En un contexto donde no ceden dentro del oficialismo las chicanas cruzadas por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el bloque de Senadores del Frente de Todos presentó este lunes un proyecto de ley para cancelar la deuda con “un aporte especial de emergencia” de “quienes tengan bienes en el exterior que fueron fugados”.
Horas después, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner completó la jugada política iniciada por el bloque: recibió al embajador de los Estados Unidos, Marc R. Stanley, a quien le solicitó “colaboración” con el proyecto de los senadores del Frente de Todos.
“Recibí en el Senado de la Nación a Marc R. Stanley, embajador de los Estados Unidos. Conversamos sobre distintos temas de interés común: lavado de dinero, trata de personas y derechos humanos”, contó la vicepresidenta en Twitter.
Seguidamente, Cristina Fernández de Kirchner tomó la ofensiva en el tema FMI. Dijo que le solicitó “colaboración” con el proyecto del oficialismo en el Senado “para crear un Fondo Nacional para la cancelación de la deuda con el FMI, con recursos recuperados en el exterior del lavado y la evasión”. Durante la discusión parlamentaria del acuerdo con el FMI, la vicepresidenta no tuvo un pronunciamiento tan directo sobre el tema.
Las diferencias de presidente Alberto Fernández y sus aliados, con La Cámpora y otros sectores kirchneristas quedaron más expuestas que nunca en la discusión parlamentaria del acuerdo con el FMI. Tanto en Diputados como en el Senado, el bloque oficialista votó dividido. Una minoría del Frente de Todos, pero de gran fuerza simbólica al estar encabezada por Máximo Kirchner, rechazó el acuerdo impulsado por Alberto Fernández.
Acuerdo con el FMI
El 17 de marzo pasado el acuerdo con el FMI se hizo ley cuando el Senado completó la sanción del proyecto, aprobado una semana antes en Diputados gracias al voto afirmativo de Cambiemos. De 35 senadores del Frente de Todos, 20 lo hicieron a favor, 13 en contra y 2 se abstuvieron.
Pero ahora es el bloque del Senado en su conjunto el que impulsa un proyecto relacionado a la deuda con el FMI. El proyecto fue firmado por José Mayans, jefe del bloque y uno de los que votó a favor del acuerdo, y por cuatro senadores identificados con Cristina Fernández de Kirchner, y que votaron en contra hace doce días (Oscar Parrilli, Martín Doñate, Juliana Di Tulio y Anabel Fernández Sagasti). Cristina Fernández de Kirchner coronó después la acción.
La iniciativa logró unir el bloque en torno a la “cuestión FMI”, y al rato de ser conocido, sumó el aval de la Casa Rosada: “El Gobierno Nacional valora la iniciativa del Bloque de Senadores del Frente de Todos que impulsa la creación de un aporte especial de emergencia para quienes tengan bienes en el exterior no declarados”, escribió en la red Twitter, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti.
El tuit sonó a puente tendido desde el Presidente hacia el Senado Nacional, la cámara legislativa que preside Cristina Fernández de Kirchner, quien por entonces no había informado sobre su encuentro con el embajador Stanley.
“Este fondo, basado en un estricto sentido de justicia distributiva, contribuirá a la cancelación de la deuda con el FMI tomada por Mauricio Macri”, completó el mensaje conciliador de Cerruti.
“Este aporte no representará una nueva carga impositiva para la mayoría de los argentinos y argentinas, ya que sólo le corresponderá pagar a quienes tengan bienes en el exterior, estén evadiendo impuestos o lavando dinero. Los alcanzados por este aporte deberán realizar un aporte del 20% de sus bienes no declarados, que deberá ser abonado en dólares”, indicaron en el Frente de Todos.
El proyecto anticipa que en el caso de declarar los bienes pasados los seis meses de la entrada en vigencia de la ley la alícuota subirá al 35%. Por otro lado, indica que quienes no se allanen al pago de este aporte corren el riesgo de tener una pena en prisión, tal como lo estipula la ley vigente.
“Los senadores proponen también usar la figura del ‘colaborador’, que se aplicará a quienes faciliten el hallazgo de bienes no declarados. Podrán colaborar tanto las personas físicas como también las entidades bancarias, que serán liberadas de cualquier acuerdo de confidencialidad con el evasor. Los que ayuden a este fin serán premiados con hasta el 30% de lo que se obtenga por la información aportada”, dijo el comunicado.
Para poner en vigencia esta figura, se presentará otro proyecto de ley que “modifique las excepciones al secreto bancario, bursátil y fiscal”.
Desde la bancada oficialista, se sostiene que “al 31 de diciembre de 2021, según las estadísticas oficiales, hay 417.507 millones de dólares de argentinos en el exterior y/o fuera del sistema financiero institucionalizado de nuestro país” y “de ellos, se encuentran declarados ante la AFIP sólo 69.000 millones de dólares, según se desprende del impuesto sobre los bienes personales del año 2020″, apuntaron.
“Quienes se beneficiaron con los recursos del FMI, fugaron divisas de la Argentina y no las declararon - acto profundamente lesivo para los contribuyentes de nuestra nación – son los que deben hacer el mayor esfuerzo contributivo y a quienes en definitiva apunta este proyecto de ley para amortizar la deuda con el FMI. Es un acto de estricta justicia distributiva, tributaria e histórica”, argumentan los senadores del Frente de Todos.
Más allá del guiño del Poder Ejecutivo a la iniciativa del Senado, las posibilidades de que prospere son pocas, sobre todo en Diputados. Y eso lo saben tanto en Casa Rosada como en el Congreso.
El jefe del interbloque de Cambiemos en Diputados, Mario Negri, adelantó la posición de su espacio: “El proyecto del oficialismo es épica vacía para tratar de unir al resquebrajado Frente de Todos. Tiene un serio problema: el nuevo impuesto que buscan crear es inaplicable. ¿Cómo van a gravar bienes que no están declarados? No ofrecen ninguna garantía para repatriarlos”, opinó.
El acuerdo con el FMI no es un asunto cerrado del todo por lo que el Frente de Todos mantiene los alertas al respecto y acaso por eso el kirchnerismo haya tomado la ofensiva. El viernes pasado, en el mismo comunicado que informó la aprobación del acuerdo por parte del board, también se avisó que la primera revisión trimestral se anticipaba de junio a mayo. El directorio del FMI también apuntó distintas observaciones y riesgos de incumplimiento del programa.
