Ni los mercados, ni los analistas, ni los cientistas sociales, ni los periodistas, ni los encuestadores, ni los políticos, ni los ciudadanos. Los mejores especialistas en leer resultados electorales son los jueces.
“Es su especialidad”, escribíamos en estas páginas el lunes posterior a las Paso. Y anteayer, a sólo 10 días de esas primarias y a casi dos meses de la general, los magistrados federales avisaron que ya tienen su interpretación del resultado. Anularon procesamientos para las principales figuras de la obra pública del kirchnerismo en el caso Odebrechet, ordenaron acelerar la causa Correo Argentino que compromete al presidente Mauricio Macri y hasta pidieron investigar la emblemática obra de esta gestión del Paseo del Bajo.
¿Se hubieran dictado estas resoluciones con otro resultado de las urnas? No. Claramente que no. Ningún antecedente histórico avala que los magistrados hayan actuado por fuera de la sintonía del poder, ya sea el que está en ejercicio o el eventual venidero.
De funcionarios a jueces
En donde no hay necesidad de andar acomodándose a cada rato es en los tribunales provinciales de Córdoba. El cuarto de siglo que tiene garantizado el mismo signo político en el poder local determina que sólo haya una profundización de la sintonía del Poder Judicial con el Ejecutivo.
Con el abrumador resultado a su favor de las elecciones de mayo, el gobernador Juan Schiaretti hizo su primera designación de un integrante del Tribunal Superior, ya que los otros seis fueron nominados durante las gestiones de José Manuel de la Sota y de Ramón Mestre padre. Optó por alguien a quien definió hace apenas unos meses como “un amigo y un compañero de toda la vida”.
La carta de presentación del gobernador para Luis Angulo, más allá de las condiciones jurídicas que este puede exhibir, se aleja de ese sentido de independencia de poderes, concepto flexible tanto en el país como en Córdoba.
La próxima llegada de Angulo al Tribunal Superior implica que de siete miembros, tres tuvieron cargos en el Ejecutivo provincial durante la gestión del PJ y uno tuvo filiación en esa agrupación con anterioridad. Ninguno de los otros se ha caracterizado por fallar en contra de los intereses del Gobierno.
El futuro vocal fue ministro en las dos gestiones de Schiaretti. Sebastián López Peña fue director de Política Judicial de la cartera que conducía Angulo en la primera administración del actual gobernador. En las campañas electorales de aquellos años, aportó –como lo hizo el próximo integrante del máximo cuerpo judicial– a las campañas de la entonces Unión por Córdoba, hoy Hacemos por Córdoba.
La actual presidenta del Tribunal Superior, María Marta Cáceres, fue directora de Inspección de Sociedades Jurídicas y subsecretaria de Justicia en la segunda gestión de De la Sota. Y, además, integró una lista partidaria del PJ Capital en 2004, aunque ese antecedente no figura en el currículum colgado en el sitio oficial del Poder Judicial.
De tal manera, el 40 por ciento del Tribunal Superior estará conformado por exintegrantes de la gestión que gobierna Córdoba desde 1999, con mandato hasta 2023.
Angulo no será una pieza más en ese cuerpo. Una larga lista de sacudones internos en los últimos tiempos, que incluyen desde la detención de un quiosquero de Tribunales acusado de tráfico de influencias hasta la vacancia de la Fiscalía General, fueron configurando el escenario para que el nuevo vocal llegara para ser figura clave.
¿Reforma?
A partir de que el pliego entró en la Unicameral, algunos aliados de Hacemos por Córdoba que vienen del kirchnerismo con el discurso de la reunificación del justicialismo en sintonía con los tiempos nacionales, lanzaron un espinoso tema en charlas no del todo informales: la posible reforma de la Constitución provincial.
Dos tercios en la Legislatura desde diciembre, control del Poder Judicial, amplia supremacía en los municipios más poblados podrían configurar un escenario propicio para modificaciones de la Carta Magna cordobesa. Al menos, desde las hipótesis.
Hasta acá, el Gobierno provincial y el propio gobernador han sido contundentes en destacar de plano que eso esté en carpeta.
