La elección porteña fortaleció a Javier Milei y precipitó decisiones polémicas del Gobierno nacional en todos los frentes. Desde minimizar la injerencia de Arca para propiciar el blanqueo de ahorros ocultos, avanzar hacia la ampliación de la Corte Suprema y volver a subir retenciones a la soja y el maíz, hasta el intento de limitar las huelgas, restringir el acceso de periodistas a la Casa Rosada o el inminente lanzamiento del Paka Paka libertario.
Además, ese triunfo mileísta en Caba fue la señal de largada para el armado de las estrategias y las listas de La Libertad Avanza en todas las provincias. En Córdoba, la aceleración de los movimientos libertarios se sintió fuerte: ya no es uno sino que son dos los “armadores”.
Todavía no está claro que se trate de esfuerzos coordinados ni exentos de internas. Lo concreto es que hasta ahora Gabriel Bornoroni era el principal referente y ahora el diputado comparte ese rol con un empoderado Franco Mogetta, quien hasta hace poco fue secretario de Transporte de la Nación y antes ocupó el mismo cargo en la administración provincial de Juan Schiaretti. Uno y otro ratifican que La Libertad Avanza no hará alianzas y que los dirigentes que quieran sumarse lo harán a título individual. También reiteran que Karina Milei espera contar seis diputados propios de los nueve que se eligen en Córdoba el 26 de octubre.
El viernes quedó claro que, más allá de la inexperta dirigencia territorial libertaria, en Córdoba Milei cuenta con aliados de peso en el círculo rojo. “En ningún lugar me tratan así”, dijo el ministro Luis Caputo ante el larguísimo repertorio de elogios que le dedicó el titular de la Bolsa de Comercio de Córdoba, Manuel Tagle.
Ni siquiera la decisión de volver a subir al máximo posible las retenciones a la exportación de soja y maíz generó el más mínimo reproche de un auditorio que durante años tuvo como una de las principales banderas de su cruzada contra los gobiernos peronistas ese impuesto extractivo de la principal riqueza de las provincias del centro del país. Desde julio próximo, el campo cordobés aportará más de 400 millones de dólares extra a la Nación, pero le recomendaron “paciencia”.
La avanzada preelectoral mileísta incluye también el aterrizaje en Córdoba de La Derecha Diario, un portal de difusión libertario con un patrocinante inesperado. El exdefensor del Pueblo de Córdoba, el radical Mario Decara, es el impulsor mediterráneo de ese sitio que tributa a la batalla cultural. La Defensoría del Pueblo de la Nación está vacante desde 2009.
Dos meses y medio
Las negociaciones preelectorales están en pañales y quedan larguísimos dos meses y medio hasta el 7 de agosto, que es cuando deben inscribirse las alianzas. Esa es la fecha clave de esta partida en la que la cantidad de listas puede ser el dato más decisivo. No sólo para el resultado de las legislativas en Córdoba, sino para la definición del escenario político provincial: ese día se sabrá si el radicalismo que lidera Rodrigo de Loredo acepta incorporarse desde atrás a una boleta de La Libertad Avanza; si opta por rescatar la sociedad con el PRO de Mauricio Macri o si todo eso se junta en una misma lista violeta. No parece sencillo, sobre todo tras el “agrande” libertario post-Caba.
De Loredo es, por lejos, quien tiene por delante la jugada más complicada. Volver a una boleta radical no parece ser una opción para la conducción del partido que, además, resolverá en esta decisión si mantiene como socio al Frente Cívico de Luis Juez. El senador repite dos cosas: que será candidato a gobernador en 2027 y que lo será con el apoyo de Milei.
Juez ya anticipó que en las legislativas respaldará a los candidatos libertarios, más allá de que su socio radical –que también quiere ser candidato a gobernador en dos años– esté o no esté en esa lista de La Libertad Avanza.
Es muy probable que el escenario provincial 2027 quede definido en estos movimientos, que son más importantes que los nombres propios de quienes finalmente terminen integrando las listas. Por más que la rosca para estar en la lista sea la tarea más importante de cada uno de esos dirigentes.
Schiaretti define el 17 de agosto
El peronismo cordobés mide, observa e intensifica su cercanía con dos sectores prioritarios: los intendentes de todo el territorio, que no tienen vinculación alguna con el Gobierno nacional, y las entidades de la Mesa de Enlace, que no pueden digerir que el Gobierno al que apoyan les vuelva a subir las retenciones.
El Panal está atento a toda manifestación crítica hacia el Gobierno nacional que no pueda ser calificada de kirchnerista: el campo; la industria, que empieza a padecer la apertura de importaciones; el ámbito universitario, cada vez más postergado, y los sectores populares, crecientemente endeudados.
La gestión Llaryora cerró paritarias con los grupos mayoritarios de empleados públicos, y en breve habrá un alivio para los jubilados provinciales más perjudicados por los sucesivos ajustes. El peronismo no descuida un centímetro de su margen de acción ante las elecciones de medio término, pero es un espacio estrecho ante un Milei fortalecido.
No se discuten nominaciones en el oficialismo provincial, porque sólo importa un nombre de cara a las elecciones de octubre: el de Juan Schiaretti. Todo el peronismo interpreta que el resultado de Caba y el eventual fraccionamiento de la oposición provincial abonan las chances de que el exgobernador sea candidato a diputado.
Esa posibilidad es incierta. Pero hay dos certezas en el peronismo ante las siempre complicadas elecciones de medio término: la primera es que hasta el momento del cierre de listas Schiaretti no dirá si es candidato o no. La segunda es que si el exgobernador no se presenta, no importará demasiado quién encabece la lista, ya que el candidato será el modelo cordobés.
También va tomando cuerpo una inquietud en el PJ cordobés y se vincula a Natalia de la Sota, cada vez más crítica del llaryorismo, cada vez más antimileísta y cada vez más decidida a ser candidata. La cantidad de listas también puede ser un tema para el peronismo.