En el tramo final de la campaña, Ramón Mestre tuvo una foto con Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero, presidente de la UCR a nivel provincial y aliado de Rodrigo de Loredo, quien después de quedarse sin candidatura no trabaja en la campaña del radicalismo.
Ferrer recibió a Mestre en su despacho de la Municipalidad, donde ambos posaron junto a un cuadro que contiene las distintas boletas de la lista 3 utilizadas en procesos electorales desde 1983.
“Tuvimos una reunión muy importante con el intendente de Río Tercero y presidente del radicalismo de Córdoba, Marcos Ferrer. Coincidimos que los cordobeses necesitan un radicalismo unido, con fuerza, consciente de la importancia histórica que vive la Argentina”, dijo Mestre al concluir la visita.
La interna partidaria escaló a tal punto en esta oportunidad que De Loredo, el socio de Ferrer, no esconde que su sector no hará ningún esfuerzo para que Mestre ocupe una banca en la Cámara de Diputados.

Sin embargo, tras el cónclave, Mestre señaló: “La UCR suma la coherencia que hace falta para reconstruir la política desde los valores, las ideas y las valentías. No quedan dudas de que necesitamos diputados radicales defendiendo a los cordobeses allá en Buenos Aires y acá en Córdoba”.
Por su parte, Ferrer destacó el “carácter luchador” de Mestre, a quien vio “afinado en los temas nacionales y empapado en los temas de la localidad”. “Hemos tenido diferencias, pero como presidente del partido creo haber estado a disposición de la campaña en esta elección compleja, como dijimos desde el primer día, porque está marcada por la agenda nacional”, dijo Ferrer.
Desde el inicio de la campaña, el mestrismo y sus aliado reclaman a la estructura del radicalismo que se comprometa con las acciones de proselitismo. En paralelo, De Loredo coquetea con el Gobierno nacional para, eventualmente, integrar el Ejecutivo en el marco de un acuerdo político.