La Provincia de Córdoba dio a conocer este martes los datos de recaudación de mayo. Junto con esa información, publicó datos previos, de marzo y de abril, después de haber pausado su difusión desde febrero.
En rigor, la novedad de los números difundidos ahora corresponde a la porción de los ingresos que recauda el Centro Cívico a través de Rentas, que representa aproximadamente el 45% del total. El 55% restante, los envíos que la Nación ejecuta de forma automática (básicamente por coparticipación de IVA y de Ganancias), son de estado público el último día de cada mes a través del Ministerio de Economía a cargo en esta gestión de Luis Caputo.
Lo más notable que se puede ver en los ingresos propios del Panal en mayo es el impacto positivo para la recaudación de Córdoba de los impuestos que gravan los bienes (inmuebles y autos). “Los impuestos patrimoniales, con una participación del 19% en la recaudación de origen provincial del mes de mayo, crecieron un 163% en términos reales respecto de mayo de 2024, con variaciones bastante mayores en el impuesto inmobiliario”, dice el informe. Y agrega: “Mientras que el Inmobiliario presenta un aumento real interanual del 210%, el Automotor presenta uno del 33%”.
No fue buena la performance de los impuestos relacionados con la actividad económica, el Impuesto sobre los Ingresos Brutos y Sellos. El primero, que explicó en mayo dos tercios de la recaudación propia, mostró un aumento sobre la inflación del 2%. Esa es la buena noticia. La mala, encadenaba cuatro meses de caída real: enero (-4%), febrero (-6%), marzo (-11%) y abril (-5%).
El otro impuesto relacionado con la actividad económica, Sellos, con una participación del 9% en la recaudación propia del mes pasado, creció un 44% interanual en términos reales. Entre enero y abril creció todos los meses entre el 40% y el 64% por encima de la suba de precios, según el informe oficial.
Los recursos totales de mayo ascendieron a $ 797.314 millones. Si se descuenta la inflación del período, la recaudación total mostró una baja real del 11% respecto del mismo mes de 2024.
A este dato se llega por un incremento del 22% real de los recursos de origen provincial, como está dicho, traccionados básicamente por lo ocurrido en los impuestos patrimoniales y de Sellos, y un fuerte retroceso de los envíos nacionales, que anotaron una caída real del 26% interanual por impacto de un fuerte retroceso de Ganancias.
En suba
Mirando la recaudación provincial (Inmobiliario, Automotor, Ingresos Brutos y Sellos) en perspectiva, la trayectoria es ascendente en términos reales: 7% más enero, 15% más en febrero, 12% en marzo, 10% en abril y 22% en mayo. En todos los casos, descontando la inflación.
Hay que tener en cuenta que estos números son muy volátiles porque se comparan con meses en los que la inflación se disparó el año pasado.
El crecimiento en lo que va del año de los impuestos patrimoniales analizados de forma aislada (sin Ingresos Brutos ni Sellos), muestra un fuerte crecimiento real desde febrero. Ese mes, la recaudación por Inmobiliario y del Automotor creció un 47% por sobre la inflación; en marzo, 91% más que la suba de precios; en abril, 74% más; y, lo dicho, en mayo, 163%.
Nuevo escenario
Un dato que evidencia el incremento real de los impuestos patrimoniales en Córdoba surge de analizar cómo evolucionó la representación de cada tributo en el total de los impuestos provinciales.
En el acumulado de 2024, por ejemplo, el Inmobiliario recaudó $ 151.929 millones, un 6,4% del total de los recursos tributarios de origen provincial. En los primeros cuatro meses, ingresaron por esa vía $ 196.591 millones, el 16,3%
La representación del Automotor, en tanto, pasó de sólo el 2,6% en 2024, al 4,9% en el acumulado a abril de 2025.
Polémica
El aumento para la anualidad 2025 del Impuesto Inmobiliario en Córdoba se aplicó según el último dato de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) disponible al momento de hacer cálculo para modificar la Ley Impositiva, que en octubre de 2024 era del 172,5%.
La directora de la Dirección General de Rentas de Córdoba, Lucrecia López, reconoció en ese momento que un 1% de los inmuebles tuvo aumentos mayores a ese porcentaje, básicamente porque se quitaron exenciones que gozaban muchas propiedades en años previos.
El Gobierno de Llaryora defiende la eliminación de la exención como una medida de equidad. La oposición, en tanto, considera que existió arbitrariedad en la imposición y sostiene que el resultado de esas decisiones configura una vulneración del principio de legalidad tributaria.
La polémica impactó también en el campo.
En medio de la polémica por el incremento de la anualidad 2025, la Provincia autorizó que los inmuebles cuyo aumento superara el 172,5% (exceptuando mejoras), difirieran el pago de la diferencia que se obtenga al compararlo con el cedulón de 2024.
Además, el diferimiento pudieron abonar en cuotas sin interés y contempló diferimientos del 100% del impuesto 2025 si los propietarios acreditaban “dificultades económicas” para cumplir con la obligación.
Cambio de tendencia
El Impuesto Inmobiliario (sumando el Urbano y el Rural), en relación con todos los impuestos provinciales y fondos relacionados que recauda Córdoba, cayó de una participación del 12,6% en 2015 al 6,8% en 2024. Sin contar la distorsión del 2020 (año de la pandemia), el pico se produjo en 2019, cuando llegó al 14,1% de participación.
El Impuesto a los Automotores, por su parte, segundo en relevancia entre los patrimoniales, representó en 2024 el 2,7% del total de los impuestos provinciales, cuando en 2015 participaba en un 3,2%. Al igual que su “hermano mayor”, en el 2019 tuvo el pico de importancia con el 3,7% de participación respecto del total de la recaudación impositiva propia.
En relación con la recaudación total de Córdoba (sumando incluso también los recursos nacionales), en ese 2019, juntos, ambos patrimoniales representaban el 6,9%. En 2024, cinco años después, apenas participan en un 3,6%.
Es decir, el año pasado, menos de cuatro de cada 100 pesos que ingresaron a la Provincia llegaron por la recaudación de los impuestos que gravan a todos los inmuebles y a los autos de menos de 10 años radicados en el distrito gobernado por Llaryora.