunfo en Entre Ríos, tendrá el control de 10 territorios, mientras que el PJ puro –aliado al oficialismo– quedará replegado en seis provincias si el bonaerense Axel Kicillof consigue su reelección.
En este repaso, no aparece el nombre de Javier Milei ni de La Libertad Avanza, que viene haciendo tímidos intentos de lanzar candidatos propios en las provincias y que, como resultado, ha obtenido magras cosechas en las urnas (por ejemplo, en Córdoba, sus dos variantes sumaron apenas el 3% de los votos en las últimas elecciones).
32 años de presidentes peronistas
Desde el regreso de la democracia, Argentina tuvo 13 presidente. El 77% (10) fueron peronistas. Del resto, dos pertenecían a la Unión Cívica Radical y el restante, al PRO.
En números, eso significa que el PJ superó los 32 años en el poder, contra siete años y medio del radicalismo y cuatro de Cambiemos.
El presidente que más duró en su cargo fue Carlos Saúl Menem, con 3.851 días al frente del Ejecutivo nacional, seguido por Cristina Kirchner, con 2.545. El tercero fue Raúl Alfonsín, con 2.037 (vale recordar que entregó el poder antes de lo previsto por la crisis económica que afrontó su gobierno).
En ese escenario, la aparición de Javier Milei es la gran novedad del escenario electoral, porque nunca un dirigente sin estructura partidaria y por fuera del peronismo y de la oposición radical o macrista había tenido chances de llegar a la Rosada.
El 22 de octubre, la democracia moderna tendrá entonces un desafío inédito que les presenta a los argentinos tres propuestas políticas con chances similares.