Luego de la sostenida suba que desarrolló el mercado financiero durante el último año, en el arranque de 2025 se revirtió la tendencia y ahora acumula dos meses con fuertes descensos en acciones y bonos.
Este nuevo proceso se explica por la dinámica propia de una plaza que registró crecimientos casi impensados meses atrás y por la incertidumbre que genera el demorado acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Indice Merval de la Bolsa de Buenos Aires cerró febrero con una caída de 14% medido en pesos y de esta forma en el primer bimestre acumuló un retroceso de 13%. Y medido en dólares bajó 17% en el mes y 16% en el año.
En tanto, los bonos de la deuda soberana, que fueron una de las vedettes de los últimos tiempos, sufrieron bajas de hasta 16%, pese a la inquebrantable voluntad de pago que mostró el gobierno de Javier Milei, que canceló con recursos propios el vencimiento de U$S 5.000 millones que operó en enero.
Pese a este escenario, desde el gobierno y el sector privado tienden a desdramatizar la situación y la consideran normal en el marco del proceso de estabilización que inició la Argentina con el nuevo poder político. Y le suman factores internacionales como las medidas proteccionistas que tomó el presidente, Donald Trump, que agitaron las bolsas mundiales.
“La caída viene desde la primera semana de enero y es una corrección que es reflejo del rally espectacular que tuvieron los activos argentinos desde el cierre del 2023 y todo el año pasado”, señaló Nicolás Max, Director de Criteria, al ser consultado por LVI.
El especialista indicó que “los precios promedios de bonos más que duplicaron su valor y las acciones tuvieron retornos superiores y entonces es normal que luego de un proceso alcista pueda haber movimientos inversos por toma de ganancias”.
Para Max “es un proceso natural. Lo que hay que mirar son los fundamentos y los fundamentos sigue siendo los que nos trajeron hasta acá y por lo tanto la tendencia a futuro sigue siendo positiva”.
No obstante, admitió que en el medio pueden encontrarse algunos motivos que pueden generar ansiedad y hacer que algunos miren la situación de costado hasta que se resuelva”.
“En el corto plazo lo más importante es el acuerdo con el FMI, que el gobierno anunció que está próximo a cerrarse, pero el mercado quiere ver los hechos y también las condicionalidades”, consideró el especialista.
En esa línea, evaluó que “la buena noticia de la suspensión de las PASO hace que el ruido electoral sea más hacia el segundo semestre y eso se transforma en un signo de pregunta para el mercado, ya que seguirá esperando determinar el grado de apoyo que tiene el gobierno”.
En tanto, la consultora Portfolio Personal Inversiones (PPI) acompañó la mirada de Max acerca de que el mercado atraviesa un período de corrección asociado a la fuerte suba previa.
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“Los primeros balances de la temporada muestran señales positivas, aunque todavía no es suficiente para revertir esta tendencia”, señaló en uno de sus últimos informes.
En la observación del mercado local impactan bajas bimestrales como la de Comercial del Plata (31%), Metrogas (25%), Transener (26%), Central Puerto (19%) e YPF (15%), entre otras. El mismo escenario se muestra en los ADRs de empresas argentinas que cotizan en Nueva York: Globant (30%), Central Puerto (19%), Edenor (21%) e YPF (18%).
En el mercado de bonos sobresalen las bajas del AL29D (16%), GD30D (15,1%) y el AL30D (15%).
Estos retrocesos provocaron que el Riesgo País se dispare a los 780 puntos, luego de haber coqueteado con acercarse a los 500 puntos.
Este movimiento está vinculado directamente con la falta de definiciones con el FMI dado que apuntalan las dudas sobre cómo hará el gobierno para conseguir los dólares para hacer frente a sus próximas obligaciones tanto con el sector privado como con los organismos internacionales.
“El Riesgo País se aleja de a poco de los objetivos de la zona de 500/550 puntos básicos para salir al mercado de deuda voluntaria internacional. La tormenta externa se cobró su peaje. Y toma de ganancias del gran rally del año pasado. Las dos cosas se revierten”, evaluó, Gustavo Neffa, Director de Fin Guru.
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Si bien en la jornada del viernes el Banco Central tuvo que desprenderse de U$S 350 millones, durante febrero incorporó U$S 1.436 millones y en el bimestre sumó U$S 3.184 millones. No obstante, el nivel de reservas internacionales (U$S 29.612 el 2 de enero) cayó U$S 1.617 millones a U$S 27.995 millones en el período principalmente por pagos de deuda. Solo este viernes se desplomaron U$S 579 millones, por cancelación de obligaciones, revaluación de activos y movimientos de los bancos referidos al fin del mes.
El actual mecanismo cambiario con intervención en los dólares financieros es uno de los puntos que el FMI no parece dispuesto a convalidar porque justamente afecta la acumulación de reservas.
Por su parte, el dólar se mantuvo estable. El blue cerró el mes en $ 1.230, apenas $ 10 por encima del valor con el que lo inicio. Diferente fue la situación de los dólares financieros. El MEP subió en el mes 5,5% a $ 1.228 y en el bimestre avanzó 5%. El Contado con Liquidación trepó a $ 1.228 con suba de casi 5,5% en el mes y 5% en el acumulado del año. Ambos incrementos se produjeron en el mes en el que el dólar oficial se movió con una tasa de devaluación de 1% a $ 1.083.