En un paso significativo para la investigación de la tragedia del fentanilo contaminado, el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Salud, se presentó como querellante en la causa judicial que investiga las 52 muertes confirmadas y 90 afectados por la administración de este potente opiáceo. La solicitud fue aceptada por el juez Ernesto Kreplak, quien no encontró incompatibilidades.
La iniciativa del Ministerio de Salud, liderado por Mario Lugones, se fundamenta en el “interés legítimo del Estado Nacional de contribuir al esclarecimiento del caso y garantizar la protección de la salud pública”. Además, busca reforzar la intervención estatal en una causa de “alto impacto sanitario” con alcance interjurisdiccional. La cartera puso a disposición de la Justicia recursos técnicos, científicos y humanos para colaborar con la producción de la prueba y la identificación de los responsables.

Detalles de la tragedia y la investigación:
- Víctimas y contaminación: Hasta el momento, se han confirmado 52 fallecimientos y 90 casos de personas afectadas por la administración de fentanilo en ampollas presuntamente alteradas durante su elaboración. Las víctimas, internadas por diversas razones clínicas, recibieron fentanilo como tratamiento paliativo del dolor y, poco después, desarrollaron cuadros infecciosos graves. El lote de fentanilo investigado estaba contaminado con dos bacterias, Klebsiella pneumoniae MBL y Klebsiella pneumoniae MBL.
- Alcance geográfico: El fentanilo contaminado fue aplicado principalmente en áreas de terapia intensiva de 19 centros médicos distribuidos en la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, Neuquén y Santa Fe. Específicamente, la investigación se originó en el Hospital Italiano de La Plata, donde 15 de 18 pacientes infectados fallecieron tras recibir dosis del opioide. Posteriormente, se incorporaron casos de Rosario y otros puntos.
- Laboratorios en la mira: El foco de la investigación judicial, a cargo del Juzgado Federal N°3 de La Plata con el juez Ernesto Kreplak, se concentra en las firmas Pharma Group S.A. (HLB Pharma) y Ramallo S.A., además de las droguerías vinculadas a ambas. Estos lotes ya habían sido objeto de advertencias por parte de la Anmat, que detectó incumplimientos en las prácticas de manufactura.
- Colaboración estatal: El Ministerio de Salud, a través de la Anmat (bajo la dirección de Nélida Bisio), es el organismo encargado de controlar la calidad de los medicamentos y las empresas que los elaboran, y ha colaborado activamente con la justicia desde el inicio de la investigación. Se están revisando 267 expedientes sobre HLB Pharma y Laboratorios Ramallo, con 117 correspondientes a “desvío de calidad” y 133 “alertas”.
La defensa de los laboratorios y el estado actual de la causa:
Nilda Furfaro, expresidenta de HLB Pharma Group y madre de los hermanos García Furfaro (vinculados a la dirección de las firmas), presentó un escrito ante el juzgado, denunciando una “campaña de desprestigio mediático” y negando que una bacteria multirresistente propia del ámbito hospitalario pueda originarse en un laboratorio. Argumentó que la mayoría de las intimaciones de Anmat se debían a “cuestiones normativas o documentales”, no a productos contaminados, y que HLB Pharma es uno de los laboratorios más controlados del mercado. La empresa también emitió un comunicado oficial afirmando haber cumplido rigurosamente con “todos los protocolos de calidad establecidos” y requisitos regulatorios.
A pesar de las investigaciones y los allanamientos realizados en droguerías y los laboratorios HLB Pharma y Ramallo, hasta el momento no hay imputados ni detenidos en el expediente principal. La Justicia aún no ha logrado establecer si hubo negligencia, impericia o dolo en el proceso. Se analizan también presuntos incidentes como la “vandalización” de oficinas de HLB Pharma, ocurrida simultáneamente con las primeras denuncias, y la supuesta carga de documentación y medicamentos en camiones días antes de los allanamientos. El juzgado espera informes de peritos del Cuerpo Médico Forense de la Nación para analizar el “batch récord” o registro de lote, un documento clave que detalla el proceso de fabricación.
Aunque el Boletín Epidemiológico Nacional especificó que no se detectaron nuevos casos tras la alerta sanitaria, todos los diagnósticos fueron realizados de forma retrospectiva, lo que alimenta la sospecha de que podría haber una “cifra negra” de afectados aún no reportada oficialmente.