A las 21 de este sábado, Javier Milei comenzó a bajar las escaleras del Mirador del Coniferal, en el Parque Sarmiento. Se abrió camino entre la multitud que lo esperaba desde mucho antes. Cientos de celulares con sus linternas prendidas buscaban captar el momento. El diputado nacional tardó casi 10 minutos en llegar al escenario. Hasta que subió. Y gritó: “La casta tiene miedo”.
El primer acto oficial de Milei en Córdoba arrancó pasadas las 18. En uno de los descansos de las escaleras, el abogado Carlos Maslaton recibió saludos y pedidos de fotos. El público promedio, en su mayoría varones jóvenes, le tendieron la mano al analista e intercambiaron palabras con él.
Maslatón (polemista en Twitter, fue concejal de la ciudad de Buenos Aires por la UCeDé) vino a Córdoba a apoyar al diputado libertario. A su alrededor, pululaban chicos y chicas con la remera de la UPAU (Unión Para la Apertura Universitaria), una fuerza universitaria de derecha. Todo bajo la atenta mirada de los voluntarios, que llevaban credenciales colgadas en el pecho. Al estilo de un recital de rock.
“Para el acto trabajaron 120 voluntarios, más 30 de seguridad”, contó Agustín Spaccesi, el político y empresario que llevó adelante la llegada de Milei a Córdoba. “El evento fue organizado por el Partido Libertario”, aclaró.
Según Spaccesi, anoche en el Parque Sarmiento hubo 12.000 personas viendo a Milei. La Polícia, en cambio, calculó mucho menos (entre 4.000 y 5.000). Como sea, reconocieron que había preparado un operativo para un número menor al que se dio cita.
La espera se hizo un tanto larga. En esa espera, un chico de bermudas, mochila y gorra roja con el “Make America great again” (La consigna de Trump: “Hacer grande a América otra vez”) iba y venía buscando a sus amigos. Más abajo, al borde de la avenida Lugones, una persona disfrazada de “muerte” llevaba un cartel con la frase “pase sanitario” y una vacuna en la mano (varios de los presentes le pidieron una foto). A su lado, dos hombres enarbolaban una bandera que decía: “Las vacunas covid matan o dejan graves efectos adversos”.
Mientras, Milei se había rogar. Caía la noche y los raperos invitados cantaban en el escenario contra la izquierda, Macri y Alberto Fernández. “No soy político, soy incorrecto”, entonaban. Muy cerca, el economista Roque Fernández saludaba a los militantes libertarios, y el exconcejal Aberlardo Losano iba y venía sin mucho que hacer.
Laje
Antes de Milei, habló el escritor Agustín Laje. Dio un discurso “contra la mentira” (”El Estado nos obliga a mentir”, dijo), advirtió sobre la “segunda oleada socialista” en América latina y cargó contra Juntos por el Cambio. “El centro no es la solución”, arengó fuerte, micrófono en mano, sin hacer uso de la tarima dedicada solo para el diputado nacional. “Los blanditos hicieron que volvieran los Kirchner”.
Cerró Laje, sonó La Renga y en medio de la gente apareció Milei. Ondeaban las banderas con la leyenda “Don’t tread on me” (“No me pisotees”, un ícono del libertarismo estadounidense) junto a las de Argentina. Alguien activó una bandera de humo verde y el dirigente libertario saltó por fin al escenario.
“¡Hola a todos! / Yo soy el león / Rugió la bestia en medio de la avenida / Todos corrieron, sin entender / Panic show a plena luz del día”, cantó Milei y los seguidores acompañaron con una ovación. El diputado nacional volvió a usar el tema de La Renga (Panic show) para iniciar lo que sería una clase pública titulada “Crecimiento económico y mentiras políticas”.
