Tras bajar su candidatura a diputado por la provincia de Buenos Aires acorralado por el escándalo narco, José Luis Espert desactivó otro conflicto y también renunció a la Comisión de Presupuesto y Hacienda, para evitar que la oposición lo removiera de la presidencia en la sesión de este miércoles. Mientras el oficialismo busca dar por cerrada la polémica, un sector quiere redoblar la apuesta y remover al libertario de la Cámara baja, pero la iniciativa no reúne las mayorías necesarias.
Espert, que acaba de desistir de su postulación en medio de las pruebas que lo vinculan al empresario procesado por narcotráfico Federico “Fred” Machado, no sólo dejará de conducir la comisión (una de las principales de la Cámara baja) sino que incluso dejará de integrarla. Así lo comunicó este lunes a través de una escueta nota dirigida al presidente de la Cámara, Martín Menem, donde no ahondó en los motivos.
Su reemplazo en la presidencia de la comisión será decidido por el bloque de La Libertad Avanza y todas las fichas apuntan a Alberto Tiburcio “Bertie” Benegas Lynch, quien se desempeña como secretario de ese cuerpo y es otro de los economistas ponderados por Javier Milei. El diputado, de bajo perfil en la Cámara, es hijo de Alberto Benegas Lynch, a quien el presidente considera “un prócer del liberalismo”.
Con la cuestión saldada, La Libertad Avanza intenta poner punto y aparte en el “affaire Espert”. Al tiempo que resetea la campaña en provincia de Buenos Aires de la mano de Diego Santilli, el oficialismo hace foco en las supuestas acciones desestabilizadoras de la oposición en el Congreso. Esa fue la válvula de escape que encontró Menem para salir del silencio, con una extensa publicación este lunes en redes sociales.
“Nunca en la historia política e institucional de nuestro país, un gobierno genuino y democrático sufrió en tan poco tiempo la sucesión de acciones desestabilizantes que está soportando el presidente Milei y en realidad, todos los argentinos que le dieron su voto de confianza en la esperanza de que existe una salida a las recurrentes crisis que nuestro país vive atravesando”, sostuvo.
Control de daños
Con su renuncia, Espert aplicó el control de daños y evitó que la oposición aprobara, en la sesión de este miércoles, un proyecto de Victoria Tolosa Paz, diputada de Unión por la Patria alineada al gobernador Axel Kicillof, para apartarlo de la titularidad de la comisión. Para hacerlo de manera inmediata, la oposición necesitaba reunir dos tercios; de lo contrario, el plan (ya abortado) era emplazar a comisiones para dictaminar.
La determinación de Espert contribuyó a descomprimir una sesión que, de entrada, incluye una batería de temas complicados para el Gobierno. La reforma de la Ley de DNU, la interpelación a la secretaria general de Presidencia, Karina Milei, por el supuesto cobro de coimas y el proyecto de los gobernadores para el reparto de lo recaudado por el impuesto a los Combustibles son sólo algunos de los puntos.
Superado el obstáculo Espert, la oposición tendrá como principal objetivo el reencauzamiento del debate del Presupuesto 2026. Por eso intentarán emplazar este miércoles a la comisión para fijar fecha de dictamen y evitar que el oficialismo dilate el debate, bajo el temor de que el proyecto fracase una vez más y el Poder Ejecutivo recurra a una tercera prórroga.
Hasta el momento, se realizó una sola reunión el miércoles pasado con la presencia del secretario de Hacienda, Carlos Guberman, quien se retiró ofendido porque una diputada de izquierda, Vilma Ripoll, lo cuestionó por ir a conmemorar la tradición judía del Yom Kipur. La oposición espera que el funcionario vuelva a la comisión a responder todas las preguntas que quedaron pendientes, a la vez que exige la presentación de más integrantes del Gabinete.
La expulsión pierde fuerza
Aunque Espert renunció a Presupuesto, un sector de la oposición quiere ir por más y expulsarlo de la Cámara por “inhabilidad moral”, aunque sólo le quedan dos meses de mandato. El primer proyecto lo presentó días atrás la peronista Tolosa Paz, luego sumó otro el radical disidente Facundo Manes, y también tenía previsto impulsar uno propio el Frente de Izquierda.
“Si Espert no puede ser candidato, tampoco puede ser diputado”, argumentó el neurocientífico Manes, quien se postula para renovar su banca. “Las mismas razones por las que renunció a Presupuesto y a ser candidato aplican a que no pueda sentarse en una banca de la Honorable Cámara de Diputados”, amplió en declaraciones radiales.
Lo cierto es que los proyectos para echar al libertario difícilmente avancen. Primero, porque los expedientes necesitan ser incorporados al temario con tres cuartos de los votos, y luego aprobados con dos tercios. Y segundo, porque en buena parte de la oposición consideran que el paso al costado en Presupuesto ya fue un gesto suficiente.
El último antecedente de expulsión de la Cámara se remonta a 1991 y tiene como protagonista a Ángel Luque (PJ-Catamarca), por desafortunadas declaraciones en torno al crimen de María Soledad Morales. En el Senado, el último caso está más fresco: fue el del entrerriano Edgardo Kueider, eyectado por la causa de presunto lavado de activos que lo tiene preso en Asunción, Paraguay.