Este miércoles se desarrollará un plenario y movilización en la sede de Fábrica Militar de Villa María, que junto a la de Río Tercero, son las dos unidades cordobesas de un total de cinco en el país que tiene la empresa estatal Fabricaciones Militares.
El Estado, a poco de asumir el actual Gobierno nacional, para achicar el plantel de personal lanzó jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios. Según Fabricaciones Militares, serían 240 (esto significa el 16% del total de más de 1.450 agentes de la empresa en el país), incluyendo todas las áreas, que adhirieron a esas opciones.
El retiro voluntario oscila en el pago promedio de unos 20 millones de pesos por cada uno. Ese desembolso se concretaría en estos días.
El gremio ATE insiste en que se trata de “despidos encubiertos”.
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Fuentes ligadas a la conducción de Fabricaciones Militares respondieron días atrás a La Voz que la intención es reactivar la empresa, pero antes proceder a reducir el déficit y generar que sea rentable. Esa fuente, ligada a la presidencia de la empresa estatal, aseguró que no está previsto un plan de privatización ni se nuevos achiques de la planta de empleados.
Ahora, desde la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) exigen que esas medidas sean refrendadas de manera escrita, y que no sean sólo manifestaciones públicas.
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El secretario de ATE en Río Tercero y región, David Salto, destacó además que el gremio “exige” que “compartan el por qué y el para qué de las visitas recientes de empresas privadas” a las plantas.
En los últimos días varias empresas extranjeras visitaron los predios de las fábricas militares cordobesas. El argumento de Fabricaciones Militares es que se trata de firmas que sólo querían ver el potencial productivo, pero que no se avanzó en ninguna gestión de inversión o de negocios.
En esa línea, Salto profundizó que desde la sede central les confirmaron respecto de la decisión de que “Fabricaciones Militares Sociedad del Estado (SE) migrará a ser Sociedad Anónima (SA), y con un nuevo convenio colectivo de trabajo”.
El dirigente expuso que se pidió información sobre “las metas productivas que existen” y reconoció que desde la sede central de Buenos Aires ahora “retransmiten tranquilidad de que la estatal no va a cerrar sus puertas”. Y que será una SA con mayoría estatal.
Pero, ante la incertidumbre no despejada, ATE permanece en alerta y movilización.
Salto recordó que en la actualidad, la planta riotercerense “produce en el sector químico con total normalidad, con los clientes históricos, y en la metalmecánica se están terminando trabajos para el Ejército, vinculados a vehículos Jeep y otras tareas”.
Admitió que “el problema en la metalmecánica es que tiene fecha de caducidad esa producción, se terminan esos trabajos y no hay nuevos contratos, y es lo que preocupa”.
