“Ser una persona decente y honesta es un valor irrenunciable, por lo que solicitamos a Telefe, a la producción de Gran Hermano y al participante que se retracten y cesen en esta actitud agraviante (contra el presidente Alberto Fernández)”.
Este es uno de los 17 tuits con los que la vocera presidencial Gabriela Cerruti salió a desmentir a Alfa, un participante del reality show Gran Hermano que tildó de “coimero” al primer mandatario.
La “insólita” respuesta y/o denuncia de la portavoz abrió un sinfín de opiniones en redes sociales y rápidamente la convirtieron en tendencia: a ella, a GH2022, a Alberto Fernández y al hasta hace unos días desconocido Alfa.
Quién es Alfa en “Gran Hermano” y qué dijo
Walter Santiago, apodado “Alfa”, es uno de los más llamativos personajes de la nueva edición del popular programa. Con 60 años, es el más grande del reality y su presencia se hace notar.
A pocas horas de ingresar a “la casa” se cruzó con la exdiputada kirchnerista Romina Uhrig, otra de las participantes. La grieta está servida y el show también; de eso “viven” estos tipos de programas que buscan generar debate y van en busca de personajes estereotipados que generan amor/odio, rechazo/empatía.
“A Alberto Fernández lo conozco desde hace 35 años. A mí me coimeó un montón de veces, lo conozco muy bien”, lanzó Alfa ante sus compañeros y con micrófono y cámaras sobre él.
Los mensajes de Gabriela Cerruti
Al parecer, por los tuits de Cerruti, la frase repercutió en la Casa Rosada.
Desde la oposición salieron a cuestionar a la portavoz, por estar interesada en salvar vía tuits “el honor” y “la decencia” de Alberto Fernández y no por hablar sobre pobreza, la indigencia o la inflación, por caso.
Como ejemplo: “¿El Presidente está preocupado por Gran Hermano, @gabicerru? ¿De verdad?”, le preguntó irónicamente la exgobernadora María Eugenia Vidal.
La respuesta de Cerruti no se hizo esperar: “El Presidente está preocupado, entre muchos otros temas, por la decencia en el ejercicio de la función pública. Ya sabemos que vos no. Te vimos destrozar la provincia”.
Pero Cerruti fue más allá y realizó un análisis de Gran Hermano: “Este estilo de programas colaboran con el sentido común colectivo. Hay discursos de odio penados por la ley, como los discursos homofóbicos. No podemos dejar pasar estas cosas”.
Y siguió: “Es importante salir a decir que no se puede salir a decir cualquier cosa. Incluso cuando nos quieren hacer creer que es ingenuo el comentario”.
Para Cerruti, “estamos frente a un problema serio”. “No vamos a dejar que esto pase. No vamos a seguir así”, agregó.
Y luego hizo un parangón con lo ocurrido en los años ‘90, en un fenómeno que en Argentina se denominó –muchos recordarán– la “tinellización” de la política.
“El cruce de la política con el espectáculo se cruzó en los ′90 y ya sabemos que generan sentido. No es ingenuo lo que sucedió. Se lo comunicamos a Telefe, a la productora de Gran Hermano Argentina, y hay que marcar que hay cosas que no podemos dejar pasar”, añadió Cerruti.
Ya entrados a los años 2000, muchos recuerdan el episodio de Fernando de la Rúa en el programa de Marcelo Tinelli (El Show de VideoMatch), con preguntas incongruentes y sin saber cómo salir del estudio.
¿Gran Hermano podrá dañar la imagen presidencial? Si Cerruti no tuiteaba, ¿alguien se hubiera enterado de quién es Alfa y de qué dijo? El análisis parte desde el punto de vista mediático y su efecto, claro está que cualquier persona que se sienta agraviada puede presentarse ante la justicia para defender su honor.
Ahora bien, desde el punto de vista mediático, el mensaje de la portavoz puede convertirse en un arma de doble filo.
El fenómeno Barbra Streisand: su origen y lo que pasa
En el año 2003, la cantante y actriz estadounidense Barbra Streisand denunció al fotógrafo Kenneth Adelman y a la página de fotografías pictopia.com exigiendo 50 millones de dólares en compensación por daños. ¿Por qué? Streisand intentó que se retirase de internet la fotografía aérea de una publicidad que contenía imágenes de la costa de California, alegando su derecho a la privacidad.
En esa foto aparecía el primer plano de la casa en Malibú de Barbra Streisand.
El efecto que generó fue todo lo contrario de lo que se esperaba. Hasta el momento de la denuncia, el periódico San Jose Mercury News precisó que la imagen original había sido descargada apenas seis veces.
Luego de la demanda, hubo hasta 420 mil descargas, sin contar las ocasiones en que la misma foto fue compartida fuera del sitio web.
En síntesis: Barbra Streisand consiguió que una información en un primer momento intrascendente acabase obteniendo una gran repercusión mediática no deseada.
Si bien no hay un intento de censura por parte de Cerruti, sí hay un mensaje público claro para Telefe, el participante y la producción de GH2022: “Solicitamos que se retracten y cesen en esta actitud agraviante”. Incluso Gregorio Dalbón, abogado de Alberto Fernández, no descartó iniciar “acciones legales”.
¿Le sirve al Gobierno el efecto causado por este cruce? ¿Se puede calumniar a un presidente en un reality? ¿La denuncia se podía hacer sólo por Twitter? ¿Qué será de la vida de Alfa cuando salga de la casa de GH? ¿Formará parte de la nómina de personajes de los cuales ya nadie se acuerda? ¿Se lo recordará por su frase contra Alberto Fernández? ¿Será tentado por algún partido político para estar en una lista como candidato?
El vecino de Tigre que se dedica a la compra, venta y reparación de autos clásicos de colección nada sabe (o eso creemos) sobre la repercusión de sus dichos en ámbitos gubernamentales.
Por ahora, el reality show de la política argentina suma un nuevo capítulo mediático... esta vez con Cerruti “nominada”.
