El gobierno terminará en las próximas horas de escribir los memorandos de entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los enviará al Congreso de la Nación para su aprobación, dado que no se puede avanzar en la refinanciación de la deuda con el organismo sin aval legislativo, por lo que el presidente, Alberto Fernández, pidió apoyo a la oposición.
El gobierno necesita el apoyo de Juntos por el Cambio o al menos una parte de esa coalición para que el acuerdo no corra riesgos. Esto es por la intención de un sector del Frente de Todos que responde al diputado Máximo Kirchner de, al menos, abstenerse por estar en discrepancia con los términos del entendimiento con el Fondo.
“Necesitamos que nos acompañen y apelo así al compromiso nacional de todos y todas. A partir de esta semana esperamos que esté en manos de los legisladores considerar la aprobación del acuerdo que se alcance con el staff del FMI para dar previsibilidad a los argentinos y argentinas”, dijo Fernández en su discurso de la Asamblea Legislativa.
El ida y vuelta aún sigue
Una calificada fuente del ministerio de Economía le contó a este medio que el fin de semana se avanzó con el FMI en destrabar la cuestión de las tarifas y la reducción de los subsidios.
Más allá de lo dicho por el kirchnerismo, el Gobierno aceptó atar las tarifas a la variación salarial, lo que arrojará aumentos más elevados que el 20% del que se habló inicialmente para el Área Metropolitana de Buenos Aires.
“Aún no está cerrado, por eso no lo anunció el Presidente en el Congreso. Somos prudentes”, acotó el funcionario consultado por este medio respecto de los trascendidos que indicaban que todo se había resuelto en la madrugada del martes. “No es cierto que esté cerrado. Obviamente se avanzó mucho, pero aún faltan detalles técnicos por resolver”, insistió la fuente con conocimiento directo de las negociaciones.
Los memorandos que se estaban redactando explicarán cómo hará la Argentina para cumplir con los presupuestos macroeconómicos anunciados en diciembre. Y si bien esto será sometido a la evaluación del Congreso, no habrá margen para modificaciones porque cualquier cambio podría hacer desestabilizar lo que ya se avanzó con el Fondo.
El presidente Alberto Fernández habló del tema en la Asamblea que inició el 140 período de sesiones ordinarias. “Aún hoy seguimos negociando aspectos vinculados a la formalización de ese acuerdo que confío concluir a la brevedad”, dijo. Se esperaba que hiciera un anuncio, pero Guzmán le pidió más tiempo hasta que todo estuviera resuelto.
Según Guzmán, existe una “posibilidad firme” de que los memorandos lleguen al Congreso esta misma semana. “Estamos trabajando en la formalización de los documentos sobre la base del marco de políticas económicas que se anunciaron hace cuatro semanas”, dijo el ministro antes de ingresar al recinto.
Fernández se mostró expectante por la refinanciación de la deuda y porque Argentina comenzará a pagar recién en 2026 el crédito que tomó la gestión de Mauricio Macri en 2018. Eso libera de pagos a este Gobierno y oxigena al menos la mitad del mandato del próximo, partiendo de un momento en el que las reservas líquidas escasean.
La cuestión previsional
Con la vicepresidenta Cristina Kirchner sentada al lado, el mandatario defendió lo ya acordado semanas atrás y dijo que esto fue “lo mejor” que se podía conseguir. Tras los cuestionamientos de Cristina y, principalmente de su hijo Máximo, Fernández insistió con que “gobernar es un ejercicio de responsabilidad”.
“Podremos utilizar ese tiempo para que semejante carga de deuda no detenga el crecimiento. El acuerdo no resuelve el problema de la deuda externa, pero da un paso importante en esa dirección”, enfatizó Fernández. Y, ante la mirada del recinto, dijo que este es un acuerdo sin políticas de ajuste y con incremento del gasto real en todos los años del programa.
Si bien descartó una reforma previsional (y laboral) y aclaró que la edad jubilatoria no será alterada, porque jubilarse es un derecho y se debe respetar a rajatabla, sí habrá un cambio: “Si por el motivo que fuere una persona deseara continuar trabajando después de cumplir la edad que establece la ley (70 años), nadie, en principio, debería obligarla a retirarse”, comentó Fernández.
La Reforma Previsional de 2017 permite a los trabajadores optar por jubilarse a los 70 años, edad a partir de la cual el empleador podrá intimarlo a iniciar los trámites y concluir el contrato de trabajo sin indemnización por antigüedad. Esto, según Fernández, se verá modificado.
El discurso presidencial también dejó en claro que el Gobierno tuvo que ceder ante “un acreedor poderoso”. Lo conseguido está lejos de lo pretendido y mucho más lejos aún de lo que hubiera querido el kirchnerismo duro. Y Fernández aumentó: “Todo es resultado del nivel de endeudamiento externo al que con una frivolidad alarmante nos han dejado expuestos”.
Las tarifas
En lo que definió como una “senda para ordenar las cuentas públicas”, el Presidente habló de la suba de tarifas para reducir los subsidios. Precisó que el 10% de mayor capacidad económica pasará a no contar más con subsidios para los servicios públicos de gas y electricidad.
Y, enseguida, dejó entrever que para el resto, los incrementos de tarifas podrían ser superiores al 20% anual que el kirchnerismo viene militando como tope para los usuarios del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Fernández explicó que la política energética se inspirará en la Ley 27.443 votada en el Congreso de Nación en 2018 y que fuera vetada por el entonces presidente Macri. Esa normativa establecía que las tarifas solo podrían incrementarse teniendo como tope el Coeficiente de Variación Salarial.
“Lo que nosotros haremos será utilizar ese mismo indicador, pero estableciendo que la evolución de las tarifas estará claramente por debajo de la evolución de los salarios. Así, alineamos el tema de las tarifas con una política clara para recomponer los ingresos en términos reales”, dijo.
