Entre las muchas definiciones que el presidente Alberto Fernández pronunció ante la Asamblea Legislativa, resaltó una en relación con las tarifas de los servicios públicos, sector en el que se está generando una verdadera olla a presión.
"La pesadilla de tener que decidir entre alimentarse y pagar servicios ha llegado a su fin", dijo Fernández, para luego anunciar que enviará al Congreso un proyecto de ley para "desdolarizar definitivamente" las tarifas del gas y la luz y "adecuarlas a una economía que tiene sus ingresos en pesos".
De acuerdo con el Presidente, la conformación de un nuevo cuadro de tarifas va a demandar "varios meses".
En este sentido, no precisó qué pasará este año ni tampoco si, en el caso de incrementos, con base en qué variables subirán.
Lo explicó así: "Hasta tanto podamos formular una nueva revisión tarifaria integral, creo importante marcar un sendero en el precio de las tarifas de luz, gas y otros servicios para el próximo año, y que estén vinculadas al ingreso de la gente".
Cuando dijo "próximo año" no quedó claro si son los próximos 12 meses o el año 2022.
Además, aprovechó para disparar contra el Gobierno de Mauricio Macri y su política al respecto. Especificó que si siguiera vigente el sistema de revisión del gobierno de Cambiemos, "el gas tendría que haber subido 80 por ciento en octubre y debería ajustar otro 130 por ciento en abril". Asimismo, dijo que "la luz debería aumentar 168 por ciento el mes que viene".
Fernandez apuntó que "ahora llega el momento de regularizar el sistema tarifario que estuvo congelado todo este tiempo" y agregó que "las tarifas deben corresponderse con las necesidades y capacidades de nuestra gente".
"Mi objetivo es tener tarifas diferenciales según la capacidad patrimonial de quien recibe el servicio. Que los subsidios del Estado solo amparen a los que lo requieran”, detalló.
Y amplió: "Queremos que los costos fijos que representan esas tarifas en millones de familias argentinas repercutan cada vez menos en el poder adquisitivo de cada una de ellas. Así, los servicios no serán un problema para los argentinos y que, a la vez, se preserve la sustentabilidad macroeconómica que hemos delineado en el Presupuesto".
Congelamiento
Las tarifas de estos servicios estuvieron, a nivel nacional, congeladas desde el 2019.
Las de gas natural, puntualmente, aumentaron por última vez en junio de ese año, producto de un incremento desdoblado que se autorizó ese abril.
Desde entonces, primero el gobierno de Mauricio Macri y luego el de Fernández, suspendieron las revisiones que debían efectuarse en octubre de 2019 y en abril y octubre de 2020. En el primer caso, con la idea de contener la presión sobre los usuarios a partir de la disparada del dólar. En el segundo, para impedir que siga en aumento la inflación.
En el caso de la energía eléctrica, si bien no han habido ajustes en los precios mayoristas para los clientes residenciales, sí se habilitó, a partir de este lunes 1º de marzo, un nuevo esquema de facturación sin subsidios para los grandes usuarios que consumen energía eléctrica a través de distribuidoras. En el caso de Córdoba, Epec y cooperativas.
El aumento se ubica en torno al 58 por ciento promedio sobre los montos que se verificaron en las facturas de febrero e incidirá de modo directo en 411 empresas que demandan electricidad en Epec, muchas de ellas de gran tamaño y otras de perfil pyme.
Por otra parte, se produjeron dos incrementos en lo que hace a la variable de distribución. En el caso de Epec, aumentó en enero de 2020 (7 por ciento) y volvió a subir en enero de 2021 (10,7 por ciento).
Extraoficialmente, en Epec están esperando que desde la Nación les den el ok para un nuevo ajuste ahí.
Gas natural
El Enargas convocó el mes pasado a las dos primeras audiencias para la discusión de las tarifas de gas.
El 15 de marzo próximo se discutirá el precio del producto que reciben las empresas productoras y un día después, cómo será la transición de este año de los apartados de transporte y de distribución.
