El presidente Javier Milei participó este sábado en La Paz, Bolivia, de la asunción de Rodrigo Paz Pereira como nuevo jefe de Estado de aquel país, en una ceremonia que marca el cierre de 20 años de gobiernos socialistas en ese país.
El mandatario argentino viajó directamente desde Estados Unidos, acompañado por su hermana Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y por el canciller Pablo Quirno.
Fin de una era política en Bolivia
La llegada de Paz Pereira al poder se produce en el marco de la peor crisis económica boliviana en cuatro décadas, con escasez de divisas y combustibles. El nuevo mandatario, de 58 años, asumió la presidencia tras imponerse en el balotaje del 19 de octubre con el 54,9% de los votos, representando al Partido Demócrata Cristiano (PDC).
Durante su discurso de juramento, Paz prometió que Bolivia “nunca más estará de espalda al mundo” y se comprometió a impulsar un modelo de “capitalismo para todos”, con ajustes graduales, redistribución equitativa del presupuesto y cooperación con organismos internacionales.
“Nunca más una Bolivia aislada, sometida a ideologías fracasadas”, afirmó al recibir la banda presidencial y el bastón de mando.

La presencia argentina y el vínculo regional
Milei fue recibido por legisladores bolivianos y saludó brevemente a Paz durante la ceremonia en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Según fuentes de la Casa Rosada, el flamante presidente boliviano representa un nuevo aliado regional para el gobierno argentino, luego de años de tensión diplomática con la administración de Luis Arce y su antecesor, Evo Morales.
Desde la Cancillería argentina señalaron que la asunción de Paz “abre una oportunidad de reconfiguración política en Sudamérica”, donde Milei busca consolidar vínculos con gobiernos de orientación liberal y de centroderecha, como los de Santiago Peña (Paraguay) y Daniel Noboa (Ecuador). En contrapartida, aparecen las presidencias de Yamandú Orsi (Uruguay), Gabriel Boric (Chile) y “Lula” Da Silva (Brasil). El brasi

Una crisis que condiciona el inicio del mandato
El nuevo presidente enfrenta una economía con inflación superior al 20% anual y reservas internacionales en mínimos históricos. Su antecesor había agotado divisas para sostener los subsidios a los combustibles, lo que derivó en desabastecimiento y aumento de precios.
En sus primeras medidas, Paz acordó un crédito de US$ 3.100 millones con la Corporación Andina de Fomento (CAF) para financiar la recuperación productiva y anunció la cooperación de la DEA en materia de seguridad, organismo expulsado de Bolivia durante el gobierno de Morales en 2008.

Una agenda internacional cargada
La ceremonia contó con la presencia de los presidentes Gabriel Boric (Chile), Santiago Peña (Paraguay), Yamandú Orsi (Uruguay) y Daniel Noboa (Ecuador), además del subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, y representantes de la Comisión Europea.
Para Milei, se trató de la segunda asunción presidencial internacional a la que asiste desde que asumió el gobierno, luego de su participación en la de Donald Trump en enero pasado. Tras la ceremonia, el mandatario argentino tenía previsto regresar a Buenos Aires en la tarde del sábado.
“Un nuevo ciclo en la región”
Fuentes diplomáticas argentinas destacaron que el acercamiento entre Milei y Paz podría derivar en una cooperación energética y comercial más estrecha entre ambos países. Bolivia continúa siendo un proveedor clave de gas natural para el norte argentino, y el nuevo gobierno boliviano anunció su intención de “revisar acuerdos de exportación con criterios de beneficio mutuo”.
La asunción de Rodrigo Paz simboliza, además, el fin de la hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS) y un cambio de tendencia ideológica en la región andina, donde los gobiernos liberales comienzan a ganar terreno tras una década de predominio progresista.























