Las elecciones primarias en Argentina volvieron a demostrar que pueden afectar severamente a la ya dañada economía. Sucedió en 2019, cuando Alberto Fernández sorprendió con un resultado inesperado, y sucede ahora, con Javier Milei al frente.
Todo en el marco de un gobierno con serios problemas de gestión y con el ingrediente extra de que Sergio Massa, el ministro de Economía, es además candidato a presidente, en una simbiosis que alimenta una dinámica cada vez más peligrosa para el futuro de los 47 millones de argentinos.
El valor del dólar blue es un claro ejemplo del impacto de las Paso, porque acaba de cruzar la barrera de los $ 1.000.
Es decir que desde el 14 de agosto, el día posterior a la elección, y hasta hoy, subió $ 433. Un 71%. El cálculo da un incremento promedio de $ 10 por día hábil desde el momento de la elección.
El propio Massa ha dicho que todo es producto de la devaluación del 22% que debió aplicar el día después de la votación, producto de la exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con un agravante: no hay ninguna medida, aplicada o en estudio, que muestre al Gobierno nacional en condiciones de ponerle freno a la dolarización de activos que se está produciendo en Argentina.
Brecha
Con este incrmento, la brecha con el dólar oficial está cerca del 200% (197,1%). Esto significa que está superando los niveles de julio de 2022, cuando Martín Guzmán renunció al ministerio de Economía de la Nación.
Comparación
Para tener una idea de la magnitud del incremento sirve comparar con lo ocurrido en 2019, con las Paso y la posterior evolución del dólar blue.
El día después de la victoria de Fernández frente a Macri, el dólar pasó de $ 57 a $ 62. Y luego, en los 42 días siguientes -el mismo período que ahora- llegó a $ 63.
Es decir que el incremento fue del 10,5%.
En aquel momento también se disparó el valor del riesgo país, los activos en peso se “derritieron” y finalmente, el gobierno de Cambiemos tuvo que implementar un cepo cambiario que dura hasta hoy.
