Viernes por la noche. Pasadas las 22. En las pantallas de todos los canales de noticias, una imagen fija se repetía: las puertas de la quinta presidencial de Olivos. Adentro, en la penumbra del poder, el presidente Javier Milei mantenía una reunión sorpresiva con el cuestionado José Luis Espert. La escena desató una catarata de especulaciones. Se hablaba de una “definición inminente”, y todo apuntaba a lo mismo: que el economista se bajaría de su candidatura en la estratégica provincia de Buenos Aires.
Pero a las 22:14, un tuit dinamitó el suspenso: “No me bajo nada”, escribió -lapidario- Espert en X. Fue una respuesta directa al periodista Eduardo Feinmann, quien minutos antes había deslizado en la misma red social que el diputado abandonaría su postulación.
Para cerrar filas y despejar dudas, un minuto después, el propio Milei retuiteó el mensaje del “Profe” -como el Presidente llama, con familiaridad, al economista. Fin de las conjeturas, al menos por ahora.
Espert volvió a hablar ayer. En una entrevista con radio Mitre, agradeció el respaldo de Milei y confesó, sin poder evitar el llanto: “Estoy roto por dentro”. La frase remite a la denuncia presentada por el dirigente cristinista Juan Grabois.

Lejos de apaciguar las aguas, redobló la apuesta: “Voy a seguir adelante, con el respaldo del Presidente. Estoy muy mal, roto por dentro, pero voy a seguir para adelante para no darle la razón a este hijo de puta de Grabois. Le vamos a ganar al kirchnerismo para sacar al país adelante”, dijo con crudeza el primer candidato de La Libertad Avanza en Buenos Aires.
No sumó elementos nuevos a su defensa. Aunque admitió que no devolvió los 200 mil dólares que cobró en enero de 2020, por una asesoría como economista a una empresa que pertenecía a Federico Machado, hoy detenido, acusado de narcotraficante.
“El caso Espert”, como lo mencionan los medios, estalló por sus vínculos en el pasado con “Fred” Machado, detenido en Viedma, Río Negro, pero acusado del delito de narcotráfico en los Estados Unidos. Y aunque el escándalo tiene raíces en la campaña de 2019, sus efectos se sienten ahora, de lleno, en la campaña de La Libertad Avanza.
No sólo en Buenos Aires: el temblor sacude el tablero nacional. Incluso en Córdoba, los candidatos libertarios seguían con atención y ansiedad el desarrollo de la reunión en Olivos, que terminó con un resultado que no esperaban.
Hasta hace poco, Milei enarbolaba dos banderas electorales: la baja de la inflación –con un dólar en calma– y la lucha frontal contra la inseguridad y el narcotráfico. Dos consignas repetidas como un mantra a lo largo del país. Hoy, ambas están bajo signos de interrogación, justo en el último tramo de la campaña, rumbo a las legislativas del 26 de octubre.
Según trascendió, Espert llegó en la noche del viernes a Olivos con la renuncia en sus manos. Pero Milei –su único sostén dentro del oficialismo– le habría pedido resistir. “Aguantá la campaña sucia del kirchnerismo”, fue el mensaje. La orden: no dar un paso atrás.
Aun así, el respaldo a Espert está lejos de ser unánime en el oficialismo. Incluso Karina Milei, la hermana del Presidente y figura clave en el armado libertario, habría quedado insatisfecha con las explicaciones del candidato. En voz baja, algunos creen que ella preferiría que diera un paso al costado.
Esta lectura entre líneas se consolidó con una declaración seca y medida del vocero presidencial, Manuel Adorni, un funcionario que responde a Karina Milei: “El que debe explicar es él”, dijo el viernes pasado, cuando lo consultaron por el caso Espert. Ninguna defensa, casi un paso al costado.
Hervidero en Olivos
El viernes último, Olivos fue un hervidero. Un par de horas antes de que llegara Espert, quien salió por la misma puerta fue Mauricio Macri. Fue su segunda reunión con Milei en apenas seis días.
El expresidente se pronunció ayer sobre este nuevo encuentro. Sus palabras fueron moderadas, pero con la intención de marcar límites a su relación con Milei: “La reunión fue muy buena. Después de las elecciones del 26 de octubre, confío en que el Gobierno iniciará una etapa de cambios orientados a realizar reformas estructurales importantes”, escribió en sus redes. La señal era clara: cualquier acuerdo será después del veredicto de las urnas.
Es un hecho que el caso Espert formó parte de la conversación. Según trascendió, Milei le aseguró a Macri que confiaba en su candidato. La respuesta del fundador del PRO es un misterio, pero en la estructura bonaerense del partido se encendieron varias alarmas.
La primera señal: Diego Santilli, tercero en la lista de Buenos Aires, empezará a mostrarse solo. Mañana visitará Mar del Plata, junto a Cristian Ritondo, otro referente del partido amarillo. Pero, sin Espert. “La campaña está quebrada”, reconocen sin rodeos en el búnker bonaerense del PRO.
Gira proselitista
Después de ratificar a Espert y cerrar filas con Macri, Milei continuó con su agenda de campaña. Ayer visitó Santa Fe y Entre Ríos, dos distritos donde las encuestas le sonríen a La Libertad Avanza.
En Santa Fe capital, sin embargo, la caminata prevista por el centro se frustró. Manifestantes opositores salieron al cruce, y los incidentes obligaron a cancelar el acto callejero.

En Entre Ríos, Milei fue recibido por el gobernador Rogelio Frigerio, con quien hizo un acuerdo electoral en esa provincia. El clima fue menos hostil que en Santa Fe, pero también hubo corridas con manifestantes que rechazaron la presencia del Presidente.
Por ahora, el Presidente es el único sostén visible de Espert. A pesar de las tensiones internas, la decisión es mantener su candidatura.
La razón, quizás, es más pragmática que política: la boleta única ya está impresa. Y el rostro de Espert estará en el voto del 26 de octubre, más allá de cualquier volantazo de último momento.
Aun así, los candidatos de La Libertad Avanza de todo el país, incluido Córdoba, esperaban otro desenlace. Pero el reloj avanza. Y lo que queda es el último tramo, el más intenso, y el más complicado para los libertarios, en medio de las repercusiones del caso Espert.