La retirada del Gobierno nacional del territorio fue abrupta y será mayor en 2025, por lo que la relación con la Provincia se vuelve cada día más vital para los 427 intendentes y jefes comunales cordobeses. Los pocos que fueron de paseo a la Rosada escucharon que no habrá nada de la Nación.
Casi sin excepción, los municipios vieron reducirse a pisos históricos la recaudación propia; la coparticipación todo el año estuvo por debajo de la inflación y los gastos se multiplicaron, fruto de la suba de los precios y de las demandas de los vecinos, especialmente en materia de salud.
El acuerdo al que arribaron los intendentes de todos los partidos con la administración de Martín Llaryora les patea a 10 años las deudas con la Provincia, con Epec y con la Caja de Jubilaciones, pero además les garantiza acceso a fondos frescos sin costo financiero. Esos recursos extra muy posiblemente les proporcionen a muchos de los intendentes la única chance de inaugurar una obra.
El esquema ideado por la administración Llaryora prevé más fondos para los municipios: por primera vez, la Provincia acepta recibir menos del 80% de los recursos totales y cede un punto de su coparticipación a un fondo para atender cuentas municipales en rojo o financiar inversiones.
Son unos $ 5 mil millones al mes los que cede la Provincia, y además hace un aporte extraordinario de $ 15 mil millones para otro fondo que otorgará préstamos a seis años -hasta ahora son a tres años- y sin interés a los municipios y comunas.
Llaryora aporta más recursos, pero también se fabrica más herramientas de negociación política con los intendentes, y eso es central para el cordobesismo que impulsa el PJ mediterráneo.
Lo hace sin incrementar el gasto. En simultáneo, refuerza el discurso de Estado presente que lo diferencia del Gobierno de Javier Milei y el discurso de control del gasto que logró imponer con fuerza La Libertad Avanza.
Los intendentes, como siempre, aceptarán los fondos y después intentarán su juego político. Claro que dependerán más que antes de la Provincia.
