Al último tramo de la campaña en la ciudad de Córdoba, los dos principales candidatos a intendente que polarizan las expectativas de los capitalinos lo recorren con distintas estrategias electorales: el oficialista Daniel Passerini se aferra a mostrar la gestión, con el apoyo del intendente y gobernador electo Martín Llaryora, mientras que el opositor Rodrigo de Loredo recibió este martes el respaldo de la precandidata presidencial Patricia Bullrich.
Aunque repitiendo las críticas hacia su principal rival por el tema de los dos candidatos de su lista que tienen familiares directos involucrados en causas de narcotráfico, en las últimas horas, Passerini priorizó cuestiones de gestión, como el transporte y enumerar las obras que impulsó la gestión del intendente Llaryora.
El candidato oficialista respondió las críticas de De Loredo a la gestión del transporte urbano. El opositor prometió una nueva licitación.
“Ellos hicieron un pliego que le regaló gran parte de la concesión del servicio a una empresa de otra provincia”, cuestionó Passerini.
Cuando dice “ellos”, el candidato peronista trata de ligar a De Loredo con la gestión de otro radical, Ramón Javier Mestre.
“La Tamse era una empresa desquiciada cuando la gobernaba su espacio, ellos hicieron un pliego que regaló gran parte de la concesión del servicio a una empresa de otra provincia. Ahora la empresa municipal tiene 210 coches nuevos, equipados con rampas, wifi, aire acondicionado y cámaras de seguridad”, recordó Passerini.
“De Loredo debe explicar por qué trajeron empresas que prometieron un montón de cosas, le dieron prácticamente toda la concesión y nosotros tuvimos que llegar para empezar a resolver esos problemas. Por suerte el pliego, que ellos dejaron, se termina a fin de año. Nosotros planteamos un sistema de transporte mucho más moderno, metropolitano”, cerró su propuesta el candidato de Hacemos Unidos por Córdoba.
Más allá de las propuestas y la gestión municipal, Passerini se mostró este martes con Llaryora y el gobernador Juan Schiaretti, durante una recorrida por la urbanización del barrio Los Artesanos, en el sureste de la Capital.
El apoyo del gobernador electo y del precandidato presidencial será otro de los ejes de los últimos dos días de campaña, y sobre todo el cierre, de jueves.
Tanto el próximo gobernador, como el actual, vienen remarcando la “continuidad del equipo”, en referencia a que Llaryora sucederá a Schiaretti en diciembre y deberá coordinar medidas con el próximo intendente capitalino.
Como una cuestión política, Passerini reiteró que De Loredo aspira a ser el próximo referente de la oposición a Llaryora.
“Hay un candidato que está más pensando en ser el próximo candidato a gobernador que en gobernar la ciudad. Con Martín (Llaryora) ya demostramos que trabajando en conjunto podemos mejorar la ciudad. Es lo que seguiremos haciendo si la gente me vota el domingo”, concluyó el candidato oficialista.
Passerini recibió en los últimos días el respaldo de todos los sectores del sindicalismo cordobés. Anoche, cerró la jornada con un acto del gremio de los Gastronómicos, en el hotel Quinto Centenario, donde concurrió acompañado por Llaryora, como ocurrió a lo largo de toda la campaña y como terminará el jueves con el acto de cierre, también con la presencia del gobernador Schiaretti.
De Loredo, nacionalizado
En el último tramo, De Loredo apuesta a “consolidar la ventaja” de la mano de figuras nacionales. El martes, en la plaza General Urquiza de barrio San Vicente, estuvo junto a Patricia Bullrich, una de los precandidatos a presidente de la coalición opositora. Al desembarcar en “la república”, Bullrich dijo que Juntos por el Cambio viene en “una ola de crecimiento que se nota”, y que, en ese marco, De Loredo es “la persona indicada en el momento indicado”.
Bullrich gambeteó la respuesta cuando le consultaron qué opinaba de sostener en la lista a la candidata Jessica Rovetto Yapur, cuya pareja está procesada en una causa federal, acusada de, presuntamente, integrar una banda dedicada al narcotráfico de marihuana, investigación en la que también hay un capítulo de lavado de dinero. Dijo que no tenía información.
Ante unas 150 personas entre vecinos y dirigentes como Luis Juez, Mario Negri, Oscar Aguad y Miguel Nicolás, De Loredo rompió el frío de la siesta en San Vicente con un “ladran, Sancho, señal de que los que vienen detrás son unos perros”, una chicana al peronismo capitalino.
Rodeado de manzanas, reiteró la muletilla de los últimos días: “Intentaron llevarnos a un lodazal, pero no les dimos bola”, dijo en clave de queja al peronismo por el embate contra los dos candidatos a concejales, la mencionada Rovetto Yapur y Cristian Chesarotti, un deloredista puro mencionado en una causa de narcomenudeo. Lodazal es la palabra de moda en el mundo De Loredo.
No pasó inadvertido el sutil cambio discursivo de De Loredo, en consonancia con el de Bullrich. Dijo que su triunfo, el domingo, será parte del “efecto dominó” de Juntos por el Cambio, una analogía de lo que pasó en Santa Fe y en San Luis, ambas victorias construidas por aliados de Horacio Rodríguez Larreta; un escalón más de “la batalla cultural” de la coalición opositora.
En medio de vítores y aplausos, Bullrich subió al atril blanco para bancar a De Loredo y su propuesta de pedir el traspaso de 10 mil policías a la órbita municipal.
La propuesta, se sabe, es inconducente porque el gobernador electo, Martín Llaryora, ya la bloqueó al calificarla de “huevada atómica”, un punto discursivo de no retorno, más con la lapicera del veto guarda en el cajón del principal escritorio del Centro Cívico.
Una escaramuza verbal protagonizada por dos vecinas que irrumpieron a los gritos con críticas al Gobierno de Mauricio Macri aceleró el final del discurso de Bullrich. Las mujeres no se identificaron con Martín Llaryora ni con Daniel Passerini, sólo criticaron la gestión de Macri y el aumento de la pobreza en ese período.
El desembarco de De Loredo en San Vicente también sirvió para medir la intensidad de respuesta que dará Hacemos Unidos en el último trecho de la campaña.
Minutos después de finalizado el acto, Santiago Gómez, director del CPC de ese barrio, publicó un tuit en el que habló de “manzanas prohibidas”, en alusión a los dos candidatos a concejales rozados en causas de narcotráfico.
