Luego de una jornada de furia se desató este miércoles frente al Congreso de la Nación durante una manifestación de jubilados, el padre del fotógrafo que resultó con una severa lesión en la cabeza y pérdida de masa encefálica, acusó a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y al presidente Javier Milei por la salud de su hijo.
“Somos una familia de militantes, lo decimos con orgullo. La militancia no es mala. Él es militante y también fotógrafo, estaba trabajando de forma independiente, documentando, siempre lo hace”, dijo Fabián Grillo, padre de Pablo, el joven fotógrafo que pelea por su vida en el Hospital Ramos Mejía.
Fabián Grillo dio detalles de la militancia peronista de su hijo después de que la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, dijera despectivamente de su hijo que era un militante kirchnerista y calificara a los detenidos de “criminales”.
Los incidentes y la agresión a Grillo
La violencia también afectó a las fuerzas de seguridad, con un policía de la Ciudad herido de bala y otros seis uniformados lesionados. La represión culminó con la detención de unos 150 manifestantes, entre ellos el sindicalista Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital.
Según confirmaron fuentes del gobierno porteño, el civil gravemente herido es el periodista y fotógrafo Pablo Grillo, quien fue alcanzado por una cápsula de gas lacrimógeno mientras cubría la protesta. Emanuel Coria, de FM La Tribu, testigo del hecho, relató a Infobae en Vivo: “Se empezaron a escuchar tiros, entonces me acerqué para ese lado y cuando estaba filmando pude captar el momento… Para mí fue bastante adrede”. Coria añadió que un grupo de personas auxilió a Grillo, quien perdía mucha sangre, pero la policía continuó avanzando.
Además de Grillo, otros once civiles resultaron heridos en los violentos enfrentamientos. Por otro lado, un policía de la Ciudad recibió un impacto de bala en su brazo izquierdo mientras trabajaba en la avenida Presidente Roque Sáenz Peña (Diagonal Norte) y Mitre. El agente fue trasladado al Hospital Argerich, donde fue operado por una fractura expuesta. También se reportaron seis uniformados heridos de las fuerzas federales: tres de la Policía Federal Argentina (PFA) y tres de la Prefectura Naval Argentina (PNA).
El caos se apoderó de las calles aledañas al Congreso, con un constante intercambio de golpes, gases lacrimógenos, bastonazos, pedradas, patadas y el accionar de camiones hidrantes. Pasadas las 20 horas, se contabilizaban 103 manifestantes detenidos (89 por la Policía de la Ciudad y 14 por fuerzas federales). Daniel Catalano, de ATE Capital, fue uno de los aprehendidos, lo que generó un fuerte repudio por parte de Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE a nivel nacional, quien exigió su inmediata liberación. Finalmente, Catalano recuperó la libertad poco antes de las 20.
En medio de los disturbios, personal de las fuerzas de seguridad incautó dos armas de fuego de tipo “tumbera”, dos cartuchos de escopeta calibre 12 pg y un cuchillo de tipo carnicero. Desde el Ministerio Público Fiscal porteño se informó que 13 personas ya fueron identificadas e imputadas: 10 por resistencia a la autoridad y 3 por tenencia de armas tumberas.
La violencia no solo dejó heridos, sino también importantes daños materiales. Los manifestantes incendiaron dos patrulleros de la Policía de la Ciudad y dañaron una moto y un auto particular. También prendieron fuego a decenas de contenedores de basura, rompieron baldosas y causaron roturas de vidrios al arrojar piedras.
El gobierno porteño realizó una primera estimación de los costos de reparación de los destrozos, que ascendería a 275 millones de pesos.
