La CGT nacional envió a Córdoba a un delegado normalizador, planteando una encrucijada para el movimiento sindical cordobés: unificar la CGT local que hoy conduce José “Pepe” Pihen o vendría una intervención para normalizar la central obrera local.
Horacio Otero, delegado normalizador de la Secretaria del interior de CGT nacional, mantuvo el lunes pasado un almuerzo con más de 50 gremios cordobeses.
En ese encuentro, que se realizó en el camping de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el delegado nacional fue terminante: dio un plazo de un mes para lograr una lista de unidad, caso contrario la CGT nacional designará a un interventor en Córdoba.
Detrás de esta amenaza de intervención, hay una fuerte pulseada entre Pihen, histórico líder del Sindicato de Empleados Públicos (SEP), y dos gremialistas que representan a los sindicatos industriales y privados: Rubén Urbano, titular de la UOM-Córdoba, y Pablo Chacón, referente del poderoso gremio de Comercio, que encabezan el Movimiento de Trabajadores de Córdoba.
En los últimos 15 años, la CGT Regional Córdoba no pudo lograr la unidad por las diferencias entre los gremios que lideró Pihen, un dirigente delasotista, cercano al Gobierno provincial, y los sindicatos kirchneristas que en su momento fundaron la CGT Rodríguez Peña, Nacional y Popular, que encabezaron Mauricio Saillen (Surrbac); Gabriel Suárez (Luz y Fuerza) y Rubén Daniel (Sueom).
Ahora es escenario es distinto. Pihen sigue cerca del Gobierno de Córdoba, además es legislador provincial, pero la diferencia es que Chacón y Urbano, también son peronistas con llegada al Centro Cívico.
Fundamentalmente, el titular del gremio de Comercio, que tomó distancia del Frente Renovador de Sergio Massa para reestablecer vínculos políticos con el PJ provincial, en especial, con la senadora nacional Alejandra Vigo.
Urbano fue enfático en admitir ante La Voz que la embestida es contra Pihen, aunque aclaró que no se trata de una “cuestión personal”.
“Se cumplen ciclos y no tenemos nada personal contra Pihen. Nosotros creemos que debe haber una CGT Regional Córdoba unida y renovada, conducida por dirigentes activos que representen a la industria y a la producción. Respetamos a los gremios estatales, pero ellos tienen una estabilidad que no gozan otros sectores privados”, dijo tajante el titular de la UOM cordobesa.
Pihen evitó hablar sobre la interna del sindicalismo cordobés. Aunque otro gremialista que le responden aseguró que al actual titular de la CGT cordobesa tiene el apoyo de 70 gremios, de los cuales 54 son confederados, es decir, que tienen representación en la CGT nacional.
El titular de la CGT cordobesa sabe que vienen por él. Desde su entorno comentaron a este medio que no fue invitado a la reunión que Otero encabezó en el camping de la UOM, pero Pihen se enteró y fue acompañado por varios gremios que le responden.
Más allá de las críticas que apuntaron al actual secretario general de la CGT local, Urbano manifestó que hay diálogo con Pihen y que hasta fin de mes hay plazo para lograr la unidad.
“Sería un grave retroceso que viniera un interventor nacional. Por eso, los gremios cordobeses tenemos la obligación moral de conseguir la unidad”, expresó Urbano.
Un triunvirato
Ante las diferencias que existen entre los dos sectores, una posibilidad que puede madurar es que la CGT Córdoba sea conducida por un triunvirato, como ocurre a nivel nacional.
De ese modo, podría haber un representante de la actual conducción de la central obrera, otro que responda al sector que lideran Urbano y Chacón, y un tercer dirigente o una gremialista que no pertenezca a ninguno de los grupos enfrentados.
El triunvirato es una posibilidad que puede crecer en los próximos días, pero Urbano fue enfático en remarcar que junto a los gremios que lo acompañan tratarán de evitar que Pihen siga en la conducción de la CGT, aunque sea tripartita.
“Insisto en que no es una cuestión personal, pero Pihen ya se jubiló y creemos que debe haber lugar para dirigentes gremiales que estén activos. La CGT Córdoba necesita una renovación y la próxima conducción la debe reflejar”, opinó el dirigente metalúrgico.
En este contexto, Otero, el delegado normalizador enviado por la conducción nacional, sugirió la conformación de una comisión integrada por seis representantes de gremios para comenzar a trabajar una lista de unidad.
No se conoce quiénes serán esos seis dirigentes, pero Urbano y Chacón sostienen que Pihen no debería integrar esa comisión.
Detrás de esta embestida contra Pihen, también hay contexto político: el titular de la CGT cordobesa y legislador provincial no tiene un respaldo explícito en la CGT nacional.
En un intento por fortalecer su conducción, Pihen sumó a la central obrera cordobesa a las agrupaciones piqueteras, enroladas en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep). “Fue la primera CGT del país en reconocerles un lugar”, enfatizó Pihen, en la movilización del viernes pasado, para conmemorar el Día del Trabajador. Esto no habría caído bien en la CGT nacional, que mantiene un enfrentamiento con los movimientos sociales.
Mientras que el metalúrgico Urbano y Chacón (Comercio) cuentan con el apoyo de sus poderosos gremios a nivel nacional, que tienen influencia en la conducción de la central obrera de la porteña calle Azopardo.
