En el marco del evento denominado Derecha Fest, donde el orador principal fue el presidente Javier Milei, el ministro de Salud de la Nación, Mario Iván Lugones, pasó por Córdoba aprovechó para reunirse informalmente con integrantes del sistema de salud privado y explicar aspectos de la política en la materia que viene ejecutando el Gobierno.
La reunión se desarrolló en un hotel de la zona norte de la ciudad y duró poco más de una hora, en un clima distendido pero cargado de definiciones que los interlocutores valoraron como “importantes para el futuro inmediato del sector”, según dijo a La Voz uno de ellos.
Entre los participantes estuvieron directivos del Consejo de Médicos, el Instituto Oulton, el Hospital Privado y la empresa Vital. Otros nombres no trascendieron.
Uno de los puntos más sensibles fue la extensión del perdón fiscal y tributario que rige desde 2021 para las instituciones sanitarias. Este beneficio, enmarcado en la Ley de Emergencia Sanitaria, impide que el organismo recaudador –hoy Arca, ex Afip– ejecute embargos, juicios o medidas cautelares contra clínicas, centros de salud o sanatorios mientras esté vigente la emergencia.
El plazo actual vencía el 31 de julio de este año, pero el ministro confirmó su renovación hasta fin de año. Se estima que cerca del 50% de los efectores de salud del país arrastra atrasos fiscales importantes, y muchos directamente no pagan sus tributos debido a la falta de liquidez.
Salvo casos puntuales, la mayoría de las instituciones de Córdoba están dentro del régimen especial, lo que les permite evitar demandas. Sin esa prórroga a la emergencia, miles de centros hubieran quedado expuestos a ejecuciones inminentes.
Aunque no participó de la reunión, ante una consulta de este medio, el presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Córdoba (Aclisa), Juan Graz, valoró la posibilidad de la prórroga. Insistió, sin embargo, en que se necesita una reforma de fondo para bajar los costos tributarios de la actividad “no solo por su importancia social, sino porque también son empresas donde trabaja mucha gente”, señaló.
Nada de fusión Pami y Apross
“Fue una conversación sobre política de salud”, resumió uno de los asistentes. Lugones evitó promesas, dijo que no habrá modificaciones drásticas, pero sí pidió “un cambio profundo en la cultura de la medicina” y en la manera en que el sistema gestiona su estructura administrativa y financiera.
Otro de los temas que sobrevoló la conversación fue la situación del Pami y el rumor que corría en el sector acerca de una posible asociación con el Apross, la obra social provincial.
El ministro fue terminante: “No habrá fusión ni asociación estructural”, dicen las fuentes que puntualizó. La aclaración trajo tranquilidad a varios prestadores que temían una superposición de normativas o un nuevo esquema de pagos y contrataciones.
Sin embargo, sí hubo novedades para los afiliados de Pami: el ministro habría anticipado que se analiza evitar la intermediación y permitir los contratos directos con quienes quieran atender por Pami.
En la actualidad, los beneficiarios del instituto deben recibir atención en los centros de cabecera asignados por la obra social estatal. Aunque Lugones no explicó cómo se implementaría el cambio, el concepto es avanzar hacia un modelo en el que el paciente pueda elegir al médico o centro de atención dentro de una red autorizada.
Otra definición relevante fue sobre el sistema de residencias médicas recientemente reformado por una resolución. Lugones planteó que se está trabajando en una transformación para que los médicos residentes pasen a tener vínculos laborales formales, con contrato y posibilidad de quedar como planta permanente si deciden continuar en el sistema. También aseguró que se respetarán los convenios colectivos existentes.
En paralelo, la conversación derivó brevemente hacia la situación del Hospital Garrahan, en Buenos Aires. Lugones explicó que se trata de una institución de enorme complejidad técnica, con cifras presupuestarias “impresionantes”, pero que también enfrenta problemas estructurales producto de la existencia de múltiples intereses que conviven con el funcionamiento de la atención.