Con dos horas de atraso y en medio de una fuerte protesta de los trabajadores de la Legislatura de Córdoba, los legisladores sesionaron este martes a puerta cerrada. En una ajustada votación, el oficialismo consiguió los votos para rechazar los proyectos sobre la situación de Apross.
Desde antes de iniciada la sesión, los trabajadores de las áreas administrativas, sistemas, sonido, taquígrafos y cafetería, entre otras, adhirieron en forma masiva a una asamblea con quite de colaboración, por lo que el debate se inició demorado y sin la posibilidad de que los legisladores tuvieran sistema para registrarse.
Tampoco hubo pantallas, ni votación digital y las exposiciones se volvieron prácticamente inaudibles.
Las dos puertas principales al recinto permanecieron cerradas durante casi toda la asamblea, ya que por la protesta los trabajadores habían colocado paraguas del Sindicato de Empleados Legislativos para impedir los ingresos. Además, se apostaron con bombos con los que generaron el ruido suficiente para que lo que se debatiera fuera imposible de escuchar.

Este clima generó diferencias entre algunos legisladores, sobre todo, entre los oficialistas que querían sesionar y algunos opositores que pidieron que se escuchara a los trabajadores.
El secretario General del Sindicato de Empleados Legislativos, Aldo Rivas, dijo a La Voz que llegaron a esta protesta después de un mes de asambleas sin respuesta a una recomposición salarial. “Queremos un aumento. Hace un mes que venimos de asambleas”, dijo Rivas.
El arco opositor tenía previsto en esta sesión descargar los 20 proyectos de Apross relacionados con el estado financiero, los pedidos de informe por el incendio en la sede central y los cuestionamientos a las prestaciones. En total, había 20 oradores anotados, aunque prácticamente los legisladores no lograron escucharse por el bajo sonido.
El presidente del bloque de Hacemos Unidos por Córdoba, Miguel Siciliano, fue en varias oportunidades a la sala de sonido para intentar mejorar el volumen. Fue él quien manejó la botonera para potenciar el volumen. Aunque sólo se logró por momentos seguir con claridad el debate de Apross, que era la pelea pendiente entre el oficialismo y la oposición.

Como en el recinto los oradores no lograban oírse, hubo charlas de pasillos y una actitud más bien distendida por parte del oficialismo. Aunque casi al cierre la situación se tensionó cuando la legisladora justicialista Cristina Pereyra debió ser asistida por un médico por un pico de tensión en el momento de la votación. El oficialismo había pedido el cierre del debate de Apross para no dar curso a los pedidos de informe.
La sesión entró así en un cuarto intermedio. El PJ aguardó que Pereyra lograra cierta mejoría para volver a su banca. Su no participación ponía en riesgo al PJ, que sólo ganaba con el voto de desempate del presidente de la Legislatura, Facundo Torres.
“A los gritos y en medio de los bombos por un conflicto salarial debatimos Apross, un seguro médico salpicado de corrupción, oscuro, poco transparente que maneja 790 mil millones de pesos y castiga a sus esclavos afiliados con un servicio deficiente e ineficiente”, dijo Alejandra Ferrero, presidenta del interbloque de Juntos por el Cambio.
“Los ciudadanos perdimos el control cuando excluyeron al Apross de la lupa del Tribunal de Cuentas”, lanzó.
Walter Nostrala, presidente del Frente Cívico, pidió que se investigue el robo de computadoras en Apross, antes del incendio en la sede central.
“Qué había adentro de las computadoras. Para qué usan los dineros que les sobran. El Apross, la salud pública en el interior no existe, es una caja negra”, dijo.
“Cuéntenos qué fue lo que pasó el 18 de abril. Eso es lo que queremos saber. Es una vergüenza”, insistió.
También se sumaron a las críticas el titular de la UCR, Matías Gvozdenovich, y Oscar Saliba. Al igual que Dante Rossi y Graciela Bisottto, apartados de la bancada de la UCR; el libertario Agustín Spaccesi; Rodrigo Agrelo; Gregorio Hernández Maqueda; y el PJ disidente Federico Alesandri. “Reaccionen, déjense ayudar que esto es un fracaso”, expresó Gvozdenovich.
“Hay que investigar a fondo, crear una comisión. Desde hace un año y medio las prestaciones del Apross son malas”, dijo Rossi.
También la legisladora Luciana Echevarría salió al cruce: “La única forma de superar esta crisis y mejorar las prestaciones es que Apross esté en manos de quienes la financiamos: los trabajadores en actividad y jubilados. Mucho más teniendo en cuenta que los estatales somos cautivos de esta obra social”.
Siciliano fue el encargado de cerrar el debate, y volvió a acusar a la oposición de hacer “politiquería”.
“Quieren instalar desde la oposición que hay corrupción, cuando las denuncias las hizo Apross... Son unos chamulleros, miserables... Se estaba incendiando Apross, se está prendiendo fuego y De Loredo hablaba y no sabía si había víctimas”, expresó.
“Hacen politiquería barata y afectan la institucionalidad, pero no vale todo”, expresó en una nueva sesión cargada de tensión.