El aluvión de votos que Javier Milei recibió en Córdoba en el balotaje presidencial del año pasado puso a la defensiva a la mayoría de los partidos políticos cordobeses.
Hasta el poderoso PJ provincial que gobierna la provincia desde hace un cuarto de siglo (y desde 2019, también la Capital) sintió el impacto. Una gran porción de los cordobeses eligió a un outsider de la política para castigar los partidos a los políticos profesionales: “la casta”, según el discurso bélico de Milei.
A casi 10 meses del arribo de Milei a la Casa Rosada, la segunda protesta de las universidades públicas tuvo en Córdoba un respaldo casi unánime de las fuerzas partidarias locales.
Salvo los libertarios, que en la provincia recién tienen una estructura mínima, y una porción del desperdigado PRO, todos se sumaron al reclamo en contra del ajuste que el Gobierno nacional aplica en las universidades públicas.
El peronismo cordobés, que no tiene nada que ver con el peronismo nacional, el radicalismo, el Frente Cívico, el kirchnerismo, los partidos de izquierda y el vecinalismo que conduce el exlegislador Aurelio García Elorrio se pronunciaron en contra el veto presidencial a la ley sancionada en el Congreso.
Los principales dirigentes cordobeses se pronunciaron en las redes sociales, pero no se mostraron en la movilización.
El gobernador Martín Llaryora, el exgobernador Juan Schiaretti, el intendente Daniel Passerini, el senador Luis Juez y el diputado nacional Rodrigo de Loredo, por nombrar a los protagonistas de los comicios provinciales y capitalinos del año pasado, evitaron participar de la protesta callejera en la capital cordobesa.
Cada uno esgrimió diferentes motivos para no participar. Aunque, tal vez, el principal motivo para no marchar con los estudiantes haya sido el mal momento que vivió De Loredo en la protesta del 23 de abril pasado, cuando fue abucheado por algunos manifestantes.
Pronunciamientos
A diferencia de la protesta de abril pasado, en este caso, los principales partidos cordobeses hicieron pronunciamientos más concretos en contra de la decisión del Presidente de vetar la Ley de Financiamiento Universitario.
Se ha dicho y escrito mucho sobre la mesura con la cual el gobernador Llaryora marca diferencias con el Presidente. Fue un ejercicio que el mandatario provincial repitió en su pronunciamiento en las redes sociales: defendió la educación pública, pero no mencionó en ningún momento al Presidente, en su largo texto de 176 palabras en X (antes, Twitter).
La misma cautela hubo en los mensajes de Schiaretti y el intendente Passerini: los tres principales dirigentes peronistas no nombraron en sus opiniones a Milei, que vetará la norma aprobada por amplias mayorías en ambas cámaras del Congreso.
Es más. El PJ cordobés iba a ser representado en la movilización por la Juventud Peronista (JP), la agrupación juvenil peronista que participa activamente en la política universitaria.
Sin embargo, por una decisión acordada entre Llaryora, Schiaretti y Passerini, el PJ oficial de Córdoba participó con una columna, encabezada por legisladores, concejales, funcionarios provinciales y municipales.
Se sabe, luego del fuerte cruce de febrero pasado, Llaryora repensó su estrategia en la relación con el Gobierno nacional: evitar una confrontación directa con Milei, al menos mientras el Presidente siga con altos niveles de adhesión en Córdoba.
El gobernador se muestra alineado con la Nación para cuestiones de gobierno. Aunque marca diferencias con el Presidente, desde la gestión.
Para que no queden dudas, en su moderado mensaje de apoyo al reclamo de más financiamiento de las universidades públicas, el gobernador pasó el aviso que su gestión está inaugurando sedes de la Universidad Provincial en distintas ciudades del interior.
Para Milei el Estado es “criminal”, mientras que Llaryora habla todos los días de un “Estado presente”.
A nivel provincial, el PJ es el único espacio político que tiene definida su estrategia electoral para las elecciones legislativas del año próximo: competirá con candidatos propios, y será el principal rival de los libertarios.
Dudas y especulación
El resto de los partidos, entre ellos, el radicalismo y el juecismo, tienen una estrategia invadida por las dudas o la especulación electoral, respecto a los libertarios.
No saben si competirán contra los candidatos del Gobierno nacional, y el oficialismo provincial, o acordarán con los hermanos Milei. Karina es quien tendrá la última decisión sobre la estrategia electoral en cada provincia.
Luis Juez es el dirigente cordobés con mejor llegada al Presidente. Construyó una relación personal, que nadie sabe cómo terminará.
El excandidato a gobernador opositor dice que tiene un diálogo “franco” y “sincero” con Milei, pero rechazó la postura del oficialismo en algunos proyectos sensibles para el Gobierno: veto a la movilidad jubilatoria y ahora a la Ley de Financiamiento Universitario.
El senador también ya le anticipó al propio Milei que rechazará el pliego del polémico juez federal Ariel Lijo, uno de los dos propuestos por el Presidente para la Corte Suprema de Justicia.
La relación personal de Juez con Milei deberá atravesar una prueba política difícil: quienes están en el poder suelen tener altos niveles de intolerancia a las disidencias.
En tanto, el radicalismo provincial, ahora conducido por De Loredo, tiene una postura “dialoguista” con el Gobierno libertario.
Si bien el diputado fue uno de los impulsores de brindarles mayor financiamiento a las universidades públicas, evita confrontar con el Gobierno. Es una de las principales disidencias con el senador porteño Martín Lousteau, presidente del radicalismo nacional, opositor acérrimo a Milei.
El radicalismo, y sobre todo De Loredo, mantiene la sociedad política con Juez en Córdoba. Ambos no muestran sus cartas, mirando al 2025 electoral que se avecina. No descartan ningún escenario, hasta que llegue la hora de las definiciones de candidaturas, que será después del próximo verano.
La realidad del PRO cordobés es difícil de describir. Los que responden a Mauricio Macri apoyan al Gobierno nacional. Al igual que los intendentes y dirigentes que reportan a la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, más libertaria que los libertarios.
Aunque por fuera del alineamiento respecto a la Casa Rosada, hay una fuerte pulseada entre Macri y Bullrich. También están los pocos que siguen respondiendo a Horacio Rodríguez Larreta, que son críticos de Milei.
En la protesta contra el veto presidencial estuvieron casi todos los partidos cordobeses. Aunque sus referentes brillaron por sus ausencias. Por ahora, los partidos cordobeses dudan entre sumarse y enfrentar a las “fuerzas del cielo”, pensando en el año electoral que se avecina.
