Julio Bañuelos destaca la fuerte inversión de Caminos de las Sierras, la empresa que preside, en obras públicas. En las últimas semanas, se inauguraron 2 autovías (en Punilla y Calamuchita) que van a contramano de la política de Javier Milei de no poner un peso.
Y además, defiende el precio de los peajes que se cobra allí y en las redes de acceso. Peaje que, dice, se analiza siempre para ver cuánto debe valer.
–Pareció que las inauguraciones de las autovías no tuvieron la dimensión que deberían haber tenido. Incluso no estuvo el gobernador Schiaretti. ¿Por qué?
–Fueron dos momentos distintos. En la 38, el gobernador nos venía preguntando “cuándo está” y cuando le dijimos que estábamos listos, preguntamos si hacíamos algo. “Habilitemos, después vemos”, nos dijo. Y así lo hicimos, con una tremenda aceptación de los usuarios, algo que podemos ver incluso en redes sociales. La gente está muy contenta. Tal cual estaba programado nos llevaba unos 15 días más a habilitar la de Calamuchita y ahí el gobernador dijo que tenía ganas de hacer algo, y surgió la idea de recorrer, saliendo desde Cosquín, y compartir con los intendentes de Punilla. Hizo una caravana, algo que le permitió tomar dimensión de lo que se hizo, y de lo rápido y seguro que es. Y ahí sí tuvimos una inauguración muy importante. Fue en Alta Gracia, donde se decidió hacer el comienzo del tramo. Estuvieron todos los intendentes de Punilla, Santa María y Calamuchita. Estaba la gente de la Cámara de la Construcción, todas las empresas que participaron, las cámaras asociadas a la actividad turística, convocadas por el presidente de la Agencia de Turismo, y por la Uocra y los trabajadores, que están muy contentos. Ellos han sentido mucho el golpe del parate de la obra pública nacional. En Córdoba, los índices de empleo de la construcción también cayeron, pero muchísimo menos que en el resto del país.
–¿Cuánto invirtió Córdoba en las dos autovías?
–130 millones de dólares en la de Punilla, y 100 millones en la de Calamuchita. En total, fueron 230 millones. Es un número: son 50 kilómetros de autopista en este contexto nacional... Hay que remarcar lo que significa una decisión política a contramano de lo que se está planteando en la Argentina. Más allá de lo impactante de las obras, esto está ligado a lo significa para los cordobeses la conectividad y la infraestructura para la producción, para cualquier actividad, sobre todo las que están ligadas al turismo. Pero además, estas obras transforman la vida diaria de la gente, de los pasantes, de los que viven en esos pueblos, que antes tenían colapsadas estas rutas, como la 38 o la 5, y que ahora van a tener una vida bastante más normal. Son muchos beneficios.
–¿Cuál es la lógica de que tengan peaje? ¿Recuperar la inversión que mencionaba? ¿Generar recaudación para el mantenimiento?
–Si tuviéramos que cobrar una tarifa para recuperar... Hoy está en boga de que estas inversiones las tienen que hacer los privados. Podríamos hacer una cuenta rápida si tuviéramos que recuperar 230 millones de dólares, y no hay ninguna posibilidad. La concesión de Caminos de la Sierras es hasta 2039, y no hay ninguna posibilidad de que una tarifa de 1.200, promedio pueda pagar la inversión. Esta es una tarifa que hace eficiente a la empresa desde el punto de vista de la operación. Lo que hay es una decisión del Gobierno de avanzar con estas obras; porque si no, no habría otra manera de hacerlas.
–¿Alcanza el peaje a cubrir el mantenimiento de la infraestructura, el costo de mantener las rutas?
–Eso sí. Pero para avanzar con obras como esta, eso de ninguna manera. En muchos casos, es una proporción de los fondos. La 38 fue financiada, en un porcentaje altísimo, por el Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe, la ex-CAF y con fondos propios; y la de Calamuchita fue toda con fondos propios.
El precio del peaje
–Durante el año, el peaje aumentó 400%. Muy por encima de la inflación. ¿Por qué?
–Venía con cierto retraso a la tarifa. Si te pones a investigar a cualquiera de las demás prestatarias, nosotros más o menos estamos cerca, parecido, a Corredores Viales.
–Viajando hacia Buenos Aires, el de Córdoba es el más caro.
–Si vas a comparar con Corredores Viales, con Aubasa, que es el Camino de las Sierras de la provincia de Buenos Aires y... ellos están por encima, y ni te cuento Capital Federal. Ahí, para hacer tramos de 14, 15 kilómetros, con manual, podés llegar a pagar hasta 7 mil pesos.
–¿Entonces consideran que está bien el precio, incluso por abajo de lo que debería valer?
–Lo que tratamos es hacer un análisis eficiente de nuestro costo operativo. Que el movimiento operativo de la empresa se mantenga con fondos propios recaudados del peaje. Ese es el objetivo por ahora. Estamos en búsqueda de analizar cuál sería la tarifa ideal para tener una cobertura total de reinversión. Ese dato sería más informativo, para conocer realmente cuál sería esa tarifa. Pero lejos de aplicarla.
–Para el año que viene, ¿qué mecanismo de actualización prevén ante la merma de la inflación?
–Por ahora estamos bien con esta tarifa. Estaba en 1.200 pesos y tiene un recargo, autorizado por el Ersep, de 300 pesos ¿Para qué es esto? Para castigar la tarifa manual y lograr el incentivo para usar el telepeaje. Y por eso, en estos últimos 50 días, hemos logrado que más del 50% de la gente se haya pasado al telepeaje.
–¿Cuánto paga una persona con telepeaje?
–Hoy 900 pesos, de 1 a 30 pasadas; de 30 a 50, 800 pesos; de 50 a 80, 700 pesos; y después de 80, nada.
–Este sistema, ¿hasta qué perfil de usuario llega?
–Yo lo hago con la gente de mi pueblo. Es muy fácil acceder a la página, poner un medio de pago a disposición y ponerlo. Se lo digo, también, a la gente que hace comisiones: “Hacelo, no importa las veces que pasás. Porque vas a pagar menos”. Y no solamente para la zona metropolitana, sino para todos los cordobeses.
–¿Es un sistema que se va a integrar, por ejemplo, con el aeropuerto?
–Eso pasa en Ezeiza hoy. Telepase es una empresa, y hace poquito se conformó la Cámara Argentina de Concesionarios, donde Caminos de la Sierra tiene una de las vicepresidencias. El objetivo principal es administrar la marca Telepase. Hoy ya tenemos convenios de interoperabilidad, así que el que quiera ir a Buenos Aires, va a Caminos de la Sierra y le colocamos un tac pasivo con el que se va a poder mover en las otras empresas del país que lo tengan. Después, nosotros compensamos internamente con ellos.
–Suele ocurrir a fin de año, ¿tiene pensado una actualización?
–Estamos viendo cómo van a dar los índices. Hoy está en 1.200 pesos. Si los índices dieran 1.280 para la tarifa de referencia, no podríamos (aumentar), porque siempre hay que redondear hacia abajo. Hay que ver si supera los 1.300. Tenemos que ver una serie de factores. Y después está la decisión política.
–¿Lo están viendo para ahora?
–Siempre lo estamos analizando. Hoy, todos los servicios públicos se van actualizando de acuerdo de la inflación y de manera automática. Nosotros estamos en el mismo régimen y vamos a ver. De todas maneras, siempre es una decisión política que consensuamos con el gobernador, no es una cuestión automatizada.
Año que viene
–¿Hay alguna obra prevista para el año que viene?
–Las obras que se vienen las cuenta el gobernador. Hoy, estamos construyendo el último tramo de la autovía Córdoba-Jesús María, a la altura del puente de Río Carnero; estamos en la duplicación de la Luchesi; y el alto nivel de la República China.
–¿La 38 no se continúa este año?
–El proyecto original ya está hecho, y tiene licencia ambiental hasta La Cumbre. Estamos analizando la búsqueda de financiamiento. Es una posibilidad.
–¿No está caída?
–No, no. Incluso técnicamente el proyecto está. Pero, insisto, todas las obras por venir están en la mesa de decisiones del gobernador.