Algunas de las empresas señaladas por el secretario de Comercio, Roberto Feletti, por haber aumentado precios de mercadería incluida en el programa Precios Cuidados no disimularon esta tarde su malestar con el funcionario por lo que consideran un “escrache injustificado”.
El encargado de ejercer los controles para mitigar el impacto de la inflación, mencionó a 10 empresas y a otra tanta cantidad de productos que, según él, incrementaron sus valores y las intimó a que antes del próximo lunes los retrotraigan con fecha 10 de marzo para no tener que aplicar las sanciones de la vieja ley de abastecimiento.
El funcionario de Alberto Fernández también anunció la puesta en marcha de un fondo fiduciario para la compra de trigo destinado a la producción de harina destinada a abastecer a todo el mercado interno, con lo cual desestimó una propuesta presentada por la industria molinera que apuntaba a subsidiar solamente a quienes reciben Tarjeta Alimentar.
Feletti y los productos “marginales”
Pero, una de las primeras reacciones a la presentación de Feletti, fue la sorpresa que causó en compañías a alimentos y bebidas que haya apelado al “escrache público” sin antes haberles planteado la situación a las propias empresas.
En general, los productos mencionados por el funcionario son marginales en el consumo de las familias, salvo el caso de la leche entera La Serenísima y la yerba Taraguí Flex.
Entre medio de ironías, Feletti dijo, por ejemplo, que bodegas Chandón había incumplido un ciento por ciento su compromiso con precios cuidados al haber aumentado un 11,4% el precio de un cabernet sauvignon.
Se trata del Valmont que según el programa Sepa debería costar entre $305,28 a $308,57 la botella.
Luego mencionó a CCU, por el caso de la cerveza Schneider, que habría trepado el 12,2%. Sepa la ubica entre $104,90 a $133,00.
Incluyó también a Coca-Cola Argentina porque, según Feletti, incrementó 12,2% la gaseosa Coca Light de 2,25 litros y culpó a Quilmes, titular de la marca Pepsi, por un ajuste del 30,9% también en la variante light.
Con la empresa que más cargó las tintas fue con el establecimiento Las Marías, por el incremento del 17,2 por ciento en el paquete de la yerba Taraguí Flex. Acusó a las yerbateras de guardarse el producto pese a la existencia de 310 millones de kilogramos, según dijo.
Estas referencias de Feletti cayeron muy mal en el empresariado, según pudo conocer La Voz.
La razón, argumentan los ejecutivos, es que el secretario se despachó con el listado sin antes haber mantenido ninguna conversación con ellos.
“Para la conformación de la canasta de 60 artículos destinada a los negocios de proximidad, estuvimos en permanente contacto todos estos días para participar. En esas reuniones podría habernos adelantarnos estas presunciones sin apelar a este escrache público”, dijo una fuente.
Mientras miraban a Feletti por Youtube en vivo, algunos responsables de las compañías cruzaron mensajes de texto.
“Nadie recibió ninguna comunicación formal y en los diálogos que tuvimos nunca mencionó estas situaciones que ahora describe”, indicó el interlocutor.
Harina subsidiada
En la industria molinera y en la panificación también quedó un sabor amargo por la decisión de avanzar en el fideicomiso harinero, aunque para los fabricantes de pastas secas ese acuerdo resulta positivo dado que posibilitará conseguir un impacto en los costos de producción.
“Es un mecanismo un tanto sofisticado, pero la verdad es que tenemos mucha confianza en su funcionamiento y creo que está bien planteado”, afirmó a Télam el empresario Juan Airoldes, titular de la Unión de Industriales Fideeros de Argentina (Uifra).
El esquema “tiene garantías de operatividad y garantías de transparencia sobre todo, porque esto consiste en un fondo fiduciario donde los aportantes son los exportadores de cereales y de granos y los beneficiarios, por decirlo así, son los fabricantes”, dijo Airoldes.
Pero en ese esquema, Feletti rechazó las dos propuestas de los molinos harineros que pasaba por subsidiar a los titulares de Tarjeta Alimentar solamente, lo cual no le reportaría al Gobierno ningún beneficio a la hora de medir la inflación.
Tampoco, la de enviar harina a precio subsidiado a los panaderos solamente, dado que es un mundo con miles de actores en el país (muchos de nivel informal), por lo tanto el subsidio recaerá sobre la venta general de harina.
Con este fondo, el Gobierno eludió meterle mano a los productores trigueros vía un incremento en el nivel de las retenciones agropecuaria, seguramente con la intención de evitar una escalada en la disconformidad que ya se manifiestan en distintas regiones del país por el aumento que alcanza al aceite y a la harina de soja.
