“Me siento burlada”, confesó, al borde del llanto, la diputada Silvia Lospennato. Por segunda vez, fracasaba en la Cámara Baja el tratamiento de la Ficha Limpia y estallaban las denuncias sobre un pacto entre el presidente Javier Milei y Cristina Kirchner. Sin embargo, el tablero no arrojó ninguna sorpresa: la sesión cayó gracias a una maniobra orquestada donde La Libertad Avanza debió hacer el mayor sacrificio para lograr el objetivo que intentaba ocultar en público.
Era un secreto a voces que el oficialismo acompañaba el proyecto macrista a regañadientes. El resultado de la sesión blanqueó que el Gobierno prefiere a Cristina adentro de la cancha para polarizar en la próxima elección legislativa. Pero también hay sospechas que amplían ese supuesto acuerdo a la designación de Ariel Lijo en la Corte Suprema, la reelección de Martín Menem como presidente de la Cámara baja y la eliminación de las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias).
Los presentes para tratar la Ficha Limpia pasaron de 128 la semana pasada, cuando había faltado solo uno, a 116 este jueves. Aunque las bajas del bloque oficialista, que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni, reavivaron la hipótesis de una connivencia con el kirchnerismo, hubo bancas vacías en casi todos los bloques. Incluso el PRO, que había hecho de la Ficha Limpia su bandera y, llamativamente, tuvo dos ausencias que no pudo justificar.
Los días previos a la sesión, diputados del bloque violeta comenzaron a tantear el terreno para el quórum y esperaban que otros bloques también colaboraran con ausencias. “La mesa estaba servida. La discusión era quién pagaba la cuenta”, graficó a este medio un diputado que preveía el fracaso del debate.
El clima adverso comenzó a palparse en la reunión de Labor Parlamentaria entre Menem y autoridades de bloque. Allí, Lospennato volvió a hacer una encendida defensa de la Ficha Limpia, que luego repetiría ante las cámaras. “Esta sesión se cayó porque la impunidad es muy poderosa en Argentina”, denunció la diputada en el recinto, sin menciones directas a la responsabilidad del oficialismo.
En La Libertad Avanza ya habían hecho números y habían calculado unos 10 ausentes de sus 39 integrantes. Finalmente fueron 8: los bonaerenses Carolina Píparo, Santiago Santurio, Pablo Ansaloni, Lorena Macyszyn y Marcela Pagano (embarazada), el mendocino Álvaro Martínez, la salteña Emilia Orozco y el sanjuanino José Peluc.
Pero también el PRO tuvo ausencias. Una estaba anunciada y era el rionegrino Aníbal Tortoriello, por problemas de salud. Los otros dos fueron los santafesinos Gabriel Chumpitaz y José Núñez, alineados a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Núñez tampoco había estado la primera vez, por un supuesto retraso del vuelo. Una teoría que recorre los pasillos es que, más allá de los deseos personales de Lospennato, al PRO no le conviene una polarización entre Milei y Cristina y por eso sumó su aporte.
Encuentro Federal también tuvo varias bajas y una de ellas fue la cordobesa Alejandra Torres, quien se encuentra de viaje por España desde la semana pasada. En su entorno explicaron que “el avión tuvo desperfectos y tuvo que volver a Madrid”. “Iba a estar llegando a las 8 a la Argentina y ahora estaría llegando a las 16”, precisaron. La legisladora, del ala del exgobernador Juan Schiaretti, acumula varias ausencias polémicas.
Como estaba previsto, Natalia De la Sota fue otra de las ausentes cordobesas. Tampoco estuvieron, por Encuentro Federal, Miguel Pichetto ni Nicolás Massot. Pichetto tiene posición tomada sobre la necesidad de condena firme para prohibir candidaturas. Pero Massot dio otra justificación y encendió el ventilador.
“Claro acuerdo del Gobierno con los K para lograr la reelección de Menem el miércoles. Sabido hace días y expresado con la complicidad de La Libertad Avanza para que no haya quórum. La candidatura de Menem a cambio de la de Cristina con Ficha Limpia como pantalla”, lanzó Massot en redes sociales.
El legislador se refirió así a la sesión preparatoria de la semana próxima, donde la Cámara debe renovar autoridades. Según la versión del “cambio de figuritas” alimentada por Massot, durante una reunión entre Menem y jefes de bloque realizada el martes por la noche, Unión por la Patria habría amenazado con boicotear la reelección del riojano si se concretaba la sesión por la Ficha Limpia.
La Coalición Cívica, que tuvo asistencia perfecta con sus 6 miembros, sumó otro elemento a la teoría de un pacto entre Milei y Cristina: la designación del juez Ariel Lijo en la Corte Suprema de Justicia, avalada por Cristina a través de tres senadores que acompañaron el pliego (Lucía Corpacci, Sergio Uñac y Claudia Ledesma Abdala). La expresidenta pretendería colocar a una mujer en la segunda silla vacante.
Un tercer factor fue denunciado desde el Frente de Izquierda en el cierre de la sesión del miércoles. “Hemos leído en distintos medios que sectores de Unión por la Patria, además de otros bloques, estarían discutiendo la posibilidad de la eliminación de las PASO”, advirtió Nicolás Del Caño. Germán Martínez, líder de Unión por la Patria, salió a aclarar: “Nuestro bloque lo tiene que analizar, debatir y definir”.
El ala izquierda del hemiciclo quedó completamente vacía con las ausencias de los 99 integrantes de Unión por la Patria, que habían firmado un dictamen alternativo de Ficha Limpia que proponía un criterio de condena firme en lugar de segunda instancia. Desde un costado del recinto, Martínez monitoreó con atención la caída de la sesión.
El radicalismo tuvo bajas en sus dos facciones. Dos de ellas habrían sido digitadas por el gobernador jujeño, Carlos Sadir: los diputados Natalia Sarapura y Jorge Rizzotti. También faltaron el correntino José Tournier (uno de los radicales “mileístas”) y la porteña Mariela Coletta, que está embarazada y ya se había retirado de la sesión del miércoles sin votar nada.
Otros ausentes que no sorprendieron fueron los ocho integrantes del bloque Innovación Federal, que responden a los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta), Hugo Passalacqua (Misiones) y Alberto Weretilneck (Río Negro). No habían estado en la sesión anterior ni tampoco en la que intentó voltear el DNU de canje de deuda. Ahora, volvieron a jugar a favor del Gobierno.
Tampoco estuvieron los tres diputados del bloque Independencia, alineados al mandatario tucumano Osvaldo Jaldo; dos de Santa Cruz, Sergio Acevedo y José Luis Garrido; uno de Neuquén, Osvaldo Llancafilo; la libertaria expulsada Lourdes Arrieta, quien luego bajó al recinto y rompió en llanto; Ricardo López Murphy y Jorge Ávila de Encuentro Federal; y los cinco integrantes del Frente de Izquierda.
Con la sesión caída, varios diputados hablaron del “juego de la silla” y lanzaron la idea del complot. “Me siento avergonzado de pertenecer a esta Cámara, porque diputadas y diputados de todos los bloques fueron influenciados por un gobierno que vino a erradicar la casta, pero se rodeó de ella; y porque aplica los métodos de la casta: cambiar voluntades, como lo hizo hoy en todos los bloques”, denunció Facundo Manes (Democracia para Siempre).
El jefe de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, bramó: “El señor presidente dijo en su campaña permanente, en una entrevista televisiva, que él le quería poner el último clavo al cajón de la señora Fernández de Kirchner. O sea, él quiere que Cristina Fernández de Kirchner el año que viene sea candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires para que el diputado José Luis Espert y la señora Karina Milei le compitan y eventualmente le ganen. Ese es el pacto que se acaba de consolidar hoy”.