La empresa estatal Fabricaciones Militares tiene nueva conducción. A casi un año de iniciado el gobierno de Javier Milei cambiaron sus autoridades.
La empresa es de alto interés para dos ciudades de Córdoba: en Río Tercero y Villa María están dos de sus cinco plantas industriales y en ambas mantienen una fuerte incidencia industrial y laboral.
La designación se da en un contexto de alta incertidumbre sobre el destino de esa empresa del Estado.
El abogado y empresario Juan Manuel Vaquer, expresidente de la firma DuPont para Argentina y América Latina, fue designado el jueves pasado como presidente de Fabricaciones Militares, empresa que pasó meses atrás de Sociedad del Estado a Sociedad Anónima Unipersonal (con el Estado como único accionista, por ahora). Fabricaciones Militares depende del Ministerio de Defensa.
Vaquer fue designado en reemplazo de Hugo Pascarelli, quien semanas atrás, y sin que se conozcan hasta ahora argumentos ni motivos, renunció al cargo tras 11 meses de gestión.
Acompañan a Vaquer en el directorio Sergio Echeverría como nuevo vicepresidente, y Diego Arenas, como director titular.
Según citó La Nación, Vaquer es abogado, graduado en la Universidad Nacional de Buenos Aires. Se unió a DuPont Argentina en 1990 como abogado y cinco años más tarde, se trasladó a Suiza donde trabajó como asesor jurídico para la firma a nivel global. Regresó a Argentina como gerente del área Legales y en 2008 ascendió a presidente de DuPont para América latina. Dejó esa firma en 2019, y desde entonces se desempeña en el estudio jurídico JP O’Farrell.
Vaquer fue también titular de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (AmCham).
Hasta ahora, no ha planteado objetivos ni ha anunciado prioridades de gestión en la empresa estatal.
En los últimos meses se venía trabajando sobre la idea de asociar capitales privados a las plantas de producción de Fabricaciones Militares, y hasta se confirmó la visita de directivos de firmas ligadas a la producción o venta de armamentos de Europa y de Estados Unidos.
Fabricaciones Militares no figura en la lista de empresas privatizables que aprobó este año el Congreso en la Ley Bases.
Visitas a las plantas
El primer interrogante sobre la designación lo planteó el gremio Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que advirtió nexos anteriores entre Dupont y Fabricaciones Militares: la compañía en la que se desempeñó abastece a la estatal de un insumo clave para la confección de los chalecos antibalas que produce la planta de Fray Luis Beltrán, en Santa Fe.
Desde el gremio, según cita La Nación, se anticipó que Vaquer visitará el lunes próximo esa planta santafesina, como primera actividad. Esa unidad cuenta con líneas de producción de chalecos, de armas y de municiones de uso policial y militar.
Luego, realizará en jornadas sucesivas pero aún no confirmadas visitas a las plantas cordobesas de Río Tercero y Villa María, y a la de Azul (en Buenos Aires). La empresa tiene otra unidad menor, en Jáchal (San Juan).
En Río Tercero se producen químicos de uso militar y civil, y hay plantas mecánicas con capacidad para reparación de vagones y otros trabajos metalmecánicos variados. La unidad de Río Tercero atraviesa un complejo cuadro tras el cierre, hace dos meses, de una planta de su vecina Petroquímica Río Tercero, que le compraba el ácido nítrico como insumo. Esas ventas representaban más del 70% de la facturación total de esa fábrica militar, que se quedó sin su principal cliente.
En Villa María se producen pólvoras y explosivos, de uso militar pero sobre todo civil (en minería).
“Fabricaciones Militares se transforma en Sociedad Anónima Unipersonal para modernizar la estructura operativa, dotándola de mayor agilidad y flexibilidad para competir en el mercado actual. Igualmente seguirá sujeta a los mecanismos de control del sector público, garantizando transparencia y eficacia en su gestión”, se había planteado oficialmente desde la empresa, meses atrás, al justificar el cambio de figura jurídica.
Durante 2024, Fabricaciones Militares puso en marcha un programa de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas de su personal. con la idea de reducir un 20% el plantel de unos 1.500 empleados con que contaba. Se retiraron por esas vías unos 300 agentes.
En Río Tercero y en Villa María quedaron en actividad menos de 300 empleados en cada planta,.
En ambas ciudades se aguardan conocer ahora planes y definiciones de la nueva conducción, sin que hayan quedado claro aún las razones del alejamiento de la anterior.