A 28 días de las elecciones provinciales del 25 de junio, la coalición oficialista arrancó con lo que en el comando de campaña de Hacemos Unidos por Córdoba denominan propuestas “focalizadas”, o “geolocalizadas” por departamentos, del candidato a gobernador Martín Llaryora.
En este último tramo de cuatro semanas de campaña, desde mañana aparecerán los primeros spots publicitarios del gobernador Juan Schiaretti, en respaldo a la postulación del sucesor oficialista.
Hasta ahora, el gobernador viene apoyando a Llaryora en actos políticos y de gestión, pero desde mañana arrancará la campaña de spots con un mensaje de Schiaretti, grabada en su despacho del Centro Cívico.
Mientras algunos oficialistas admiten su sorpresa por la escasa presencia publicitaria y de cartelería del principal candidato opositor Luis Juez, desde el comando de campaña de Hacemos Unidos que lidera el vicegobernador Manuel Calvo, aseguran que se están “cumpliendo todas las etapas de la campaña” y que “no miran lo que hace la oposición”.
Desde hace unos días, las actividades del oficialismo se concentraron en los departamentos, con distintas propuestas para cada territorio.
Más allá de la presencia o no del candidato a gobernador, en departamentos como Río Cuarto, San Justo y Punilla se lanzó una campaña con propuestas “específicas” para esos lugares.
“Se vienen cumpliendo todas las etapas que estaban previstas, sin grandes modificaciones. Se hacen ajustes sobre la marcha, pero la estrategia central se mantiene inalterable, porque nos está dando buenos resultados”, aseguran desde el entorno de Calvo, el jefe de la campaña provincial de Hacemos Unidos.
Trabajo geolocalizado
Este trabajo “focalizado” o “geolocalizado” –como lo denominan los consultores con lenguaje más técnico–, también contempla las actividades de los intendentes peronistas y aliados.
Hay que tener en cuenta que el día de la elección para gobernador también se votará en 229 municipios y comunas, de los cuales 196 son gobernados por peronistas, vecinalistas, radicales y del PRO que expresaron su apoyo público a la candidatura de Llaryora.
El PJ tiene dimensionado el posible impacto de los comicios municipales que coinciden con la elección de gobernador: 630 mil electores votarán en municipios gobernados por el oficialismo.
Mientras que 27 mil electores votarán en localidades administradas por intendentes opositores.
Se sabe, ningún intendente puede direccionar absolutamente el voto en sus territorios, pero en política se le da importancia a que los candidatos locales hagan coincidir los comicios municipales con los provinciales.
Esta fue una estrategia que inauguró José Manuel de la Sota en el proceso electoral de 1998, y que el PJ mantuvo en las últimas seis elecciones provinciales. Ahora se repite.
Un dato que no pasó inadvertido en el PJ. La renovación que producirá la imposibilidad de reelección de aquellos intendentes que tengan dos o más períodos consecutivos.
De los 196 municipios gobernados por peronistas y aliados que votará el 25 de junio, 147 son candidatos nuevos, teniendo en cuenta que los actuales intendentes se vieron impedidos de ir por su reelección.
Aunque esta renovación obligada, en la mayoría de los casos también es limitada. Por una cuestión de respeto a los liderazgos locales, Schiaretti y Llaryora priorizaron que sean los intendentes los que elijan a los candidato de su preferencia, para una sucesión consensuada.
Tanto es así, que en la mayoría de los casos –no en todos– los intendentes que no pueden aspirar a seguir en el cargo ocupan el primer lugar en la lista de concejales.
Hasta el 5 de junio cuando pida licencia como intendente de Córdoba, Llaryora priorizará las inauguraciones de obras en la Capital, aunque hará salidas puntuales al interior.
Esta noche, el candidato a gobernador estará en Canals, donde se espera que triunfe el intendente peronista Edgar Bruno. Hoy se votará también en otras 28 localidades. El oficialismo espera muchas victorias.
Mañana, Llaryora visitará Jesús María, y durante la semana, Santa Rosa de Calamuchita, Santa Rosa de Río Primero y Berrotarán.
¿Sorpresas en la lista oficialista de la Capital?
El próximo sábado vence el plazo de presentación de las candidaturas para los comicios municipales de la ciudad de Córdoba, que serán el 23 de julio. En el oficialismo admiten que el armado de la lista será una negociación de tres: el candidato a gobernador Martín Llaryora; el candidato a intendente Daniel Passerini, y la senadora Alejandra Vigo, en representacióndel schiarettismo.
No hay nombres propios, pero la negociación será el reparto de lugares por cada sector del PJ. Aunque también habrá lugares para radicales y dirigentes del PRO, que responden a Myrian Prunotto, radical candidata a vicegobernadora, y el candidato a viceintendente Javier Pretto, expresidente del PRO provincial.
No habría que descartar algún radical de peso, “herido” del cierre de lista de Juntos por el Cambio. Operadores peronistas siguen de cerca los movimientos de exfuncionarios de la gestión del fallecido exintendente Rubén Martí.
“Si hay radicales de peso dispuestos a sumarse a nuestra lista, seguramente tendrán lugares”, dijo un llaryorista que trabaja cerca del candidato a gobernador.
La discusión será por los primeros 20 lugares, de la lista de 30 candidatos a concejales (el espacio que gané se llevará 16, pero algunos irán al Ejecutivo).
Además de los lugares para dirigentes de los sectores mencionados, en la mesa de negociación también se contemplará algún espacio para unos dos dirigentes que respondan a la diputada nacional Natalia de la Sota y al gremialismo.
Las 62 Organizaciones Peronistas que lidera el dirigente peronista Ricardo Moreno reclaman lugares. Al igual que la CGT oficial y el grupo que responde al extitular del SEP, José Pihen.
Distintas fuentes oficiales aseguran que más allá de las aspiraciones de los dirigentes del PJ Capital, como ya lo hicieron a nivel provincial, Llaryora y el gobernador Juan Schiaretti, representado por Vigo, buscarán en la ciudad de Córdoba la apertura a otros partidos. Es probable que haya “sorpresas de último momento”, adelantó un schiarettista puro.
