Fabiola Yáñez, se refirió a las complejas y notorias disputas legales y personales con su expareja, el expresidente Alberto Fernández, en una entrevista íntima con Infobae. Yáñez evitó mencionar el nombre de Fernández durante el reportaje de más de una hora, una omisión que explicó como una recomendación judicial.
Esta cautela obedece a que el expresidente “tiene la costumbre de ir a algún juez amigo y denunciarme por cada cosa que hago”, según manifestó.
Yáñez, quien se instaló nuevamente en Buenos Aires, busca retomar su carrera como periodista y actriz. Sin embargo, su principal preocupación gira en torno al bienestar de su hijo Francisco, de tres años y medio.
La lucha por la maternidad: “Demostrar que no puedo ser madre”
Fabiola Yáñez afirmó rotundamente que cree que Alberto Fernández quiere “sacarme a mi hijo” y obtener la tenencia. La razón subyacente, según su perspectiva, es la intención de su expareja de hacerla quedar “como una persona que es incapaz de poder ejercer su derecho” o de “demostrar que yo no puedo ser madre”.
La exprimera dama denunció que el expresidente está tratando de vulnerarla y atacarla continuamente para desacreditar sus capacidades para maternar.
Además, Yáñez expresó su convicción de que Fernández intentará usar su salud mental como argumento para quitarle la tenencia, calificando esta táctica como un argumento arcaico: “Eso es un argumento del año 1.500”. Yáñez aseguró que se encuentra “muy bien” y que la situación está controlada, ya que se alejó hace mucho tiempo de lo que le hacía mal.
Fabiola Yáñez le respondió a Alberto Fernández
Yáñez relató que, al regresar a Argentina desde España por una urgencia familiar, se encontró con un panorama muy distinto al esperado. Denunció haber sido acorralada económicamente en España y sentirse “muy desamparada y con miedo” debido a situaciones extrañas, incluyendo personas que llegaban a su casa a dejarle cosas a Francisco en nombre de su padre sin su conocimiento.
En Argentina, Yáñez lamentó que el padre de Francisco “jamás proveyó un techo para su hijo”, a pesar de saber que en un momento dado se quedarían sin hogar, e incluso tampoco pagó los pasajes para el regreso. Actualmente, la exprimera dama y su hijo viven en un departamento que logró conseguir gracias a la ayuda de amigos que le prestaron dinero.
Cuestionó la actitud de su expareja en relación con la manutención, preguntando: “¿Por qué trajo un hijo al mundo?”. El 30% de la jubilación que la justicia le impuso a Fernández para su hijo fue dictaminado porque él “jamás lo quiso hacer”.
Además de la violencia económica ejercida, Yáñez sugirió que Fernández “me robó” a través de terceras personas.
El laberinto judicial y la revinculación de Fernández y su hijo
Fabiola Yáñez se refirió a la denuncia de impedimento de contacto interpuesta por Fernández. Aseguró que dicha denuncia “no debería seguir adelante” ya que el contacto nunca fue impedido. Francisco y su padre se comunicaron por videollamadas dos o tres veces por semana mientras estaban en España, e incluso la Secretaría de Infancia y Adolescencia monitoreó dichas llamadas.
La abogada de Yáñez, Marcela De Leonardis, calificó la situación de “muy extraña”. Explicó que Fernández inició un juicio por amenazas e impedimento de contacto en un juzgado de faltas contravencional de la Ciudad de Buenos Aires. Este fuero no es el de familia, el cual debería contar con especialistas interdisciplinarios para manejar la revinculación de un menor tras casi dos años sin contacto físico.
El proceso de revinculación fue “muy apresurado” y sin tener en cuenta las reacciones del niño. Yáñez detalló que, tras un año y medio de ausencia, los tiempos se aceleraron: Francisco pasó de visitas de menos de una hora a dormir en casa de su padre en la tercera semana. Estos cambios generaron que Francisco regrese “exaltado, no está durmiendo bien,” y sobreexcitado.
Yáñez denunció que Fernández no conoce las rutinas de su hijo, no preguntó si tuvo fiebre o qué le gusta comer, y el niño duerme incluso en una tercera casa, lo cual es demasiado para un menor de tres años y medio.
Temor por la causa de violencia de género
Un punto de profunda preocupación para la abogada De Leonardis es la causa de violencia de género que atañe al expresidente. Esta causa federal, que está en espera de juicio oral, corre el riesgo de ser remitida a este juzgado contravencional de faltas en la Ciudad de Buenos Aires. De Leonardis teme que, si esto sucede, la causa de violencia de género “quedaría en la nada”.
Además, se solicitó en el juzgado de faltas una pericia psicológica sobre Fabiola, en un juicio que corresponde a amenazas. La abogada indicó que el objetivo es “tratar de demostrar que Fabiola tiene algún problema con el alcohol y que no está habilitada para ser madre”, basándose en una prueba del año 2017.
Yáñez se refirió a las recientes declaraciones de Fernández, quien aseguró públicamente que nunca la había golpeado y que ella había sido “manipulada”. Yáñez respondió que esa frase es típica de “un manipulador”.
También negó la acusación de haber extorsionado a Fernández, asegurando que fue él quien la extorsionó y le escribía diariamente amenazando con suicidarse si no firmaban un comunicado.
Sobre su experiencia en Olivos, Yáñez recordó que no se le permitió hablar ni defenderse en ese momento, pero que se puso a disposición de la Justicia. Lamentó que su expareja utilizara sus “desaciertos políticos para echarle la culpa a una persona que ni siquiera era funcionaria”. Yáñez concluyó que Fernández “está utilizando a mi hijo y en su momento me utilizó a mí también” para su propio beneficio.
Finalmente, Yáñez expresó su profunda lástima por la conducta de Fernández, describiéndola como “una bajeza tan grande”, y sostuvo que si se mantiene fuerte y firme es solo por y para su hijo Francisco.





























