Con la fecha del 14 de abril en el horizonte, los radicales se preparan para una nueva discusión interna, esta vez por la integración de la lista de diputados nacionales que competirá en octubre. Si hasta ese día no hay una convocatoria a votar por parte de Marcos Ferrer, el aliado de Rodrigo de Loredo que preside del partido; los opositores internos que lidera Ramón Mestre reclamarán al juez federal Alejandro Sánchez Freytes una definición por la vía judicial.
De Loredo busca evitar la interna y Mestre quiere que se haga. Los plazos que fija la Carta Orgánica del radicalismo son un dolor de cabeza: la interna debería estar convocada el 14 de abril y realizarse el 13 de julio, 30 días antes de la inscripción de candidatos ante la Cámara Nacional Electoral, prevista par el 17 de agosto (las alianzas cierran 10 días antes).
En ese marco, el deloredismo busca que los presidentes departamentales y los intendentes bajen la interna antes de que sea convocada. “Frente a la postura del mestrismo, se mocionó hacer la consulta no vinculante a los estamentos del partido, legisladores e intendentes, a ver qué opinan de una interna”, dijo la legisladora Alejandra Ferrero, espada de De Loredo.

El martes pasado, cuando el Comité Provincia analizó el pedido de convocatoria a internas que hizo Más Radicalismo –alianza que conforman Confluencia radical, el mestrismo; Identidad Radical, el alfonsinismo que lidera Carlos Becerra; y Córdoba Abierta, que preside Fernando Montoya– hubo gritos y chicanas.
Este viernes, una carta-modelo “anti interna” comenzó a circular entre los presidentes de departamento. Allí se expone que el radicalismo debe “proponer a la sociedad los mejores candidatos, aunar esfuerzos en ofrecer una alternativa con suficiente volumen electoral como para continuar en la carrera para volver al gobierno provincial en el 2027″.
“Entendemos que una elección ganadora en el 2027, necesita como antecedente la mejor elección posible en el 2025, por lo que ahí deben estar puestos todos nuestros esfuerzos”, dice la carta que será remitida al Comité Provincia.
Se refuerza la jugada: “La posición del departamento es casi unánime en contra de someternos a una contienda interna en un momento social y político tan delicado, por lo que le solicitamos pongan todo su esfuerzo en evitar la realización de un proceso tan desgastante como una elección interna, sobre todo cuando hay acuerdos muy mayoritarios sobre cómo debe encarar este proceso nuestro partido”.
Desde Más Radicalismo anticiparon que abrirán el camino judicial si Ferrer no convoca en los plazos solicitados. “La decisión de abrir el proceso interno está tomada; y esto no querrá decir que podemos negociar como en cualquier otra interna”, dijeron en el mestrismo.
De acuerdo con las reglas del radicalismo, “los precandidatos serán propuestos por los núcleos internos”. Si el Comité Provincia no convoca, debería hacerlo el Congreso Provincial. Ambos organismos son controlados por De Loredo; por lo que la vía judicial asoma como la principal alternativa que tiene Más Radicalismo para forzar una interna. El plan real en cualquier proceso interno es negociar, no competir. Este no es la excepción.