El presidente Donald Trump repitió este miércoles en el discurso de la Casa Blanca su afirmación de haber puesto fin a ocho guerras, y declaró: “He restaurado la fuerza de Estados Unidos, resuelto ocho guerras en 10 meses”. Sin embargo, esta afirmación es imprecisa.
Aunque Trump estuvo involucrado en la resolución de algunos conflictos –al menos de forma temporal–, la cifra de “ocho” es catalogada como una exageración.
La lista de guerras resueltas incluye varios conflictos cuya naturaleza o temporalidad fueron cuestionadas.
Por ejemplo, Trump incluyó el conflicto entre Egipto y Etiopía, el cual fue una disputa diplomática de larga data sobre un proyecto de represa etíope en un afluente del Nilo, y no una guerra.
También mencionó otro supuesto conflicto entre Serbia y Kosovo que no tuvo lugar durante su presidencia. Si bien Trump afirmó ocasionalmente que evitó el estallido de una nueva guerra entre ambas naciones, esto difiere de resolver una guerra ya existente.
Además, múltiples conflictos citados por Trump continuaron a pesar de los acuerdos negociados. La guerra entre la República Democrática del Congo y Rwanda, por otro lado, persiste a pesar de un acuerdo de paz negociado por la Administración Trump este año, ya que la principal coalición rebelde no lo ha firmado.
El conflicto armado entre Tailandia y Camboya también está en la “lista de Trump”; sin embargo, los enfrentamientos se reanudaron este mes y continuaron a pesar de un acuerdo de paz promovido por su gobierno a principios de año.
Incluso el acuerdo de alto el fuego de octubre entre Israel y Hamas fue cuestionado, ya que la violencia continuó en Gaza en noviembre.
Diferentes medios de comunicación señalaron que se puede debatir tanto la importancia del papel de Trump en los otros conflictos de su lista como si realmente han terminado. En cualquier caso, la cifra de “ocho” es claramente exagerada.
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