El índice de precios al consumidor (IPC) que mide el Indec subió 20,6% mensual en enero, una marca sustancialmente inferior al 25,5% de diciembre, pero la variación de 12 meses trepó a 254,25%, la más elevada de los últimos 33 años.
Al dato inflacionario, celebrado con cautela en el interior del Gobierno nacional, se sumó la difusión por parte del organismo estadístico de la canasta alimentaria, que aumentó el 20,4% en el primer mes de este año, con lo cual una familia tipo necesitó $ 596 mil para no ser pobre. En 12 meses, los alimentos subieron casi 300%.
En el 20,6% del IPC (que en Córdoba fue mayor por 2,9 puntos), la división de mayor aumento en el mes fue bienes y servicios varios, con el 44,4%, producto del incremento en artículos de cuidado personal.
Le siguieron transporte con el 26,3% -motivado en las subas en transporte público y el arrastre del fuerte aumento de combustibles- y comunicación, con el 25,1%, por el alza en servicios telefónicos y de internet.
La división con mayor incidencia en todas las regiones fue alimentos y bebidas no alcohólicas, 20,4%. Entre las que menos subieron se situó la división vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con el 14%. En febrero, los precios de la energía treparán hasta 60%, anticipó el Gobierno, producto de la quita de subsidios.
La inflación de enero confirmó en gran medida las estimaciones realizadas por consultoras privadas, que la habían ubicado entre el 20% y el 23%, con una desaceleración más marcada en la cuarta semana del mes. En tanto, el relevamiento de expectativas del mercado (REM), realizado por el Banco Central, la había promediado en 21,9%, con lo cual, según analistas, el resultado fue “mejor” que el esperado. El REM anticipa para febrero una inflación del 18%, y del 227% para todo el año.
En el Ministerio de Economía que comanda Luis Caputo, el índice de la inflación de enero fue tomado como un dato alentador para desacelerar la fuerte suba de precios que, según se remarcó en distintas oportunidades desde el Gobierno, podría derivar en hiperinflación. El principal motivo de ese entusiasmo pasa porque el traslado a precios de la devaluación de diciembre fue mucho menor que el ocurrido cuando en agosto pasado el entonces ministro Sergio Massa aplicó una devaluación del 22%. Allí, la inflación consumió a toda velocidad la mejoría que se había alcanzado en el tipo de cambio, argumentan en ese sentido.
“Es probable que la inflación baje todavía más en febrero. Se puede acercar en torno al 14% o al 15%”, evaluó el economista Camilo Tiscornia, de la consultora C&T, pese a que advirtió que en los últimos días se produjeron nuevos aumentos en precios de los alimentos.
También Claudio Caprarulo, de Analytica, consideró positivo el dato inflacionario de enero, pero puso reparos en sus causas. “El dato es bueno porque es una caída de cinco puntos de un mes a otro. El problema es que en parte está sostenido por factores transitorios, como el congelamiento del tipo de cambio”, indicó.
La baja transitoria de la inflación tiene como contracara un enfriamiento general de la actividad económica. El mes pasado, la venta de cemento cayó 20%; el patentamiento de autos, el 33%; las ventas minoristas, el 28,5%, y la recaudación por actividad, el 18,2%. “Si no querés recesión, bueno, comete la inflación que vas a tener”, explicó el economista Julián Yosovich, quien atribuyó estas subas de precio de los dos primeros meses de 2024 a las consecuencias de las políticas de Massa.
Se necesitaron $ 100 mil más
De manera casi simultánea, el Indec difundió que la canasta básica total (CBT) de enero subió 20,4% y una familia tipo necesitó $ 596.823,18 para no caer en la pobreza. En tanto, se precisan $285.561 para evitar la indigencia.
En diciembre, la canasta básica había marcado que, para no ser pobre, se necesitaban $ 495.798, siempre hablando de una familia integrada por una pareja y dos hijos.
Por su parte, para no caer en la indigencia se requerían $ 240.679. Así, en enero se registró un alza del 20,4% para la canasta básica total (CBT), mientras que la canasta básica alimentaria subió 18,6% (CBA).
En los últimos 12 meses, la suba de los alimentos fue de 296,2% a nivel país, pero algunas regiones registraron aumentos más pronunciados. En la Patagonia, la suba fue del 313,9%.
Con el dato de la canasta básica total de enero, el “nowcast” (pronóstico) que elabora la Universidad Torcuato Di Tella proyecta una tasa de pobreza de 43,7% para el semestre agosto 2023-enero 2024, con principal concentración en los grandes aglomerados urbanos.
