Al final de una jornada agitada y de febriles negociaciones, este viernes por la noche, el presidente Alberto Fernández oficializó a su nuevo gabinete, con cinco ingresos. Los cambios más importantes son el encumbramiento del tucumano Juan Manzur en la Jefatura de Gabinete y el arribo de Aníbal Fernández, que asume como ministro de Seguridad.
También sorprendió que el albertista Santiago Cafiero -apuntado por Cristina Kirchner- siguiera en el gabinete, ahora como reemplazante de Felipe Solá en la Cancillería. Mientras, el cristinista Eduardo de Pedro fue ratificado como ministro del Interior.
A estos dos funcionarios se los daba como “idos” desde el miércoles pasado cuando estalló la crisis política. Ese día, los funcionarios que respondían a la vicepresidenta pusieron sus renuncias a disposición del Presidente.
La continuidad de Cafiero y de De Pedro indica un acuerdo político entre Alberto Fernández y su vicepresidenta, más allá de los fuertes cruces de los últimos días. El corrimiento de Cafiero de la conducción del gabinete respeta las exigencias planteadas por la titular del Senado.
Las otras caras nuevas del gabinete que asumirán el próximo lunes a las 16 son Julián Domínguez, quien reemplazará a Luis Basterra en el Ministerio de Agricultura; Daniel Filmus por Roberto Salvarezza en Ciencia y Tecnología, y Jaime Perczyk en lugar de Nicolás Trotta en Educación.
El resto de los ministros y ministras, que en total son 21, seguirán en sus cargos.
Mientras tanto, Juan Ross asumirá como secretario de Comunicación y Prensa (vocero presidencial) en lugar de Juan Pablo Biondi, otro de los funcionarios cuestionados por la vicepresidenta y que este viernes por la tarde presentó su renuncia.
Con la oficialización de los nuevos ministros y los que fueron ratificados, se puede interpretar que la vicepresidenta Cristina Fernández ganó más poder: había propuesto a Manzur en lugar de Cafiero en su explosiva carta del jueves pasado. Además, continúa “Wado” de Pedro en la influyente cartera política.
Lo del tucumano Manzur es particular porque es uno de los gobernadores peronistas que mejor vínculo tiene con el Presidente, pero fue ministro de Salud de Cristina Fernández y, además, fue propuesto para el cargo por la vicepresidenta de manera pública.
Entre quienes fueron ratificados en sus cargos se destacan a dos cristinistas puras, que seguirán administrando dos de las cajas más importantes del Estado nacional: Luana Volnovich, al frente del Pami, y María Fernanda Raverta, como titular de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses).
Apoyo político
La otra novedad política que se conoció fue que este sábado el presidente Alberto Fernández viajará a La Rioja para almorzar con varios gobernadores peronistas.
El objetivo del jefe del Estado es conseguir respaldo político para su nuevo equipo, luego de una dura pulseada con su vicepresidenta.
Fuentes oficiales indicaron que el Presidente hubiera preferido tener a más gobernadores en su equipo, pero algunos rechazaron el ofrecimiento, entre ellos el chaqueño Jorge Capitanich y el sanjuanino Sergio Uñac.
Más allá de este intento de Alberto Fernández por sumar a más mandatarios del interior, el nuevo gabinete demuestra un tinte centralista, ya que sólo el tucumano Manzur es un dirigente del interior. El resto pertenece al Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba).
El Presidente invitó a casi todos los gobernadores peronistas a la cumbre de este sábado en La Rioja. La excepción fue Juan Schiaretti.
Según fuentes del Centro Cívico, el mandatario cordobés no fue invitado, pero además no hubiera participado si era convocado.
“La postura del gobernador fue siempre la misma. Se trata de una interna del Gobierno nacional, al cual no pertenece. Siempre estará dispuesto a colaborar con la gobernabilidad, que en los últimos días no estuvo en riesgo”, coincidieron ante la consulta de La Voz dos fuentes oficiales del Centro Cívico.
Según la información oficial que se distribuyó este viernes por la noche desde la Casa Rosada, de la reunión en La Rioja participarán, entre otros, los mencionados Capitanich y Uñac; el anfitrión Ricardo Quintela; Mariano Arcioni (Chubut); Gustavo Bordet (Entre Ríos); Gildo Insfrán (Formosa); Sergio Ziliotto (La Pampa); Raúl Jalil (Catamarca); Omar Perotti (Santa Fe), y Gerardo Zamora (Santiago del Estero).
Ultimátum
Tras el ultimátum que recibió de Cristina Kirchner, el Presidente trabajó toda la jornada del viernes en conseguir figuras políticas que le permitieran avanzar con las exigidas reformas de su gabinete y potenciar la gestión para intentar revertir la derrota electoral que el Frente de Todos sufrió en las primarias.
La relación entre el primer mandatario y la vicepresidenta alcanzó el jueves su momento de mayor tensión, que evidenció la grave crisis en la que quedó sumido el oficialismo.
La gestión del Gobierno quedó completamente paralizada y el presidente Fernández solamente se abocó a tratar de seducir a gobernadores y a otras figuras para que se sumaran a su equipo de trabajo.
El nuevo gabinete tendrá que actuar rápido para calmar los ánimos internos, potenciar la gestión y conseguir que con el nuevo rumbo se revierta el resultado de las Paso.
Si se repiten los números en noviembre, Cristina Kirchner perderá su poderío en el Senado: podría perder 6 bancas y tener 35 senadores, que no le alcanzan para tener cuórum propio.
Este asunto será uno de los temas centrales de la conversación del Presidente con los gobernadores.